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De izquierda a derecha: José Manuel Pérez, Juanfran Soto, Alberto Amezcua, María Pérez y José Luis Hidalgo, con Jacinto Garzón al frente. J. I. C.
Los secretos de la marcha atlética accitana

Los secretos de la marcha atlética accitana

Jacinto Garzón dirige esta nueva hornada de talento liderada por María Pérez, la última campeona de Europa en 20k

JOSÉ IGNACIO CEJUDO

Martes, 15 de enero 2019, 15:01

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Se habla mucho de la escuela accitana de marchadores pero cuando en un festivo navideño se alcanza su templo, su pista, todo lo que se escucha es silencio y aves. Algunos jubilados aprovechan la mañana espléndida mientras van llegando los primeros chiquillos de la escuela de la Juventud Atlética Guadix. No tarda en hacerlo Jacinto Garzón, uno de los artífices de esta nueva resurrección del atletismo en la ciudad. Saluda a todos, felicita el año y entonces, sin hacer ruido ni romper la armonía bucólica, aparece entre todos una campeona de Europa que no ha dejado de ser María, María Pérez. Sigue siendo una más. Entre bromas, una treintena de discípulos se preparan para entrenar.

Jacinto Garzón ordena el calentamiento y se queda con María Pérez repasando el calendario que confeccionó la noche anterior para la Federación Española. «De julio a octubre estoy fuera», confirma la marchadora, con disgusto. Ya le tocó currar el primer día del año. En sus conversaciones con Alberto Amezcua, José Manuel Pérez, Juanfran Soto o José Luis Hidalgo, el resto del grupo de élite, Jacinto Garzón habla de porcentajes de forma como si fuesen dispositivos electrónicos. Cuando se le acercan los niños, cuestiona: «¿Estáis a mi disposición?». África, una niña descarada y dicharachera, asiente con gusto. Su complicidad con los mayores ejemplifica la hermandad de una escuela de 180 miembros. Un legado histórico.

Cuando se le pregunta el porqué del éxito de los marchadores de Guadix, Jacinto Garzón alude al espacio natural idóneo y a la inmensa tradición desde Manuel Alcalde. «Nunca hemos dejado de generar marchadores ni de beber de los anteriores», apunta. «La base de nuestra filosofía es la técnica. Soy un purista y dedico sesiones exclusivas intentando innovar continuamente. Luego está lo que denomino la 'Aspire Granada' –por la escuela de élite catarí–; nos rodeamos de gente granadina con un nivel formativo top, que a menudo ayuda desinteresadamente», desarrolla Garzón.

Valores

María Pérez, la última campeona de Europa en 20 kilómetros marcha, suma ya siete años entrenando en Guadix y no quiere que la muevan. «Nuestros valores de trabajo, esfuerzo y sacrificio no se pueden sentir en un CAR. Los estamentos deportivos han de valorar que no hace falta estar en un centro de alto rendimiento para obtener mejores resultados», reivindica. «Jacinto es además de un entrenador un amigo y me llevo bien con los pequeños, juego con ellos y hasta me tiro por los suelos. Nunca me ha gustado que me traten por lo que he logrado, sino por lo que soy», expresa. María Pérez, que espera competir en más pruebas este año, quizás en Granada, apostilla que no le gusta venir «y que cada vez falten más cosas». «Te enfadas. Es el momento de que los políticos propongan atletismo, no sólo la foto», golpea.

Alberto Amezcua, el mayor a sus 26, cuenta más años en la pista que fuera. Habla del «extraordinario grupo» que conforman como una de las claves. «Venimos a entrenar con ilusión, somos una familia», apunta. Tras una temporada «mala», pide al 2019 salud para reivindicarse con su mejor versión. Otro probado talento es José Manuel Pérez, o 'Chino'. «Prefiero este grupo a otros más amplios. Somos amigos. He descubierto cualidades en mí que desconocía», admite. Los más jóvenes son Juanfran Soto y José Luis Hidalgo, de 15 y 16 años, también cargados de medallas nacionales. «Me ilusiona pertenecer a un club reconocido mundialmente», subraya el primero. «Jacinto está siempre de nuestra parte», asegura el segundo.

«No dejamos de tener marchadores porque en la escuela se conocen entre todos. María Pérez y Alberto Amezcua hablan con los niños, se preocupan y los ven crecer, y ellos aprenden observando», señala Garzón, reconocido internacionalmente por su trabajo. «Estas nuevas generaciones son grandes transmisores de valores. Quieren ser como ellos», insiste Jacinto Garzón, quien tiene claro que el camino de sus atletas hacia Tokio ha de discurrir «sin presión, paso a paso, y disfrutando con lo que se hace».

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