Un padre denunciado por gritar «maricón» en repetidas ocasiones a un árbitro que se declaró gay
Los hechos ocurrieron en Cúllar Vega y el club ya ha actuado; denunciado a la Policía, podría tratarse de un delito de odio
CÉSAR GUISADO
GRANADA
Martes, 12 de noviembre 2019, 01:33
El padre de un jugador de fútbol de trece años ha sido denunciado por el árbitro que estaba dirigiendo el partido en el que jugaba ... su hijo, por lo que podría ser considerado como un delito de odio. Según la denuncia presentada a la Policía Local de Cúllar Vega, este progenitor saltó al campo al término del encuentro para empujar al colegiado y gritarle en repetidas ocasiones «maricón». El padre tuvo que ser parado finalmente por el entrenador de su hijo. Desde el Cúllar Vega Base, club al que pertenece el denunciado en cuestión, ya se ha remitido un escrito a la Federación Granadina de Fútbol ofreciendo disculpas por lo sucedido y acatando la sanción que corresponda. El propio entrenador del equipo hizo lo propio en persona con el colegiado nada más suceder los hechos y el club manifiesta a esta redacción que el padre ya ha sido expulsado de las instalaciones. No así su hijo, «que no tiene culpa del comportamiento de su padre», explican.
Los hechos sucedieron este fin de semana, en la séptima jornada de la Tercera andaluza infantil de Granada, en el Municipal de San Miguel donde jugaron el Cúllar Vega Base y el Puerto de Motril. Los locales, que están en descenso, se imponían por 5-1 al líder pero los de la Costa le dieron la vuelta al marcador en los últimos minutos para llevarse la victoria por 5-6, lo que hizo que algunos padres en la grada se pusieran más nerviosos de la cuenta, cruzándose insultos al final.
Testigos de lo sucedido cuentan que el padre denunciado ya había llamado «maricón» al árbitro en varias ocasiones durante el transcurso del encuentro y que terminó de perder las formas cuando concluyó el mismo. El entrenador del Cúllar Vega Base, Darío Borja, ha reconocido lo sucedido señalando que «hay padres que sobrepasan una línea que nadie debe sobrepasar». «El árbitro pudo pitar mal», indica, «pero esto no justifica nada», puntualiza. El entrenador aclara también que este padre «no lo llamó maricón por su condición sexual, porque la desconocía; fue como otro insulto cualquiera».
Eso sí, tuvo que llegar a separarlo y «el entrenador de otro equipo que estaba allí escoltó al árbitro hasta el vestuario». «Allí llamó a la Policía Local y, cuando llegaron, el padre ya se había marchado con su hijo, aunque lo llamé para que se personara y pudiera dar su versión de lo sucedido. Ahí se quedó la cosa», relata el entrenador, quien en el fragor de lo sucedido reaccionó para encauzar a los niños al vestuario: «No quería que vieran ese panorama. Es una situación desagradable que intentamos evitar y que a mí me avergüenza como entrenador», refiere Darío Borja.
El Cúllar Vega Base ganó la pasada temporada el premio que la RFAF otorga al juego limpio. Es un club modelo, que sumó cuatro tarjetas verdes la pasada campaña por acciones marcadas de 'fair play'. Con un reglamento claro en cuanto a comportamiento de todos sus integrantes, desde jugadores a entrenadores, pasando por los padres, no ha tardado en tomar medidas sobre este asunto. Mario Cabrera es el director deportivo de esta escuela en la que, como tal, «debemos de dar cabida a todos los padres y niños que quieran hacer deporte».
«Acataremos la sanción»
Reconoce que «esta persona ya está expulsada de las instalaciones del Cúllar Vega Base» y que acatarán «la sanción que nos caiga». «El niño no tiene por qué pagar por el comportamiento de su padre», explica el responsable. Cabrera puntualiza que además el club celebra una reunión cada comienzo de la temporada en la que él mismo dice a sus entrenadores «que lo primero que hay que revalidar es el título de 'fair play'». «No les pido resultados en forma de títulos, sino en la formación de nuestros niños y niñas», advierte.
Posible pena
El artículo 510.2 del Código Penal dice: «Serán castigados (…) quienes lesionen la dignidad de las personas mediante acciones que entrañen humillación, (…) de cualquier persona determinada por (…) orientación o identidad sexual». Para el abogado Mariano Zamora, director de Bufete Legal Granada, «es lo que hoy se conocería como un delito de odio». Ahora bien, afirma el letrado que lo sucedido podría ser considerado como otro tipo de delito, como pudiera ser de trato degradante o contra la integridad moral, por infligir un trato degradante menoscabando gravemente la identidad moral de otra persona. «Básicamente la pena sería similar, si bien los requisitos y circunstancias no serían los mismos, a los que hay que añadir que el delito de odio conlleva aparejada, además, una pena de multa», afirma.
Pero, ¿dónde radica el matiz en un caso así? «En saber si el padre conocía la condición de homosexualidad del árbitro y, por tanto, cumplir con los requisitos subjetivos del delito, que consiste en el conocimiento de lo que estaba haciendo. Si se demuestra que lo sabía, estamos ante un delito de odio. Si no, pude aplicarse el Artículo 173 que habla de delitos contra la integridad moral, aunque es un poco más difícil, puesto que el menoscabo a su integridad ha de ser grave, pese a que siendo un árbitro, y al decírselo en público, pudiéramos estar ante un caso así», aduce el abogado. Si se llega a este punto, las penas pueden ser de seis meses a dos años de prisión y si es tratado como delito de odio conllevaría además la mencionada sanción económica.
Cabe apuntar que IDEAL publicó en diciembre de 2016 un reportaje en el que este árbitro contó al lector que se había convertido en el primer colegiado andaluz en declararse abiertamente gay porque así se lo hizo saber al presidente del colegio autonómico. Eso no quiere decir que todo el que pisa un campo de fútbol esté sobre aviso de nada. Pero tampoco es óbice para guardar las mínimas normas de conducta cuando se convive en sociedad. Más, si se trata de un espacio compartido con niños y niñas de trece años de edad que lo único que quieren es que les dejen jugar. Al fútbol, o a lo que sea.
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