El Motril asalta el Miguel Moranto para salir de los puestos de descenso

Aunque acudían al Miguel Moranto con dudas y para medirse a un Huétor Tájar al que se le vislumbra un alto potencial, los visitantes sorprendieron desde muy pronto. Una desatención en defensa permitió que Toni García adelantase al Motril cuando apenas se habian jugado 100 segundos de duelo. Fue un duro palo del que al Huétor Tájar le costó recuperarse. Poco a poco fueron entrando en calor los jugadores de mejor pie en el cuadro panciverde, que se asomó sin acierto a la portería de Miguel Prieto.

A la falta de un minuto para el descanso cuando el marcador empezaba a enrocarse en el 0-1 e incluso el Motril había avisado en algún contragolpe, llegó el empate local, obra de Aguilar. Así, los hueteños lograron irse en pleno frenesí al paso por vestuarios y lo más complicado: volver de él con el mismo espíritu. Porque la reanudación fue una continuación que no pareció tener 15 minutos de por medio. El Huétor Tájar salió al segundo tiempo como si se acabase de celebrar el tanto de la igualada. A los nueve minutos del segundo acto, Víctor Armero ponía del revés el marcador. Era una falta muy lejana, pero no se lo pensó y le pegó con fuerza, superando la barrera y poniéndola en la misma escuadra.

La fiesta del Miguel Moranto estaba inaugurada con el mejor gol que probablemente se haya metido este fin de semana en toda la categoría. Pero el Motril, lejos de encerrarse, se propuso devolver el golpe y aguar la fiesta. Lo hizo en apenas cinco minutos. Los que aún se llevaban las manos a la cabeza por el gol de Armero, las dejaron ahí cuando vieron que el Huétor Tájar dilapidaba su recién adquirida ventaja en dos jugadas casi consecutivas. En el 61, Iker Burgos ponía el 2-2 en el marcador y solo tres más tarde, Toni García firmaba su doblete para volver a poner los tres puntos en manos de un Motril que, aunque con apuros, no permitió que hubiese más golpes. Y es que ya se conoce, quien pega primero suele hacerlo un mayor número de veces.