España recauda un 8,5% más en impuestos verdes tras el parón de la pandemia

La cifra, no obstante, sigue por debajo de los 22.000 millones de euros que se superaron en los dos años previos al estallido de la crisis sanitaria (2018 y 2019). Y siguen situando a España a la cola de las grandes economías europeas en recaudación medioambiental.

De hecho, este tipo de tributos supusieron el pasado año el 7,2% sobre el total de impuestos de la economía española, por debajo del 7,6% de 2020, según los datos adelantados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los datos corresponden a un ejercicio en el que el Gobierno de Pedro Sánchez esperaba reconducir la situación, incluyendo dentro de su esperada reforma fiscal nuevas medidas que, según el comité de expertos, permitirían recaudar entre 5.900 y 15.000 millones de euros más con una nueva fiscalidad verde. Sin embargo, el estallido de la guerra en Ucrania dejó esos planes en el cajón.

Entre las medidas que se barajaron entonces destacaba la eliminación de la bonificación al diésel para igualar su fiscalidad a la de la gasolina, además de crear nuevas figuras sobre el acceso al gas, los fertilizantes nitrogenados y sobre los billetes de avión. Un tributo, este último, que acabaría afectando a los pasajeros y con el que se esperan recaudar unos 951 millones. El plan también incluye un impuesto al queroseno (que actualmente no cuenta con fiscalidad) en los sectores de aviación, marítimos y agrarios.

De la cifra total recaudada con los impuestos ambientales en 2021, los hogares españoles asumieron el 44,4% del pago de estos impuestos. En concreto, abonaron 9.449 millones de euros, un 8,5% más que en 2020. Por su parte, las ramas de actividad pagaron el 55,6% del total de impuestos ambientales.

Hay que tener en cuenta que el INE agrupa este tipo de gravamenes en tres cate gorías: impuestos sobre la energía, que en 2021 representaron el 82% del total, transporte (13,1%) e Impuestos sobre la contaminación y los recursos (4,9%).

Todos ellos registraron notables crecimientos respecto a 2020. En concreto, los impuestos sobre la energía se incrementaron un 8,9% hasta los 17.434 millones de euros, mientras que los del transporte subieron un 5,8% hasta los 2.784 millones y los Impuestos sobre la contaminación y los recursos un 9,9% hasta los 1.047 millones de euros.

Las ramas de actividad que pagaron más impuestos ambientales en 2021 fueron Transporte y almacenamiento (17% del total) y Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y agua e Industria manufacturera (10,6%). Por el contrario, las que menos abonaron fueron Industrias extractivas y Agricultura, ganadería, selvicultura y pesca (con el 0,9% y 1,3% del total, respectivamente).