Los partidos políticos de Granada, frente al espejo de sus campañas
Los actos de campaña de cara a los comicios del domingo dejan claro en qué caladeros de votantes quiere pescar cada formación y qué temas consideran más útiles para aglutinar papeletas
Dime dónde vas, de qué hablas, y te diré quién eres. Durante esta segunda y breve campaña, de poco más de una semana, los partidos ... políticos que tienen opciones de amarrar un escaño por la circunscripción granadina han desarrollado bastante más actividad que durante la que precedió a los comicios del 28 de abril, sobre todo porque además la recta final de aquella campaña coincidió con la Semana Santa. Del análisis de los contenidos de sus discursos y de los lugares que han visitado se puede extraer con claridad meridiana cuáles son los temas centrales de sus discursos, qué caladeros de votos consideran importantes y cuáles dan por perdidos.
El primer dato, quizá poco sorprendente, es que la mayor parte de actividad durante la recta final de ambos períodos preelectorales se ha movido poco de la capital granadina y su entorno. Algunos partidos, como ocurre en el caso de Unidas Podemos, apenas han salido en esta ocasión del entorno metropolitano, mientras en abril realizó actos en la Costa. El perfil del electorado potencial de la formación morada, eminentemente urbano, ayuda a explicarlo.
El Partido Popular muestra una fuerte presencia de actividad en la Costa, por ejemplo, donde desarrolló buena parte de su actividad política el cabeza de lista, Carlos Rojas. En la anterior campaña tuvo poca competencia en este sentido; en esta ocasión, Ciudadanos ha desplegado también actos allí, presumiblemente porque considera prioritario competir por ese electorado. En abril, tal vez por su labor como secretario de Organización de Ciudadanos, el candidato naranja, Fran Hervías, basó su campaña en la comunicación con los medios más que en actos públicos en los que presentar su programa. En esta ocasión el nivel de actividad ha aumentado.
Un proceso contrario ha ocurrido en el caso de Vox. En abril, Macarena Olona pasó alrededor de una semana en la provincia presentándose como cabeza de lista de la formación de Santiago Abascal, y basó buena parte de su campaña en reclamar mejores infraestructura para Granada, en especial en lo tocante a la presa de Rules, que calificó como «la piscina más cara de Europa», y también realizó actos en lugares como Baza, que algunos partidos no han visitado en acto oficial en ninguno de los dos períodos preelectorales. En esta ocasión, previsiblmente porque Olona se encuentra en avanzado estado de gestación, el nivel de actividad se ha reducido de forma sustantiva y el peso de la campaña ha quedado en manos del concejal de la capital Onofre Miralles, que se ha movido en el entorno metropolitano y también por la zona de la Alpujarra.
Es este precisamente un feudo tradicional que se disputan entre socialistas y populares, que en las últimas campañas han solido celebrar actos importantes en los dos municipios más poblados de la zona, Órgiva y Lanjarón. Los dos partidos lo hicieron durante la campaña previa al 28A y lo han vuelto a hacer en esta ocasión.
Los populares han sido, por cierto, los únicos que han realizado un acto oficial en Loja. También son los que más se han movido por las zonas rurales de la provincia, compitiendo con Ciudadanos y Vox por el electorado de centro derecha y llevando mensajes en ocasiones bastante similares.
Prioridades
Si la elección de lugares ya es significativa, aún lo es más estudiar de qué elige hablar cada partido durante los últimos dís previos a la cita electoral. Es aquí donde se muestra realmente el ADN ideológico de cada formación, y los contrastes son claros.
En líneas generales, es posible afirmar que los discursos claves de los partidos no han variado de forma sustancial en estos seis meses. Los pilares de la campaña se repiten, con la única excepción del Partido Popular, que ha introducido un nuevo mensaje en esta ocasión: la necesidad de aglutinar (en su formación, por supuesto) el voto de centro derecha para poder plantar cara a un hipotético Gobierno liderado por el presidente en funciones, Pedro Sánchez. Este está siendo un discurso central durante esta campaña, previsiblemente porque las perspectivas de crecimiento de los de Pablo Casado, no sólo en la provincia sino en el conjunto del territorio nacional, indican que conseguir aglutinar más voto de las otras dos formaciones con las que compite podría disparar, por el efecto de la Ley D'Hont en algunas circunscripciones, el número de escaños que amarran con respecto al mal resultado que obtuvieron en abril.
Por lo demás, habrá pocas sorpresas para quien siga de cerca la actividad política. En el caso de Granada, los populares son quienes más a menudo centran su discurso en el mundo rural y agrícola y sus necesidades, dedicado actos o segmentos de los mismos a hablar, por ejemplo, de la Política Agraria Común (PAC). Mucho más común ha sido hablar de la despoblación de algunas zonas de la provincia, de esa Granada vacía. Es algo que han hecho prácticamente todas las formaciones en esta ocasión; en la campaña de abril, aunque hubo menciones, fue menos preponderante que ahora.
Otro de los temas fundamentales para todos los actores ha sido el de las infraestructuras. Con especial foco en dos de ellas, una vez que el AVE ya ha llegado finalmente a la provincia: la presa de Rules y el tren que pasa por Guadix y Baza. Menor presencia ha tenido la línea eléctrica Caparacena-Baza. Unidas Podemos ha sido el partido que menos énfasis ha hecho esta el momento en este tema, a diferencia de Más País, que sí ha hecho más hincapié tanto en este asunto como en el ecologismo, que los de Íñigo Errejón han convertido en una de las señas de identidad de su programa sin que ningún otro partido haya tratado de disputárselo abiertamente. PSOE y Unidas Podemos han hablado sobre el tema, pero no con la misma intensidad.
La apuesta diferencial del partido que encabeza Pablo Iglesias ha venido de la mano de la política de vivienda y de una necesidad de repensar el modelo turístico provincial y su afección sobre el empleo; ambos temas se tocaron incluso durante el debate nacional que se celebró en televisión el pasado lunes por la noche, sin que ninguna otra formación haya optado por disputarlos. Populares y Ciudadanos se han centrado en el área económica, pero desde otra perspectiva, con los de Casado insistiendo en las rebajas de impuestos y los de Albert Rivera en el fomento del emprendimiento. Ellos han sido, por cierto, los que más han hablado de dos temas tradicionalmente asociados al PP: las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, para pedir la equiparación salarial; y la necesidad de apoyar a las familias y formentar la natalidad, territorio tradicionalmente de los de Casado.
Por su parte, los socialistas han usado temas relacionados con el feminismo y la igualdad entre hombres y mujeres como uno de los ejes centrales sobre los que construir su campaña, aunque en este sentido se lo ha tratado de disputar el candidato de Unidas Podemos, Pedro Antonio Honrubia, celebrando actos centrados en la necesidad de actuar contra diversas formas de violencia contra las mujeres, entre las que considera que está la desigualdad salarial. Los morados han girado muy a menudo alrededor de la necesidad de mejorar la política social, la gran electoral de Iglesias. Por ejemplo, han sido los únicos que han hablado de los problemas con los cortes de luz en la capital, del precio de la factura eléctrica, y que han celebrado un acto destacado de campaña en la Zona Norte granadina.
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