El Huétor Tájar rema con diez en Marbella para morir en la orilla

El partido ya empezó de mala manera para los intereses hueteños cuando Gato estrelló un balón en el poste y poco después fue Dago, un dolor de muelas para la zaga, quien abrió la cuenta marbellí en el minuto 11 de cabeza tras un pase del propio Gato. Aún así, no desesperó el cuadro panciverde, que fue creando peligro cuando bajaba el cuero al suelo en un duelo que había comenzado con un claro abuso del balón en largo. A pesar de que los granadinos no llegaban con demasiada claridad, se percibía que los locales no estaban cómodos con el desarrollo del partido, aunque defendían bien el área.

No fue un problema para Juanan Entrena, que hizo el gol de la jornada. Recibió en la frontal y el control no fue demasiado bueno, pues le separó del balón e hizo que un defensa se le echara encima. Pero reaccionando muy rápido, cargó la zurda y le pegó con muchísima violencia a la redonda, que se coló por la escuadra lamiendo el larguero. Una auténtica maravilla de tanto para empatar y hacer olvidar los primeros diez minutos de choque.

La segunda parte comenzó con mejoría hueteña, que pudo desplegar su mejor juego con balón, arrinconando a los locales. Pero fue una situación idílica que no duraría mucho. Dago y Gato siguieron intentándolo con escapadas a las que reaccionó bien Fidel, hasta que en el minuto 65 un contragolpe claro de gol tuvo que ser frenado por el propio portero. La roja no tuvo demasiada discusión y empezó un nuevo partido.

Con diez, los panciverdes defendieron cada pelota dividida y cada envío de los marbellíes al área con acierto. Saliendo desde el banquillo, Naranjo empezó a acumular paradas de mérito mientras que en ataque el Huétor Tájar iba perdiendo recorrido por el desgaste defensivo. En el descuento se mascaba la tragedia. Naranjo sacó bajo palos un remate seco de Gato, pero en el último minuto del añadido, el 95, Dago se pudo quedar solo tras un buen pase y encarar al joven portero, al que dribló con confianza para empujarla a un arco vacío. El Huétor Tájar pasó de soñar con la victoria tras el descanso a remar para conservar un punto que se hundió sin remisión cuando llegaban a la orilla.