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La creación de empleo se frena con fuerza en el peor verano desde 2013

La creación de empleo se frena con fuerza en el peor verano desde 2013

Se generaron una tercera parte de los puestos de trabajo de hace un año mientras el paro apenas cayó en 16.000 personas, una décima parte de lo que lo hizo en 2018

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Jueves, 24 de octubre 2019, 09:10

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La desaceleración del mercado laboral es ya un hecho. Así lo constatan los datos de la EPA del tercer trimestre publicados este jueves, que refleja cómo ha ido el empleo precisamente en una de las mejores épocas para ello, el verano. Y sí, aunque se han creado puestos de trabajo entre julio y septiembre y ha bajado el paro, se trata de cifras muy discretas que nada tienen que ver con las de los ejercicios precedentes.

El número de ocupados aumentó en 69.400 personas respecto al trimestre anterior, lo que supone un alza de apenas un 0,35%, prácticamente una tercera parte de lo que se incrementó el año pasado -cuando en esta misma época se crearon 183.000 empleos- y el peor dato desde 2013. Peor aún es la cifra en términos desestacionalizados (sin tener en cuenta los efectos del calendario), puesto que se constata la congelación del mercado laboral al registrarse una variación trimestral del 0,09%.

De igual manera, el paro, que aún se encuentra en niveles muy elevados pese a que ya ha pasado un lustro desde la recuperación económica, ha disminuido en poco más de 16.200 personas, una décima parte de lo que cayó en 2018 y la cifra más baja desde 2012. El dato desestacionalizado es también más preocupante, puesto que en este caso el desempleo se elevó un 1,7% respecto al trimestre anterior. Así, la tasa de paro cae apenas una décima, menos de lo esperado, hasta el 13,92%, aunque cabe resaltar que es la primera vez en diez años -concretamente desde el cuarto trimestre de 2008- que se sitúa por debajo del 14%.

Detrás de esta menor caída del paro (muy inferior a los puestos de trabajo generados) está, además de la desaceleración económica, el incremento del número de activos (personas en edad y disposición de trabajar, ya tengan empleo o lo estén buscando), que aumentó en 53.200 personas hasta situarse en los 23 millones, el máximo en seis años.

Y no parece que se trate de un enfriamiento del mercado laboral circunstancial, fruto de un mal trimestre, sino que este comportamiento se extiende a todo el año. En los últimos doce meses, el empleo ha crecido en 346.300 ocupados, lo que supone 130.000 puestos menos que en 2018, cuando se acercaron al medio millón que prometía el Gobierno de Mariano Rajoy. Este frenazo ha impedido sobrepasar la cifra simbólica de los 20 millones de ocupados y aún estamos en los 19,87 millones, casi un millón menos que en 2007, cuando tocó máximos. El ritmo, por tanto, disminuye desde el 2,5% (en 2016 incluso superaba el 3%) hasta el actual 1,7%, por debajo del avance del PIB.

Detrás de esta ralentización está una época convulsa marcada por la parálisis política que hay en España y el conflicto catalán, pero también por acontecimientos externos como la guerra comercial, el 'brexit' o la quiebra del touroperador Thomas Cook, que puede hacer mella en la principal fuente de ingresos del país: el turismo.

La comparativa anual también evidencia el menor ritmo de reducción del paro, que pasa de una caída del 7,4% en 2018 al 3,3% actual: hay 111.600 desempleados menos, es decir, en un año la caída es incluso inferior a la que se registró en el tercer trimestre de 2018, con lo que el número total de desempleados no logra bajar de los 3,2 millones. De hecho, ya hay muchos organismos y expertos que hablan de una convergencia con el paro estructural, el crónico.

Menos mujeres trabajando

Las grandes perjudicadas de este frenazo laboral son las mujeres, ya que el poco empleo que se ha creado ha ido a parar a los hombres, mientras que la ocupación femenina ha bajado en 4.900 personas. En esta misma línea, entre julio y septiembre el paro se redujo entre los hombres (33.700 menos), mientras que para ellas aumentó en 17.400.

Por otro lado, la creación de empleo registrada en el tercer trimestre se repartió casi por igual entre el sector privado, que incrementó su plantilla en 35.200 personas (+0,2%), resultado de las dos últimas ofertas de empleo históricas, y el sector público, que generó 34.200 empleos (+1%) respecto al trimestre anterior. Es decir, que en plena desaceleración la Administración creó la mitad de todo el empleo en verano, mientras que las empresas solo consiguieron crear 35.000 empleos, muy lejos de los 130.000 de un año atrás, cuando ya se hablaba de una ralentización.

La buena noticia viene de la mano de la industria, que es el sector que se está impulsando con más fuerza (un 3,3%, el doble que la media) y creó 54.800 puestos este trimestre, aunque a la cabeza se sitúa como siempre el sector servicios (que sumó 87.700 ocupados), pese a que comercio y educación se comportaron mucho peor que el pasado año. La construcción, en cambio, destruyó 6.500 empleos.

Los hogares con todos sus miembros en paro vuelven a superar el millón

El número de hogares que tienen todos sus miembros activos en paro aumentó en el tercer trimestre de 2019 en 17.200, hasta un total de 1.010.000, según los datos de la Encuesta de Población Activa. Del total de estos hogares, 270.000 son unipersonales.

Por su parte, el número de hogares en los que todos sus miembros activos están ocupados se incrementó en 61.200 y se situó en 10,7 millones, de los que 1.981.400 son unipersonales. En comparativa anual, el número de hogares con todos los activos en paro se ha reducido en 73.700, mientras que los que tienen a todos sus activos ocupados ha aumentado en 156.400. En el tercer trimestre el número de hogares creció en 32.700, hasta los 18,7 millones, de los que 4.836.600 son unipersonales.

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