El Arenas de Armilla asciende a 3ª RFEF de la mano de Dani Benítez
DIVISIÓN DE HONOR ·
Un doblete del balear obra la promoción de los rojiblancos ante un Atlético Monachil que puso emoción y dignidad al choqueSábado, 11 de junio 2022, 21:15
El regreso del Arenas de Armilla a Tercera (ahora 3ª RFEF) es una realidad. Los rojiblancos jugarán categoría nacional el próximo curso tras vencer en ... su casa (2-0) al Atlético Monachil. Los serranos, aunque descendidos desde hace varias semanas, merecieron todo aplauso por ponerle emoción y dignidad a un choque en el que estuvieron vivos hasta el descuento. Pero con dos mazazos en los últimos minutos de cada tiempo, Dani Benítez hizo realidad los sueños armilleros. Si el pasado curso el objetivo se les escapó de las manos, ahora con el balear no hubo otro camino que el de la celebración.
Publicidad
Todo el municipio esperaba el día y la hora. El intento frustrado en Atarfe fue incluso un aliciente, la posibilidad de ascender arropados por todo un pueblo. Y así ocurrió. No especuló el Arenas desde que pisó el césped en una tarde de auténtico infierno en lo climatológico. Las altas temperaturas obligaron a un intenso y repetitivo regado del campo, mientras la sombra se cotizaba cada vez más.
Los primeros compases fueron lentos, con un Atlético Monachil que no dejó a los rojiblancos estar cómodos. Gestionar los nervios en este tipo de citas es, para el que ansía un premio que tiene casi en la mano, un factor clave. Con veteranos como Ezequiel Calvente, Dani Benítez y Fran Machado, eso no supuso un problema y los locales mejoraron con el paso de los minutos. Ya pasado el 7, Merino y Machado probaron a Donaire con dos disparos lejanísimos que tuvieron por respuesta la firmeza de los puños del meta del Atlético Monachil.
Dani Benítez, que en el Arenas ha venido jugando por una zona mucho más centrada que en sus días como atlético extremo zurdo, puso centros sin descanso. No encontró cabeza amiga que enviara a la red los no pocos caramelos que salieron del balear. Pero en el mejor momento de los armilleros llegó una lesión que pudo mandar todo al traste. El capitán Fran Machado se notó un pinchazo tras una carrera y pidió el cambio. Catalá metió a Antonio Fernández, a la postre un acierto por permitir a Dani Benítez mayor descanso en la presión.
Lo cierto es que, aunque mandaban sobre el terreno de juego, el marcador seguía de estreno cuando el primer tiempo se acercaba a su fin. No había inquietud, pero sí la sensación de que vencer al descendido vecino iba a ser una tarea mucho más complicada de lo imaginado. Hasta que Maldonado, habilidoso lateral zurdo del Arenas, puso un balón al espacio a Benítez. Los centrales no acertaron a cortar el envío y el exnazarí dejó correr el balón para plantarse en el área y batir con un derechazo a Donaire.
Publicidad
Semejante golpe a pocos segundos del descanso fue más de medio ascenso, como demostró la salida del Arenas en la segunda parte. Con mucha menos tensión, los rojiblancos dominaron los primeros compases tras el receso con un travieso Calvente. El jugador disfrutó con el balón, driblando y creando magia como un pase que metió a Benítez mirando al tendido en el momento de darlo. Donaire, con una palomita espectacular, evitó el segundo en la cuenta del exjugador del Granada.
Sufridores pero vivos, con el 1-0 se multiplicó la intensidad en ambos equipos. El Atlético Monachil no renunció a nada y empezó a presionar alto. No cerrar el partido pasó factura a los locales y, a pesar de ser superiores, los nervios empezaron a aparecer en los de Julio Catalá. Una pérdida en la salida de balón, muy cercana a su área, estuvo a muy poco de ser un 1-1 del que habría sido difícil reponerse. Apareció Ariza, el meta rojiblanco, para sacar una magnífica pierna al chut de Jesús. El murmullo crecía en cada jugada a balón parado. Los armilleros exhibieron cada vez más dudas para sacar el balón y solo encontraban luz cuando Benítez recibía en la divisoria.
Publicidad
Entre el 70 y el 80, a los aficionados del Arenas les tocó morderse las uñas. Una vez pasado lo peor y pesadas ya las piernas de los monachileños, volvieron a aparecer las ocasiones para cerrar el partido. Lo intentó de falta Benítez, pero Donaire voló de palo a palo para evitarlo. Poco después, Antonio Fernández se plantó solito ante él y definió con una vaselina que no cogió portería por menos de un dedo. No eran pocos los que no se atrevían a verlo hecho, al igual que no son pocos los ejemplos de campeonatos, ascensos y permanencias que se fueron al limbo en el descuento. No dejó Benítez que fuese así y, ya en el 92, abrochó el ascenso a Tercera con un golpe de mago lleno de pura nostalgia. No parecía rojiblanco vertical sino horizontal, y lucir el '11' y no el '9', el futbolista que puso una falta en la misma escuadra para descorchar el champagne en Armilla. El equipo ya vuelve a ser de Tercera, como lo era hace una década cuando Benítez relanzaba al Granada del barro a la gloria.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión