Mobile de Barcelona: «Era imposible celebrar esta edición»

Los organizadores del Mobile World Congress de Barcelona han señalado esta mañana en cualquier caso que el certamen de este año, que debía abrir sus puertas en la capital catalana entre el 23 y el 27 de abril, «era imposible celebrarlo». Según han expuesto en su primera comparecencia pública desde que hace una semana empezaron a darse de baja algunas de las principales empresas participantes, se trata de una situación de «fuerza mayor». «Es imposible para nosotros realizar este evento teniendo en cuenta la coyuntura y las causas de fuerza mayor», ha afirmado el director general de la GSMA, Mats Granryd. Los organizadores han argumentado cuestiones de «salud y seguridad» y también de «reputación». «Cancelamos por el coronavirus y por otras circunstancias», ha señalado el consejero delegado de GSMA, John Hoffman.

Hoffman ha apuntado el hecho de que durante cuatro días viajan a Barcelona unos 8.000 altos cargos de las compañías más relevantes del sector y no podían hacerles pasar por la situación de tener que someterse a medidas preventivas de posibles «cuarentenas». GSMA llegó a barajar la posibilidad de reducir el tamaño de la feria o incluso aplazar la fecha de celebración. La reducción era una buena opción, según los organizadores, pero los participantes les advirtieron de que no asistirían. En relación al aplazamiento, han apuntado que es «imposible predecir» cuándo remitirá esta situación. La próxima edición del Mobile se celebrará el año que viene. El contrato entre GSMA y La Feria de Barcelona estipula que el certamen se quedará en la capital catalana hasta 2023.

Los organizadores han negado que el goteo de bajas de empresas, en torno a una treintena antes de que GSMA anunciara la cancelación, tenga que ver con la guerra comercial contra las compañías chinas. Así por ejemplo, estos días se está celebrando una feria similar sobre tecnología y el mundo audiovisual en Ámsterdam y no ha habido ningún problema ni ninguna empresa ha causado baja. Hoffman ha evitado comentarios sobre otros eventos ajenos MWC. También han evitado cuantificar el coste económico, en materia de indemnizaciones, de su decisión. Pero al esgrimir motivos de «fuerza mayor» ya está avisando que no tiene intención de asumir el coste de las indemnizaciones. Se trata de indemnizaciones millonarias, pues estaba previsto que participaran unas 2.800 empresas en la edición de este año. La treintena que habían decidido no acudir ya asumen el coste al darse de baja previamente. Pero el resto, podrían reclamar indemnizaciones millonarias.

Los organizadores no tienen intención de pagar o al menos tratarán de reducir al máximo los costes y que quien asuma las cargas sean las aseguradoras, alegando causa mayor. «Es una causa de fuerza mayor y por lo tanto los términos de los contratos con las empresas estarán basados en lo que diga su contrato sobre situaciones de fuerza mayor», ha dicho Hoffman. «No podemos especular qué tipo de contratos hay y sugerimos que cada uno se mire el suyo», ha avisado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha decretado aún que sea una pandemia global y el Ministerio de Sanidad ha apuntado que «no son razones de salud pública en España las que han motivado la cancelación del Mobile». Pero el GSMA ha justificado su argumento en que existen «varias declaraciones tanto del centro europeo ECDC, y de otras instituciones, que van en línea con la decisión que hemos tomado». «No se trata de dinero, se trata de salud», han insistido.

Los organizadores anunciaron ayer la cancelación después de una reunión de su comité, formado por 26 empresas y operadores de la industria móvil, entre las que se encuentran Telefónica, Orange, Vodafone, Deutsche Telekom, Telenor, Verizon, NTT Docomo, AT&T y Turkcell. Las cancelaciones mpezaron el martes 4 de febrero con LG. Desde entonces, el listado incluyó a Ericsson, Sony, Intel, Cisco, McAfee, Rakuten, Nokia, British Telecom, Nvidia, Amazon, TCL, Gigaset, Unidigi, Vivo o Facebook, entre otras. «Hoy es un día oscuro, muy decepcionante, pero sabemos que el sol volverá a brillar», ha señalado John Hoffman.

Las autoridades de las tres instituciones implicadas, el Gobierno central, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, han lamentado la decisión de los organizadores, han afirmado que la comprenden y la respetan, pero en ningún caso han asegurado que la compartan. Las instituciones señalan que se trata de un estado de alarma global pero en Barcelona, Cataluña y España no hay que temer por la cuestión del coronavirus porque no se ha registrado ningún caso. «No hay situación de alarma sanitaria en Barcelona, pero hay una alarma global», ha afirmado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, ha descartado la existencia de un peligro de seguridad pública por el coronavirus en España y se ha referido a este caso como una «epidemia de miedo».