Fuerza. Cayetana, Lucía, Paula y Laura, que son las cuatro chicas entre doscientos chicos en el Ogíjares, posan con orgullo sobre el verde de Loma Linda. C. GUISADO

El fútbol es un deporte de chicas

El Ogíjares'89 CF desarrolla durante este tramo de liga una campaña de igualdad. Sus jugadores han colgado un vídeo en YouTube con sus reivindicaciones por un fútbol más justo, sin insultos ni estereotipos. Cayetana, Lucía, Paula y Laura son el ejemplo del deporte mixto, reivindicativo e igualitario

césar guisado

GRANADA

Lunes, 13 de mayo 2019, 13:49

En el Ogíjares '89, cada miércoles se entrena con la equipación rosa. Doscientos tres jugadores y cuatro jugadoras uniformando con el color de las chicas, ... pese a que «los colores no tienen género», como bien apunta Amalia Fernández. Ella es la coordinadora deportiva del club. La encargada de guiar desde hace ya varias temporadas, el nuevo rumbo que este equipo toma coincidiendo con su trigésimo aniversario. Concibiendo nuevas ideas de percibir el deporte y la formación de los 'peques'. Porque treinta años dan para mucho. Por ejemplo, para pasar del Mikasa al Luanvi, del albero al césped y del fútbol masculino al mixto. Al de la igualdad.

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Lucía, Laura, Paula y Cayetana son las cuatro jugadoras que destacan entre más de doscientos chicos. Las dos primeras son infantiles, Paula juega en el equipo alevín y Cayetana lo hace dando sus primeros toques con el prebenjamín. Destacan porque saben jugar muy bien al fútbol, no porque lo hagan con el pelo largo, cogido con una goma. Porque aquí no hay conjuntos femeninos ya que no hay chicas para formar una escuadra completa, pero hay equipos compuestos por buenos futbolistas, y con eso basta.

La historia de Laura y Lucía es curiosa en cuanto a su destacamento dentro de las filas del equipo. Su talento a la hora de sacar el balón jugado desde la defensa, su jerarquía sobre el césped y su autoridad dentro del equipo, crean escuela y repercusión cada fin de semana en Loma Linda. Aquí, el forastero se queda con la boca abierta y el habitual se enorgullece de que una futbolista del pueblo represente a Ogíjares por toda España defendiendo los colores de la Selección Andaluza.

Son infantiles y para dibujar su rol en la liga, cabe apuntar que juegan con normalidad en el equipo de Tercera andaluza. Sin embargo tienen licencia con el de Cuarta y cuando el técnico las necesita para completar el equipo y a buen seguro que para apuntalar bien la zaga ante un rival complicado, las llama a filas. Y esto hace aumentar el respeto del rival porque saben que a partir de aquí, no será un partido fácil.

Piqué

Un día dijo Gerard Piqué que él nunca fue el mejor jugador de su equipo, pero que quizá su ascenso dentro de La Masía también vino propiciado por lo que los entrenadores vieron que podía aportar a un grupo, a un vestuario y a una forma de entender la filosofía inherente al club. Pues imagine si se combinan ambas cosas. Dice Amalia Fernández que además de ser enormes deportistas, Laura por ejemplo es una chica que está para lo que se necesite. Juega desde prebenjamín, prácticamente desde que empezó a darle patadas al balón, y ayuda en la organización de las jornadas que paralelamente se desarrollan en el club, como los talleres de igualdad que se celebran durante este mes, o los de la concienciación sobre una alimentación sana que se organizaron previamente. «Nos da mucho ejemplo, porque siempre va convocada con la Selección Andaluza y se ha convertido un referente para los niños, y para las niñas», apunta Fernández.

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Lucía y Laura se mimetizan dentro de un equipo infantil plagado de buenos talentos. Son referentes en el Ogíjares '89 y en la Selección. Lucía pelea por un balón. C. S.

Lucía es puro talento, ha llegado esta temporada y aquí se la valora como si llevase toda la vida. Paula se forma con garantías y está también muy comprometida con cada actuación del club. Un club que Cayetana tiene a sus pies porque aunque ella no lo sabe, representa el futuro de una entidad que apuesta por futbolistas como ella.

