El Arenas de Armilla tira de épica para mantener el liderato
3ª RFEF - GRUPO IX ·
Los de Catalá se repusieron de un mal primer tiempo y un penalti fallado para remontar en el descuento al Atlético MalagueñoFran Rodríguez
Granada
Domingo, 9 de octubre 2022, 19:46
El Arenas se citó con la épica. Ni pudo ser de otra manera por la buena imagen dejada por el Atlético Malagueño, ni podía ser ... de otra forma por el carácter del equipo armillero. Dominado durante una primera mitad en la que erró un penalti, Catalá y los suyos supieron dar la vuelta al guion en la segunda con un ejercicio de persistencia. Lo intentaron hasta el 88 sin éxito, sin gol sus hombres de arriba y sin suerte en una de sus fortalezas, el balón parado. Sin embargo, en el momento en que otros equipos habrían bajado los brazos, los areneros se levantaron, exprimieron lo que tenían y remontaron en un descuento loco.
ARENAS DE ARMILLA
Rubén Haro, Velázquez, Rachón (David Maldonado, m. 75), Ángel Gómez, Maldonado (Parra, m. 75), Falín (Carrillo, m. 46), Merino, Moleón (Dani González, m. 87), Ezequiel, Juan Carlos (Alberto Sánchez, m. 67) y Dani Benítez.
2
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1
ATLÉTICO MALAGUEÑO
Carlos, Ángel, Pablo, Rafa, Aparicio, Paco, Álex, López (Recio, m. 76), Jesús, Bolívar (Oñate, m.60) y Chupe (Cortado, m. 85).
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GOLES 0-1, m. 40: Chupe; 1-1, m. 89: Velázquez; 2-1, m. 92: Parra.
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ÁRBITRO López Risalde (Jaén). Amonestó por los locales a Velázquez y por los visitantes a Paco y Rafa.
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INCIDENCIAS Partido correspondiente a la jornada 5 de Tercera RFEF (Grupo IX) disputado en el Municipal de Armilla ante unas 750 personas.
Saltó el Arenas con la baja a última hora de Fran Machado, lo que llevó a Catalá a repetir el 'once' de la pasada jornada. Sin embargo, ante un equipo tan propositivo como el filial costasoleño, eso acabaría perjudicando a un conjunto arenero con muy poco peso en el centro del campo. La pareja formada por Merino y Moleón se veía superada por los jóvenes malagueños, muy rápidos en conducción y traslado del balón, mientras que Ezequiel y Falín caían sin éxito a las bandas. El resultado, un primer tiempo de clarísimo dominio visitante.
El desparpajo de los filiales a veces suena a tópico, pero en la tarde armillera se comprobó que aún tiene validez. No dudaban con balón ni sin este los chicos de Juan Funes, rápidos de mente y piernas para superar los duelos individuales de un Arenas que arrancó con una marchita menos. Esperando a que el partido cayese de maduro por la calidad de los rojiblancos, lo que fue llegando es un goteo incesante de ocasiones visitantes. Haro tuvo que palmear dos balones a córner en un disparo de López primero y un cabeceo de Pablo después.
No solo el desparpajo va de la mano de cada análisis de un filial. También la inexperiencia. Lo habría pagado caro Ángel. El lateral derecho cometió un error de bulto en el área propia en el primer acercamiento del Arenas. Fue la primera vez que Benítez se internó en campo contrario con el balón controlado. Cogió línea de fondo y la puso atrás para un Falín que tiró una diagonal exquisita. Ángel quería despejar, pero no miró el retrovisor, el '11' arenero le ganó la posición y el lateral malaguista solo pudo rematar el tobillo. Penalti claro que nadie discutió. Juan Carlos le dio el balón a Benítez, pero el veterano atacante se lo cedió. Juan Carlos cogió poca carrerilla, disparó con más cintura que potencia y Carlos le paró el chut.
El penalti desperdiciado fue la única ocasión del Arenas en la primera mitad y fallarlo no hizo sino crecerse al rival. Ni a balón parado encontraron los de Catalá la comodidad. Muy separados, los rojiblancos no estaban en las ayudas defensivas ni para organizar el ataque con pases en corto. Las arrancadas de Ezequiel, tan inabordable como siempre, empezaban demasiado atrás. Todo salía mal y en el 40, a cinco minutos de un descanso necesario para recomponer el plan, llegó la puntilla. Haro había detenido con buena colocación varios disparos lejanos. Al enésimo, le temblaron las muñecas. Dejó el balón muerto tras un fácil chut de López y Chupe solo tuvo que acudir al rechace y empujarla a la red. El mismo López, solo un par de minutos después, perdonó el 0-2 en una contra bien llevada por el granadino Bolivar que el '7' del Malagueño buscó definir con rosquita al segundo palo. Rozó.
En la segunda parte, movió el banquillo Catalá con Carrillo por dentro y retirando a Falín. La presión se adelantó más si cabe y el filial malaguista perdió el control del balón. Carrillo estuvo a poco de peinar a gol un buen balón parado de Benítez, pero se anticipó con valor el meta rival. De nuevo de falta, Benítez tuvo una gran ocasión para poner el empate. Una falta en la misma frontal que el balear quiso mandar al palo del portero. Carrillo había organizado al equipo, bajando balones, reforzando el trabajo de Moleón y Merino en el medio, y conectando rápido con Benítez. La respuesta malaguista llegó en una individualidad. Arrancó López por la derecha, recortó a su izquierda y le pegó al palo corto sin llegar a coger portería.
Pasaban los minutos y el Atlético Malagueño seguía desactivando a un Juan Carlos venido a menos por el físico. Introdujo en la ecuación a un delantero centro como Alberto Sánchez y orilló a la derecha a Dani Benítez, que pecó de individualismo en una jugada clarísima de gol. La puso en ventaja Velázquez y Benítez le quitó las pegatinas a Pablo por velocidad, entrando en el área sin marca. En el segundo esperaba Alberto, pero Benítez quiso probar fotuna disparando al primer palo, muy bien tapado por Carlos. El balear era el clavo al que aferrarse, sobre todo a su zurda en el balón parado. Una nueva falta escorada sirvió al balear para poner al público de pie. La puso cerrada, con tanta rosca como pudo, esquivando el envío a rivales y compañeros por igual para irse directamente al palo derecho de un Carlos petrificado.
Recuperó la movilidad, y de qué manera, para sacarle a Ezequiel en el 85 un disparo muy ajustado al palo. Voló como halcón para atacar un balón que ya se colaba. Desesperaban los malaguistas a los areneros, que empezaron a tirar balones al área con la esperanza de que alguno rompiese el muro costasoleño. Lo intentaba Benítez, lo intentaba Ezequiel, lo intentaba Alberto, lo probaba Carrillo...
Los atacantes no tenían el día y, quién iba a adivinarlo, la receta estaba en los defensas. Parra, que saltó para los últimos 15 minutos se convirtió en héroe. Puso un centro plano maravilloso que Alberto no cazó pero sí Velázquez en el segundo palo. El central remató de cabeza abajo, picando el balón para superar por fin a Carlos. Al Atlético Malagueño le entraron los sudores fríos y el Arenas -con toda su parroquia- olió la sangre. Apenas dos minutos después del empate, Carrillo tocó de tacón en la banda para arrastrar a su marca y dejar que David Maldonado pusiera otro centro que Parra, antes asistente, remató con el corazón en la frente para ponerla en la escuadra. Locura, conato de invasión y épica en Armilla. El Arenas no dejó de creer y sigue siendo el líder por ello.
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