Los héroes de Médula Swimming completan el reto de cruzar a nado la costa granadina

Así lo han difundido Dionisio Torre y Bart de Rooze en cada una de sus etapas. La última, la que abrochó la gesta, tuvo lugar el domingo pasado al amanecer pero desde el sábado por la noche ya esperaban algunos nadadores en La Rábita para unirse al grupo de los treinta valientes que nadaron desde allí hasta la Playa de Iguazú que delimita la costa granadina, con la almeriense.

Cuenta Dionisio, impulso de esta iniciativa junto con su amigo Bart, que antes de entrar en el agua, dos mariposas blancas pasaron junto a ellos en la orilla. «Como el preludio de lo que iba a ser una gran etapa porque nos encontramos un mar plato, incluso con una ligera corriente a favor y el agua cristalina. Parecía que estuvieras nadando en un acuario», bosqueja.

Nadadores de diversos rincones de Granada, de Almería y de Málaga los acompañaron en esta última aventura. También un grupo de kayakistas que se ofrecieron de forma desinteresada para acompañar al pelotón en sus más de diez kilómetros de recorrido. Y en la última parte, a dos kilómetros de la meta, los familiares se unieron también al grupo, con chicos de entre 12 y 14 años que, de forma espontánea, alcanzaron al grupo de Torre y De Rooze. «Les dijeron a sus madres que ellos también querían participar en la promoción de la donación de médula y sangre», explica el granadino.

Pero no acabaron aquí las grandes sensaciones. «Hubo algo más», despeja Dionisio. «En uno de los agrupamientos, un enorme y precioso pez luna se acercó a observarnos y estuvo con nosotros durante más de tres minutos con total tranquilidad y parsimonia… fue un momento muy especial», confirma. Como se presagiaba desde el comienzo, tal y como avisaron las dos mariposas blancas que les visitó en la orilla, el broche fue un exitazo: «Llegamos más de veinticinco nadadores a la Playa de Iguazú, en Albuñol, sobre las doce y media. Fue una satisfacción y una alegría para todos, muy grande».

Una comunión con la naturaleza, con la solidaridad y el deporte que ha salido a pedir de boca durante ocho etapas de auténtico esfuerzo. Casi un centenar de kilómetros nadados en aguas abiertas, con la complejidad que ello supone. Con etapas, algunas «muy duras, otras más cómodas». Y con momentos inolvidables: «En los reencuentros esperando a los más rezagados descubrimos continuamente cómo de hermosa es la costa granadina. Nos sorprendió a todos la Playa de Melicena y nos encantó recorrer una vez más la etapa de Maro a La Herradura por la Reserva Natural de Cerro Gordo». Y, como dice Dionisio Torre, gracias a un «estupendo equipo» que ha estado formado «por familias y nadadores que han apoyado de forma incondicional a esta iniciativa de Héroes hasta la médula para concienciar de la necesidad de donar médula y sangre para seguir salvando vidas», abunda.

Y ahora... 'Cycling'

Este reto Médula Swimming, que iniciaron a comienzos de verano el granadino Dionisio Torre y el belga Bart de Rooze, ha terminado por involucrar a casi un centenar de personas entre nadadores, familiares y amigos, quienes han puesto la semilla de una actividad que promete crecer exponencialmente de aquí en adelante. «No nos vamos a parar. Vamos a apoyar y a concienciar a nuestros vecinos y amigos malagueños y almerienses para que se haga lo mismo en sus provincias. Ya tenemos pensado recorrer desde Maro hasta Fuengirola en ocho etapas en septiembre para devolver el apoyo a los nadadores malagueños», cuenta.

E irán más allá todavía. «Ya estamos diseñando el 'Médula Cycling' para recorrer en etapas todos los pueblos de Granada, en invierno. Y en primavera, para no aburrirnos, tenemos el reto de nadar todos los pantanos granadinos», aseguran. Porque como les recordó una de las nadadoras del grupo, «cuando te mueves por el corazón, no falla nada». Qué gran verdad.