Edición

Borrar
El Rey junto al ministro de Seguridad Social a su llegada al congreso. Efe / ATLAS

Uno de cada cuatro empresarios españoles reducirá su plantilla en 2021

La confianza en la economía se desploma y las empresas familiares prevén que la situación no vuelva a niveles precrisis hasta 2022

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 26 de octubre 2020, 10:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La confianza de los empresarios en la economía está bajo mínimos. El Instituto de la Empresa Familiar (IEF) celebra telemáticamente este lunes y martes su XXIII Congreso Nacional bajo el lema 'La fuerza de la recuperación', pero la mayoría de los empresarios no confía en que llegue pronto. Por ello, durante la apertura de las jornadas, el Rey pidió que no caigan en el pesimismo a pesar de la «gran incertidumbre» en la que está sumido el país debido a la pandemia, e hizo un llamamiento a «unir fuerzas» entre instituciones y empresas para poder salir adelante.

Felipe VI aseguró que el virus es un «inmenso reto» para España, por lo que instituciones, empresas y familias tienen que demostrar su capacidad y voluntad para unir fuerzas y encontrar soluciones que procuren atender tanto el corto como el medio y largo plazo«.

Y es que la crisis del coronavirus ha roto los planes de miles de empresas en España. Así lo revelan los resultados de la encuesta realizada por el IEF -un club que asocia a algunas de las empresas más poderosas del país, que explican el 60% del empleo del sector privado-, donde la media de los participantes valoran con un 4,1 sobre 10 la situación económica actual, un dato que no se veía desde 2013, en plena crisis económica.

Desde 2015 los empresarios habían dado su aprobado a la situación del país, y el año pasado esta valoración llegó al 5,3, más de un punto por encima de la actual. Las razones son la incertidumbre en torno a la recuperación. Así, solo un 1% de los encuestados cree que crecimiento a corto plazo será intenso con una rápida recuperación del empleo, cuando el año pasado era más del 30% los que opinaban así. En esta ocasión, la inmensa mayoría de los participantes (68%) creen que habrá un crecimiento frágil de la actividad sin creación de empleo.

Y las cifras económicas siempre tienen un reflejo directo en el empleo. Solo un 10% del conjunto del empresariado considera que en 2021 aumentará su plantilla, frente al 27% que cree que tendrá que recortar y el 63% que la mantendrá. Desde que la encuesta comenzó a realizarse en 2012, no había nunca marcado un nivel tan alto de empresarios dispuestos a recortar empleos.

Respecto a cuándo creen que recuperarán su nivel de actividad e ingresos anteriores a la pandemia, más de la mitad de los empresarios (53%) considera que será a partir de 2022, dando el año que viene también por perdido. «Tenemos que poder dar más esperanza, que poder alinear toda esa energía y voluntad que tiene nuestra sociedad para salir adelante y que en unos años podamos sentir el orgullo y la gratitud de haber superado este inmenso reto», animó el monarca durante su intervención.

Garamendi pide «cambios profundos»

Por su parte, el presidente de los empresarios (CEOE), Antonio Garamendi, reclamó un buen uso de los fondos europeos a través de un «cambio de estructura, un cambio profundo» para no caer en «errores del pasado». «Hay un riesgo de que estos fondos no se utilicen o se utilicen mal con proyectos de corto recorrido», que puedan dar lugar a un empleo «precario», advirtió.

Además, criticó la decisión de permitir a los ayuntamientos gastar 15.000 millones de superávit y pidió que no se destine ese dinero «en aceras o en subir salarios» sino que lo usen para quitar impuestos, como el IBI, a comercios, hostelería y hoteles. «Los ayuntamientos pueden echar muchas manos», dijo.

Sobre el estado de alarma, el presidente de la CEOE rechazó el planteamiento del Gobierno de una prórroga hasta mayo advirtiendo del «tremendo daño» que esto puede hacer a la economía, sobre todo a sectores clave como el turismo «al dar por hecho que ya no habrá ni Semana Santa», por lo que pidió que se haga con plazos más cortos y control parlamentario.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios