«Entrenar en un país como Grecia va a ser algo muy atractivo»

–Se encuentra a punto de volar a Grecia. Ya hace tiempo de la última vez que trabajó en el extranjero.

–Han sido cuatro años en España seguidos, los tres de Betis y el que pasé en Baskonia. La última fueron los años de Venezuela, así que sí, ya hacía tiempo que no hacía una maleta tan grande, sí.

–Además, las temporadas en Venezuela son cortas. Esto es otra cosa.

–Claro, allí iba tres o cuatro meses, pero ahora hay que ir preparado para todo, aunque el invierno griego sea suave.

–Entrenar en Grecia debe ser todo un reto, ¿no?

–Por supuesto. Es un país donde el baloncesto tiene muchos seguidores, muy calientes y muy fieles a sus clubes además. Los pabellones siempre tienen gran ambiente y eso hace que sea muy atractivo participar en algo así, con esa rivalidad, por el gran seguimiento que hay.

–¿Qué le convenció?

–La verdad es que todo. La idea del club, la competición, el jugar en Europa. Y también, obvio, que tuvieran claro que yo era su primera opción y que vinieran a por mí. Estoy muy contento de que haya sido así y de poder ir a un sitio donde me quieren.

–¿Le preocupa el tema económico?El baloncesto griego lo ha pasado mal últimamente.

–Estoy tranquilo. Las garantías de FIBA están ahí y yo soy alguien optimista y pienso que todo va a ir bien. Si luego no es así ya buscaremos soluciones, pero a priori voy tranquilo, contento y confiado en que todo va a ir bien.

–¿Jugar en Europa ha sido un gran aliciente?

–Sí. Ionikos fue octavos el año pasado, jugando el 'playoff', así que jugaremos la Fiba Europe Cup, la segunda competición de FIBA, en la que estará por ejemplo el Casademont Zaragoza.

–Precisamente hoy ha sido el sorteo. Jugarán ante Amberes, Sporting y de Portugal y un rival por decidir. ¿Qué sensaciones tiene?

–Será igualado y competido. Amberes tiene mucha experiencia europea, incluso en Eurocup. No será nada fácil, pero al menos los viajes parecen bastante asequibles, que eso siempre ayuda.

–Por cierto, que al fin vuelve Olympiacos a la Liga griega.

–Sí, así es. La Liga por lo que sé se había quedado algo descafeinada con el Panathinaikos dominando. A Olympiacos jugar solo Euroliga les ha afectado internamente y ahora parece que van a mejora r la plantilla y volverán a su cauce natural. Los dos gigantes se jugarán la Liga.

–Eso sí, no podrá enfrentarse al mito Vassilis Spanoulis, que justo se retira este año.

–Habría sido un honor (sonríe). Pude hacerlo con Unicaja y Baskonia en Euroliga, pero me habría gustado sí. Ha sido una referencia para el baloncesto griego, pero también mundial. Es alguien que nos ha enseñado a todos mucho, por su talento y su forma de entender el juego han hecho crecer el baloncesto a nivel global.

–¿Cree que son más inalcanzables Olympiacos y Panathinaikos en Grecia que Madrid y Barça en España?

–La sensación es que el salto de los dos grandes griegos con el resto es mayor que el que hay en España. A nivel presupuestario, de cultura y de recursos también. La Liga Endesa sigue siendo la más dura de Europa, no cabe duda, y los grandes tienen dificultades para ganar el fin de semana. Es lo habitual y en otras ligas no lo es tanto.

–Curiosamente llega junto a Luis Casimiro, que entrenará al Promitheas.

–Sí, es una suerte. Este verano estuvo en mi campus en Motril, justo cuando acababa de fichar. Me dijo que estaba muy contento de ir allí, a un sitio donde el baloncesto es importante. Poco después me estaba llamando y quedamos para jugar un partido de pretemporada que tenemos en breve (sonríe). Estoy muy contento de ir con él, de poder acometer juntos esta experiencia con alguien con quien además tengo gran relación. El entrenador español está muy valorado fuera. Los hay en Alemania, Japón o Rusia, y ahora en Grecia también. La 'Marca España' en ese aspecto es para estar contentos.

