La falta de microchips hunde un 25% la producción de vehículos en España

Los datos no dejan lugar a dudas. Durante los ocho primeros meses de este año, la producción de vehículos en España se ha hundido un 25,3% si se compara con el mismo periodo de 2019, el año previo a la pandemia, hasta contabilizar un total de 1.414.240 unidades. Si los datos se comparan con 2020, la subida es del 11%. Una mejora extremadamente limitada si se tiene en cuenta que compara con un periodo en el que casi durante dos meses y medio la producción se paralizó por el cierre temporal de las fábricas frente a la pandemia.

«El desabastecimiento de los microchips en todo el mundo está provocando un fuerte efecto en cadena que afecta gravemente a la producción y al abastecimiento de nuevos vehículos», indica José López Tafall, director general de Anfac. «Lo que parecía un desequilibrio coyuntural se ha convertido en el escenario para los próximos 10-12 meses, al menos. Y esto en un momento en el que la recuperación era prioritaria para el sector», insiste.

Si las referencias se observan con un análisis mensual, el espacio para el optimismo es todavía menor. En julio se fabricaron 140.625 unidades, lo que supone un 41% menos que en el mismo mes de 2020 y un 42,5% que en 2019. La tendencia continuó en agosto, cuando se fabricaron 68.038 vehículos. La cifra es un 39% inferior respecto a agosto de 2019 y del 15,5% frente al mismo mes de 2020.

Es cierto que la producción en estos meses de verano suele ser más baja en las fábricas españolas. Pero resulta evidente que la falta de microchips ha condicionado de fomra notable estas recientes cifras. De hecho, desde Anfac insisten en que «en los últimos cuatro meses el ritmo de crecimiento contra 2020 se ha reducido en 28 puntos porcentuales, un reflejo del impacto que el desabastecimiento de semiconductores está causando en el sector de la automoción».

Ante este contexto, las fábricas españolas se han visto obligadas a paralizar líneas de producción y a realizar ajustes en los turnos, en función del abastecimiento de microchips. «Las previsiones indican que el ritmo de fabricación de estos componentes no se ajustará a la demanda del sector de automoción al menos hasta finales del primer semestre de 2022», indican los expertos.

Esta situación se repite en el resto del continente europeo, donde la reducción de las matriculaciones está a la orden del día por la caída de la demanda y la propia escasez de producto. De hecho, y según los datos que maneja Anfac, en los últimos dos meses de julio y agosto, Francia ha reducido sus entregas un 23,3%, Alemania un 27%, Italia un 20% y Reino Unido un 27,5%. Ninguno de ellos ha logrado recuperar las cifras de ventas previas a la pandemia.