Juanma Moreno, Antonio Maíllo y Susana Díaz, durante el debate.

Un buen debate electoral a tres marcado por la corrupción y el paro

El primer careo televisivo entre Juanma Moreno, Susana Díaz y Antonio Maíllo no defraudó y tuvo momentos de gran intensidad

MARÍA DOLORES TORTOSA

Martes, 10 de marzo 2015, 01:49

Un debate tenso, vivo y ágil, hasta el punto de mantener atento al espectador durante más de hora y media, protagonizaron anoche el candidato del ... PP, Juanma Moreno Bonilla, la candidata del PSOE, Susana Díaz, y el candidato de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, a la Presidencia de la Junta. No decepcionaron. Los tres, que representan a los partidos con escaño en el Parlamento, cumplieron las expectativas pese a lo encorsetado de un formato con minutado estricto. Hablaron de sus propuestas, discutieron y hubo reproches duros, pero no obviaron abordar lo que realmente preocupa a los andaluces: el paro, la corrupción y los recortes en servicios sociales.

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Nadie sale derrotado, aunque no todos están contentos

Fue curioso que ninguno de los tres participantes mencionara ni una sola vez a los partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, de los que tanto se habla en foros y redes, aunque a la hora de pedir el voto al finalizar todos se delataron. Moreno pidió «un cambio sereno» para «mejorar todo lo que no funciona en Andalucía», para lo que reclamó el «voto útil» de los andaluces, en clara alusión a Ciudadanos. Susana Díaz solicitó el voto para que haya en Andalucía «un gobierno fuerte y estable sin dejar a nadie atrás»; y Maíllo demandó para IU el «voto de izquierdas».

En un plató decorado en tonos azules y moderado por la periodista Mabel Mata, los candidatos del PP, PSOE e IU, estaban muy nerviosos al principio, lógico porque era la primera vez para los tres.

Juanma Moreno intentó desde el minuto uno minar la confianza en la presidenta de la Junta, Susana Díaz. Moreno fue especialmente duro con Díaz en el bloque de la corrupción, donde dijo que los numerosos casos judiciales están «dañando la imagen de Andalucía». Incluso llegó a mostrar una foto en la que aparecen Díaz con Chaves y Griñán para reprochar a la candidata socialista que no haya obligado a dimitir a los dos expresidentes de sus escaños en el Congreso y Senado tras haber sido imputados por el Tribunal Supremo en el caso de los ERE. «La señora Díaz ha podido combatir la corrupción o taparla y ha decidido taparla», manifestó. «Si tanto le repugna la corrupción, ¿por qué no colabora con la Justicia, por qué no comparece en el Parlamento? Hasta seis veces lo hemos pedido», recriminó a la presidenta.

Díaz replicó con igual dureza. Obvió responder sobre Chaves y Griñán y también sobre un informe de la Intervención sobre anomalías en los cursos de formación que, según dijo Moreno, había recibido siendo presidenta el pasado año. Díaz dijo que su partido no lleva ningún imputado en las listas al Parlamento y preguntó a Moreno varias veces si él podía decir lo mismo de las listas del PP. El candidato del PP dijo que no eran imputados «por corrupción.

Susana Díaz no sacó a relucir de forma clara los casos que afectan al PP, como sí hizo Maíllo, pero ironizó al decir que escucha de forma muy atenta a Moreno sobre corrupción porque es «una autoridad al haberse criado en la calle Génova, cerca de Luis Bárcenas y al hacer un posgrado» con la exministra de Sanidad, Ana Mato. También insinuó que Moreno cobró sobresueldos del PP, algo que este negó. Maíllo colocó en este debate una de las perlas de la noche: «Estáis hasta arriba de corrupción los dos» y les instó a pedir perdón. El candidato de IU recordó a Moreno la investigación sobre financiación ilegal del PP y le preguntó que por qué el Gobierno de Rajoy no aprueba una ley de subvenciones de los partidos. A Díaz le espetó que con IU en el Gobierno «ha habido corrupción cero» y le acusó de echar a su partido de la Junta por negarse a comisiones de investigación sobre los cursos y el Gürtel andaluz. Los reproches en el bloque económico se centraron sobre el paro y las políticas de empleo. Moreno puso en evidencia los 33 años de gobierno socialista y la mayor tasa de paro de España. ¿Que es lo que ha fallado con tanto talento cómo ha habido en Andalucía?, lo que ha fallado son las recetas». Criticó que la Junta desperdiciara 800 millones de euros en políticas de empleo, parte devuelto al Estado.

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Díaz dijo que era falso y acusó al Gobierno del PP de Rajoy de negarse a poner en práctica un plan de empleo para Andalucía. Tanto en este bloque como en el último de servicios sociales, Susana Díaz insistió en hacer ver dos caminos para Andalucía, uno el del «sufrimiento» de los ciudadanos, dijo, que es el que propone Rajoy con recortes y sacrificios, y otro el que defiende de «crear empleo y blindar los derechos de las personas», como los de sanidad y educación públicas. En educación Moreno reprochó a Díaz las aulas prefabricadas y en sanidad las listas de espera en hospitales y los compromisos de infraestructuras que no se han hecho. Díaz defendió

Rifirrafes

Ambos tuvieron varias rifirrafes desde el principio, saltándose el turno, pero sin llegar a la bronca. «Usted tiene la cabeza en otro sitio», dijo Moreno a Díaz. «No, la tengo sobre los hombros», le respondió la socialista. «¿Por qué habla de España, por qué no de Andalucía?, le preguntó Moreno, quien incluso contó hasta 22 las veces que la presidenta mencionó al Gobierno de Rajoy. «Es que los andaluces somos españoles, Juan Manuel», replicó Díaz.

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Los tres candidatos hicieron alusión a sus progenitores y a sus orígenes como hijos de trabajadores. Moreno recordó que es hijo de emigrantes y de autónomos, para defender que sabe lo que dice cuando los defiende. Díaz recordó que su padrino es fontanero como su padre y Maíllo, en tono irónico, dijo que no quería ser menos y recordó que es hijo de un talabartero. El candidato de IU llegó a preguntar al candidato del PP: «No entiendo como usted es de derechas siendo hijo de un emigrante».

Pese a todo el debate fue más de guante blanco que bronco. Todos además lograron intercalar sus propuestas y promesas en medio del rifirrafe.

En el debate de ayer en Canal Sur hubo otros protagonistas, los que quedaron fuera y a los que las encuestas le dan una importante presencia en la futura cámara andaluza: Podemos y Ciudadanos. Los dos partidos tendrán ocasión de participar en un futuro debate con PP, PSOE e IU, pero no con sus presidenciables.

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