–¿Cuando hablaron en Motril no sabía nada de Grecia?

–Absolutamente nada. Me preguntó por mis planes, que eran esperar en España a ver si había movimientos y ver dónde me ubicaba el mercado. La llamada llegó semana después.

–Cuando un jugador sale al extranjero, la exigencia es máxima. ¿Ocurre también en el caso de los entrenadores?

–La exigencia nuestra siempre es la misma. Quizá en el caso del jugador hay una presión extra, pero también en el entrenador por no estar en su país. Pero yo llevo la misma exigencia que cuando estuve en el Obradoiro o el Betis. Voy a pedirle al equipo lo máximo y a ponerme el listón lo más alto posible. Yo no he percibido una presión extra cuando he dirigido en el extranjero. Lo he vivido con la máxima ilusión y respeto al proyecto en el que he estado y ya está. Ahora es igual.

–Hace unas semanas estaba en El Cairo, a punto de firmar por el Zamalek. ¿Qué pasó?

–No se dieron todas las circunstancias que debían darse. Quizá el haber tenido paciencia, cosa que no tuve otros veranos, me ha permitido dejar pasar una oportunidad que había sido un reto bonito, pero que ahora sabiendo que iba a llegar la opción de Grecia me hubiera hecho darme cabezazos con la pared si lo hubiera aceptado demasiado rápido. Era ilusionante, pero quizá el aspecto familiar tiró ahí mucho. Me hubiera tenido que ir solo y eso no ayudó a cuajar.

–¿Ha tenido otras opciones este verano?

–Ofertas en firme esas dos. Hubo un par de llamadas de LEB a mi agente, pero no las valoré realmente. Habría valorado Estudiantes y poco más. Porque en Granada obviamente está Pablo Pin y no iba a haber cambios. Fueron llamadas preguntando por mi disposición pero no propuestas en firme como tal, que solo han llegado de Egipto y Grecia.

–¿Le apena cómo salió del Betis tras tres años?

–Hay que pasar página. Es una pena acabar así, claro, pero me quedo con lo bueno. Con el recuerdo de la gente, de los amigos que he hecho, del grupo de trabajo y de los buenos resultados. Donde he estado he cumplido objetivos. Estoy satisfecho por una temporada histórica en la LEB y en las dos en la Liga Endesa dejé al equipo con el objetivo de la salvación cumplido. Me quedo con lo bueno.

–¿Tiene la sensación de que la puerta de la ACB solo se abre cuando logra ascender?

–Este año hay muestras de que esa puerta no está cerrada. Zan Tabak ha llegado a Burgos o Paco Olmos a Lugo tras hacerlo muy bien en el extranjero. Es verdad que mi camino siempre ha sido vía ascenso, pero estos dos ejemplos, que no venían siendo habituales, están ahí. Es una puerta pequeña, pero está.

–Hablando de puertas a la ACB, la del Covirán estuvo bastante abierta no hace tanto.

–Creo que el Breogán estaba mentalmente más preparado para ese partido decisivo. Ya desde el inicio de la pretemporada lo estaban. Y quizá para Granada fue una sorpresa verse ahí. Hubo un equipo hecho para un objetivo y otro que quizá no lo estaba tanto. Breogán sabía desde septiembre que la liga regular no valía mucho y que lo que tenía que ganar era ese último partido del 'play off'.

–¿Y cómo ve al Covirán ahora?

–Creo que están cambiando ya esa mentalidad. Con la composición del equipo y la estructura del club. Pero el listón se ha puesto muy alto y no va a ser fácil igualar la temporada pasada. Va a ser importante mantener la tranquilidad si en algún momento van sextos. No es un drama y ay que manejar eso.

–¿El Estudiantes será batible?

–Es una gran plantilla, pero a ver cómo lo gestionan. Los 17 equipos restantes van a estar extramotivados por ganarles. Ese va a ser su principal enemigo, pero es una plantilla magnífica y quizá en marzo puedan ascender. Su presidente ha dicho que todo lo que no sea subir eso sería un fracaso. Está todo dicho.