Vértigo y pasión en el circuito de Fuente Alta

Algo menos de cien corredores se inscribieron para este reto, uno más en el marco de los que se celebran durante los meses de verano en Sierra Nevada, y parte del circuito de la Diputación de Granada. Las distintas carreras terminaron agrupadas en dos mangas, con cierto retraso por un problema eléctrico, y así partieron primero los grupos de edad de 30, 40, 50 y 60 años junto a las dos mujeres participantes y más tarde, a las doce y media del mediodía, los 'élite' junto a los júnior, los cadetes y el sub-23 Antonio Castro.

Más arriba de la salida, ya en pleno circuito de Fuente Alta, bastantes aficionados a este 'mundillo' y familiares de los propios corredores, entre ellos varios padres orgullosos de sus hijos, pequeñas fieras sobre ruedas que lo han aprendido todo de ellos. Todos imprimieron sus ánimos durante las carreras, como un chiquillo que desde un merendero jaleaba con chillidos desesperados como si la tierra se tragase al 'rider'. Se sucedían las carreras trepidantes en situaciones de vértigo, a punto de todo y sin embargo siempre en pie. Alguno, al paso por la curva de los amigotes, hasta se soltó de manos. «¡Vacilón!», le regañó un veterano que parecía ejercer de 'coach'.

Los fanáticos daban sus propios empujones en las subidas y se dejaban admirar en los descensos, donde una mala cabeza anticipaba el peor desenlace posible en el espectador menos habitual. Los participantes daban vueltas y vueltas rascando segundos a sus mejores registros, conscientes de su propio margen de mejora. Uno que parecía haber pinchado, ensombrecido el gesto, se repuso con un caballito y un «los pillo en un momento», como hizo. Las viejas leyendas de la BTT, ya al otro, tras la barrera, saciaban su sed de adrenalina con la valentía de sus herederos, quienes tomaron su relevo, mientras recreaban escenas épicas de tiempos mejores. Todos tuvieron palabras de reconocimiento para los más pequeños, los cadetes, que partieron en la misma manga que los 'élite' y no se quedaron atrás, veloces ellos también. «¡Qué planta tiene el niño! Es bueno, muy bueno», admiraban.

Raúl Reyes (Semar) se hizo con la victoria en el grupo de 30 años con un tiempo de 57:42, diez segundos por delante de Antonio Gutiérrez (Filabres Bikeshop). Antes, también en la primera manga, alcanzaron la meta Antonio Segura (Ogíjares) y Rafael Guillén (Semar), de los grupos para 60 y 50 años, con tiempos de 55:30 y 43:11. También estuvo competida la categoría de 40 años con victoria para Juan Moya (Manzanares-Berria) en una hora y 49 segundos. Entre las mujeres, la cadete Duna Rodríguez (Bikes Armilla) se impuso en 54 minutos y 22 segundos a Mari Carmen Arellano (Lemon Team). «Este circuito tiene de todo, es muy divertido», expresó la ganadora.

En la esperada carrera 'élite' se impuso Nacho Ruiz (Espejo Bike) sobre Alejandro 'Ango' López (Lásergran-Silverback), en 1:19:13 y por sólo dos segundos. «Era muy difícil soltarle en un circuito técnico que se le da tan bien, ha sido todo muy bonito», expresaba el ganador, con su maillot rasgado por una rama. También tuvieron ese honor Víctor Marín (Filabres Bikeshop) entre los júnior en 1:05:27 y Ángel Larios (Sin Frenos Bike) como cadete en 42:37. «Fui regulando poco a poco y aunque la altitud cansa el circuito es de lo mejor que hay», reconocía el primero. «Fui aflojando en la segunda vuelta porque no podía más, es duro hacer tantos kilómetros», concedía por su parte el 'chavea' de Maracena. Antonio Castro (Ciclismo Total-Bike Campotéjar) fue el único sub-23 y completó la prueba en 1:26:28.