No hace tantos años o quizá sí, siempre en función del prisma, atisbar sobre el verde a una chica jugando excelsa con el balón era algo exótico. Extraño. Hoy no sólo no es noticia, salvo porque llenan campos de fútbol y hacen zozobrar las teorías de los puristas del balón, sino que además para ellos, para sus compañeros, es tan natural verlas cambiar el juego de una banda a otra con precisión milimétrica, como que el balón es redondo. «Piensa que sus compañeros de equipo están con Laura desde prebenjamines, así que nunca han visto raro su participación dentro del equipo. Eso sí, los que llegan nuevos se sorprenden y lo primero que dicen siempre es 'madre mía, cómo juega la niña'», descubre la coordinadora.

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Naturalidad en cada gesto. Otrora también, buscar un vestuario alternativo para las chicas generaba movilizar al personal de la instalación y hoy el hábito en la mayoría de los clubes allana situaciones. «Nos cambiamos rápido y al vestuario grande que aquí empieza el partido», dicen los entrenadores. Aquí, entre las alicatadas cuatro paredes, es donde mejor se trabaja todo el programa que el Ogíjares '89 ha decidido poner en marcha, más allá de los goles.

Agua y fruta

«Hemos trabajado la salud fomentando el consumo de fruta en los partidos y en los entrenamientos», dice Amalia, explicando el modus operandi. «En las categorías pequeñas tenemos un sistema de puntos y cada vez que un niño trae fruta para comer antes o después del partido, se le suman tres puntos y así sube en una clasificación interna del equipo. En el caso de los mayores, se la ofrecemos en todos los partidos. Lo mismo hemos hecho con el agua, concienciándolos de lo importante que es una buena hidratación cuando se practica deporte, por eso puedes ver tantas botellas alrededor de nuestro campo de fútbol», bosqueja.

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La coordinadora Amalia Fernández, muy atenta al entrenamiento. Paula brega por un balón dividido durante el entrenamiento alevín. Cayetana, entrena a tope con sus compañeros. C. S.

Ahora, los amarillos están inmersos en el mes la igualdad y por eso han cambiado los colores. «Cada miércoles, los niños vienen vestidos de rosa porque se asocia a un color femenino y lo que queremos fomentar es precisamente eso, que los colores no tienen género», abunda.

En el canal de YouTube 'SomosEl89' aparece un vídeo. Se llama 'Juntos por la igualdad. Ogíjares 89 CF' y de momento supera las seiscientas visualizaciones. En la película, de dos minutos de duración, puede verse a cada equipo, a cada jugador, lanzando frases a cada cual más representativa de nuestra sociedad y por ende de nuestro domingo tras domingo en un campo de fútbol. «No queremos escuchar: vete a tu casa a fregar», «no queremos escuchar: el sitio de la mujer, es la cocina», «no queremos escuchar: contigo no hablo de fútbol», «no queremos escuchar: a la niña no le pases el balón», «no queremos escuchar: las mujeres no entienden el fuera de juego», «no queremos escuchar: prefiero un hombre como entrenador»...

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Y ahora, el bullying

El vídeo, «trabaja a favor del respeto» y en estos talleres que el '89 lleva a cabo, colabora una psicóloga que lidera una organización sobre igualdad. Enseña valores a los deportistas, por ejemplo mostrándole las páginas deportivas de los diarios de papel, «para que vean que sólo se habla de hombres en la sección de deportes», explica Fernández. Y con la primavera llega el último taller de la temporada. Tratará sobre compañerismo. La coordinadora del Ogíjares, que también es psicóloga de formación, hablará con los chicos sobre bullying y respeto, a los demás a sus tradiciones y a sus culturas. Comienza el ramadán y con futbolistas de creencia musulmana en el vestuario, no parece mal punto de partida.

Lucía, Cayetana, Paula y Laura, son compañeras y ejemplo de que el fútbol mixto es una buena herramienta de igualdad en el fútbol base. C. S.

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