Esquiar en Sierra Nevada: los pueblos con más encanto

Sierra Nevada no es solo de las mejores estaciones de esquí de las que se puede disfrutar en la Península Ibérica, sino que además está situada en un magnífico entorno, rodeada de naturaleza, pero también de atractivas localidades. Por lo que más allá de la práctica deportiva, se puede aprovechar la excursión para visitar o incluso elegir alojarse en alguno de los muchos pueblos con encanto que rodean o están más o menos cerca de sus pistas.

En las faldas de la ladera sur de Sierra Nevada, se extiende la región conocida como La Alpujarra, una zona histórica de Andalucía y de singular belleza, que se caracteriza por el contraste del verde de la naturaleza con el blanco de sus pueblos. La Alpujarra alberga algunos de los pueblos más bonitos, no solo de Granada, sino de España. Entre ellos están los que tienen el reconocimiento oficial de la asociación que los nuclea, como Pampaneira, Capileira y Bubión.

Los tres parecen detenidos en el tiempo, conservan su aspecto bereber y están repletos de desniveles y pequeños rincones por descubrir. Los tejados planos (terraos) y los pasadizos (tinaos) entre calles o viviendas hechos de piedra y madera de castaño son típicos detalles de sus construcciones blancas. Forman parte del Conjunto Histórico del Barranco de Poqueira, por su ubicación sobre este accidente geográfico y se pueden recorrer subiendo una misma ruta escarpada (A-4132). Son el corazón mismo de La Alpujarra.

Sin salir de la ladera sur, antes de trepar tan arriba de la Sierra Nevada y de acercarnos un poco más al Mulhacén, el pico más alto de España, a sus pies se encuentra Órgiva, localidad en la que vive el principal núcleo de población de la comarca. Una población bastante particular, formada en gran parte por británicos, franceses, suecos y holandeses, muchos de ellos amantes del estilo de vida hippie.

La iglesia parroquial Nuestra Señora de la Expectación con sus dos torres gemelas, la Casa Palacio de los Condes de Sástago, la ermita de San Sebastián o su biblioteca pública son algunas de las joyas que se pueden visitar en el pueblo cuya fiesta patronal se celebra en pleno invierno, el 20 de enero, en honor a San Sebastián.

Nos vamos a la vertiente norte del Parque Natural de Sierra Nevada. Allí, a media ladera del cerro del Calar, nada menos que a 1.100 metros de altitud y muy cerca de las pistas (25 km) pero también de La Alhambra (16 km), en el mismo término municipal de Sierra Nevada, se encuentra Güéjar Sierra.

Es el típico pueblo de montaña y uno de los ubicados a mayor altitud en España, con grandes desniveles y salpicado por arroyos de agua cristalina. Desde Güejar Sierra parten muchas de las rutas de senderismo de media y alta montaña que llegan a Sierra Nevada. La localidad alberga un tramo del antiguo trayecto del tranvía, lleno de túneles y puentes y cuyas antiguas paradas se han reconvertido en lugares de visita obligada en verano por sus pozas de agua fresca y limpia y su rica gastronomía.

Un poco más alto todavía, a 1.200 metros y en la comarca de Guadix, donde nace el río Alhama, está Lugros, municipio conocido por su Bosque Encantado, también llamado Dehesa del Camarote, un paraje espectacular repleto de arces, castaños, cerezos silvestres, fresnos, robles o quejigos que cambian de color en cada estación y que en otoño se tiñen de ocre y en invierno de blanco nieve. Desde la propia Sierra Nevada se organizan excursiones a este enclave de ensueño.

Esquiar en Sierra Nevada es ya de por sí un gran plan para la temporada de frío. Pero si además lo podemos completar con visitas a los pueblos con más encanto de sus alrededores, de los que aquí solo mencionamos algunos, el programa es casi perfecto.