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Mariano Rajoy, el sábado en un acto en Canarias.
Arreón final en la pugna por veinte escaños

Arreón final en la pugna por veinte escaños

En una veintena de circunscripciones baila el último diputado, que se decidirá en algunos casos por menos de mil votos

N. vega/P. de las heras/a. torices/a. azpiroz

Lunes, 20 de junio 2016, 11:58

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Ya lo advertía Mariano Rajoy cuaderno y bolígrafo en mano. Es «imposible» concretar el reparto de escaños sin tener el número exacto de votos que obtendrá cada partido la noche del 26 de junio. A seis días de que se abran las urnas y con los restos electorales pendientes de un puñado de papeletas, rellenar la quiniela de los diputados es, según la dirección del PP, un «juego de artificio».

Pero a pesar de las prevenciones demoscópicas del líder popular, los equipos electorales de los cuatro principales partidos nacionales coinciden en apuntar a una veintena de circunscripciones en las que el último escaño baila y la lista por la que se decante puede ser determinante para el resultado final. «Va a haber diputados que se van a pelear en un pañuelo de menos de mil votos», apunta uno de los responsables electorales del PSOE.

Ante semejante escenario, los cuatro candidatos no han tenido más remedio, con la excepción por ahora de Pablo Iglesias, que reforzar su actividad electoral en la recta final de la campaña. Las agendas han engordado y las horas de sueño adelgazarán. Se han multiplicado, sobre todo, las apariciones en los medios de comunicación, que en estas elecciones van a ser, sin duda, mucho más determinantes que lo mítines a la vieja usanza, cada día con menos afluencia.

Rajoy se prepara para dar el do pecho que reclama a sus militantes. Su equipo ha diseñado para los últimos cinco días una agenda repleta de actos electorales por la mañana y por la tarde, entrevistas casi diarias en radios y televisiones y hasta apariciones en programas de entretenimiento, El Hormiguero sin ir más lejos. «Estamos haciendo una campaña combinando territorio y medios de comunicación, detectamos el cansancio de la gente ante discursos largos», explican fuentes de la formación.

En puertas de las votaciones, el candidato del PP tira de todo tipo de recursos para incentivar el voto de su electorado y lograr, no sólo alcanzar el 30% de los sufragios, sino que ese porcentaje se traduzca en una subida en escaños que los populares no dan por hecha. «Vamos poquito a poco», confían en la dirección de los populares, donde ya se ha decidido llegar a la recta final con la tensión ensayada este fin de semana en Canarias y Lleida.

Queda menos de una semana y las previsiones del PSOE no terminan de cumplirse. La dirección del partido creía que en el ecuador de la campaña los sondeos empezarían a reflejar una cierta recuperación. De hecho, fuentes del equipo de estrategia aseguran que así ocurre en las que ellos manejan, un tracking diario que les sitúa, dicen, casi dos puntos por encima de Unidos Podemos en intención de voto, frente a los 1,4 de desventaja con los que iniciaron la contienda.

Con esos datos en la mano, los socialistas afirman que la victoria en escaños frente al partido de Pablo Iglesias está garantizada y que lo necesitan ahora es tratar de mermar en la medida de lo posible el triunfo de su rival en número de votos con un «calentón» final.

A partir de hoy buscarán así una movilización masiva, multiplicarán el número de actos y recurrirán a los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, muy solicitado por las federaciones a raíz de su utilización por parte de Iglesias, y Felipe González, que estará en la jornada de cierre con Pedro Sánchez en Madrid. Nada de centrar sus esfuerzos allá donde pueda haber escaños en juego. Su objetivo es sumar votos en todas las provincias, aunque no puedan traducirse luego en un diputado más. Saben que si Podemos les supera en papeletas, presionará más aún de lo que ya hizo tras el 20 de diciembre para tener la sartén por el mango.

Campaña descansada

Pablo Iglesias no se va a volver loco en la recta final de una campaña bastante descansada para él, a diferencia de los otros tres candidatos. Desde el viernes pasado y hasta mañana, que estará en Vitoria, no ha tenido ningún mitin. En su agenda solo tiene otros dos para cerrar en Jerez y en Madrid. El líder de Podemos ha concentrado su actividad electoral en los medios de comunicación audiovisual, y mantendrá esa línea en el último tramo.

El candidato de Unidos Podemos ha dado un viraje a su estrategia para atraer el voto útil de la izquierda, un giro que no es improvisado ni fruto de la casualidad. La primera semana de campaña la dedicó a remachar el que, cree, será el último clavo del ataúd socialista. Ahora, una vez que las encuestas dan por hecho que adelantará al PSOE, Iglesias apunta más alto, al PP, y el mensaje de los próximos días será que es posible ganar las elecciones y para eso intenta rebañar en todos los platos. El del centro y el de la izquierda; el de los jóvenes y el de «los abuelos» de sus votantes; el urbanita y el de los pueblos. Sabe que los restos en cada circunscripción gracias a la suma de fuerzas con IU y la confluencias pueden darle una victoria que, dicen en su equipo, ha dejado de ser una quimera.

La enorme trascendencia que Albert Rivera otorga a los últimos cinco días de campaña se refleja en el maratón de actos y contactos con los medios de comunicación que le aguarda. Pese a que durante toda la primera mitad de la campaña solo ha realizado un acto por día, mañana y el miércoles, además de varias entrevistas más en radios y televisiones, hará doblete de mitin y visitará en 48 horas Asturias, Cantabria, Burgos y Zaragoza, con la posibilidad no descartada de alguna parada en La Rioja y Álava. El líder de Ciudadanos trat de movilizar a los indecisos moderados porque las encuestas apuntan a un descenso de entre uno y cinco escaños y, lo que es peor para sus intereses, que no sería una fuerza determinante de cara a la formación de Gobierno

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