Los corredores de la minisubida hacen pasillo al vencedor absoluto, Rachid El Morabity. Ramón L. Pérez

Atletismo

Subida al Veleta
Rachid El Morabity hace cuerda la locura

El 'depredador' del desierto devora a sus rivales en la mítica subida al pico de Sierra Nevada y renueva el título mientras Alejandra Sánchez Massa triunfa en femenino

Domingo, 4 de agosto 2024, 11:19

Rachid El Morabity cumplió el pronóstico y revalidó la corona en la legendaria Subida al Veleta, que cumplió 40 ediciones desde que un día se ... le ocurriera al popular atleta de fondo Enrique Carmona, de Maracena, organizar una prueba de ultrafondo que sumara, a los 50 kilómetros del duro recorrido, el sol del agosto veraniego, las rampas del elevado porcentaje que llevan hasta la estación y la abandonan en busca de la máxima altitud, los tres mil metros, y revientan también a los intrépidos ciclistas, en el equilibrio del esfuerzo físico al límite del deporte con la belleza del macizo granadino.

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Y es que el corredor marroquí ya venció en la anterior edición con dominio aplastante. Apodado el faraón o rey del desierto entre otros motes, diez veces ganador del Maratón des Sables y acostumbrado a transitar por la arena más inhóspita y cruda, El Morabity devoró a sus rivales sin piedad.

Tomó la delantera para escaparse en solitario en busca de la meta, once kilómetros antes le esperarían los participantes de la minisubida, para hacerle pasillo al campeón, aplaudirle y animarle en la última rampa, para que disfrutara del momento con todos los honores.

Merecía su aliento. Lideró con fuerza y garra la subida hasta el corte de la cinta. Para ser el héroe entre los héroes, porque ya cobra el calificativo de gesta el simple hecho de acabar la carrera, 50 kilómetros que separan a Granada del Veleta que, corridos por un ser humano, tal ocurrencia sería tratada como locura. Pero Enrique Carmona demostró antes que era posible, que se trata de un desafío cuerdo y real, sueño realizado a buen ritmo, con un crono que mejoró con el tiempo y el transcurso de las 40 ediciones, en el aniversario hoy de la carrera internacional más cruel del calendario.

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Richad El Morabity culminó la prueba en solitario, con un registro de 3.54.43, vencedor absoluto aunque pertenece a la categoría M40, por delante de Ignacio Morón, del Caja Rural, de la M50, que hizo segundo con 04.03.48, Samuel Palomera (Serrano Club de Atletismo), con 04.09.20, tercer clasificado y primer senior masculino, Jonnathan Aguilera, del mismo club que lleva su nombre (04.15.12), cuarto y M35, y Miquel Bas (Capurutxo La Font de la Figuera), con 04.15.39, quinto, también senior.

En categoría femenina, la victoria quedó en poder de Alejandra Sánchez Massa, con un crono de 05.02.22, más de una hora después de que El Morabity alcanzara la línea de meta, lo que no resta ni un ápice a su hazaña entre las mujeres.

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Sánchez Massa compartió lo más alto del podio en la categoría femenina con Esperanza López Centella, que tuvo una marca de 05.35.55, siendo segunda por delante de Mayte Vera Parra, cuyo tiempo se fue al 05.59.14.

Relevos y minisubida

La Subida al Veleta se complementa con una modalidad de relevos y una minisubida, a once kilómetros del final, en la que le hhicieron pasillo al vencedor absoluto El Morabity. Los relevos están orientados a todas aquellas personas que son corredores, pero que ven en la prueba larga de 50 kms. una distancia excesiva para su condición física. Por ello se les ofrece esta opción, en la que los atletas forman equipos de dos corredores, donde cada uno de ellos hace un tramo de la prueba. Hay categoría masculina, femenina y mixta y cada atleta lleva un dorsal y pulsera exclusivos para su modalidad, el cual lo identifica como corredor relevista.

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Los atletas que participan en relevos optan a la clasificación general sólo en su modalidad, quedando excluidos del resto de categorías. Asimismo, hacen el relevo (intercambio de pulsera) en el punto km. 23 de la ruta (25 de la prueba), coincidiendo con el cruce del Dornajo (desvío hacia la carretera antigua), donde hay un control de paso compuesto por jueces de la prueba. El relevo se hace intercambiando la pulsera, visible en todo momento, que entrega el corredor en carrera al compañero, que espera en la zona de intercambio.

El devenir por la zona de las Sabinas y las inmediaciones del CARD es uno de los tramos más duros, pues las largas rectas por las que discurre la prueba en ese momento, unidas al desnivel y a la visión constante del Veleta, tan cerca y a la vez tan lejos, crean frustración. Aquí el ir acompañado y hablando con otros corredores puede ser de gran ayuda.

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A la altura del km. 39 de carrera, y con más de 2.500 metros de altitud, con el paso de barrera de la Hoya de la Mora, se estableció la salida de la Mini Subida al Veleta, todo un clásico que acompaña a la prueba. Esos últimos once kilómetros son, sin ninguna duda, los más duros y emblemáticos. Ahí el andar es la constante en la mayoría de los casos de los que realizan la prueba larga, y que padecen la dificultad añadida de correr a altitud tan elevada. Y es que durante ese trayecto, se pasa de los citados 2.500 metros a los 3.400 que hay en la cumbre del Veleta. Una locura hecha realidad por cuerdos.

La historia de la Subida al Veleta, su pasado, con presente y futuro, la hace todavía más grande. La primera noticia gráfica, reflejada en la prensa, de un atleta con pretensiones de subir corriendo a Sierra Nevada data del 11 de marzo de 1983, según recogió el entrenador Paco Ruiz en este mismo medio. En aquel momento se refirió al caso de un granadino de Maracena, fue Enrique Carmona, que tenía el propósito de subir y bajar a la carrera de Granada a Sierra Nevada. Aunque esto finalmente no se llegó a realizar entonces, se corroboró más adelante tal intención, demostrándose que el organizador de la Subida al Veleta, que cumple 40 años, fue el único participante en finalizar veinte ediciones consecutivas de dicho evento en cuestión.

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Más adelante, por la estación veraniega de 1985, fue cuando tres granadinos y un valenciano realizaron la odisea de coronar el segundo pico más alto de la península. Se trataba de José Miguel Marfil, Manuel Vázquez, José Martínez y Francisco Fernández. Estos cuatro excelentes maratonianos iniciaron la subida a las seis de la mañana desde el Paseo del Salón de Granada por la carretera vieja, con el apoyo del Club Ciudad de Granada, que les facilitó el avituallamiento, y terminaron por besar las cumbres del Veleta en lo que fue, sin duda, una experiencia épica que les marcó para el resto de sus vidas.

Desde ese día hasta hoy, Rachid El Morabity ha dado un prestigio descomunal a la disparada idea de Enrique Carmona. Nada es imposible con empeño.

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