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Marc Márquez durante una rueda de prensa en Brno. AFP
Márquez afronta la segunda parte de 2018 sin rival definido
GP República Checa

Márquez afronta la segunda parte de 2018 sin rival definido

El líder del Mundial cumple este domingo en Brno 100 Grandes Premios en MotoGP, con el quinto título a tiro

bORJA gONZÁLEZ

Brno

Jueves, 2 de agosto 2018, 20:35

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Marc Márquez cumplirá este domingo 100 Grandes Premios en MotoGP, una cifra más que respetable en un periodo exitoso para el piloto español, que afronta en este 2018 una clara oportunidad de sumar su quinto título en la clase reina, todos los disputados hasta ahora menos el de 2015. Y es que el inicio de la segunda parte del campeonato es, en parte, el intento de búsqueda de un rival para un piloto que ha ganado cinco de las nueve carreras de esta temporada y al que persiguen en la general dos pilotos que, por el contrario, aún no saben lo que es ganar: Valentino Rossi, a 46 puntos, y Maverick Viñales, a 56 y con un discurso que no aventura mucha creencia en poder luchar el título de la clase reina.

«Ahora mismo hablar de título...», comentó este jueves el catalán con una media sonrisa después de que Márquez les señalase a él y a su compañero como máximos rivales: «Sí que hubo unas carreras en las que parecía que a la Yamaha le costaba un poco y que la Honda era muy superior, luego fue Ducati, pero es un campeonato de 19 carreras y lo más importante es ser constantes. Nosotros vamos líderes, pero las dos Yamaha van segunda y tercera y algo están haciendo bien».

En estas, Viñales sigue asegurando andar más preocupado en la búsqueda de soluciones para una moto, la Yamaha, que no sube a lo más alto de un podio desde el último fin de semana de junio de 2017. Por ahora ya ha definido un cambio importante para 2019, la sustitución de su actual jefe de mecánicos, Ramón Forcada, por Esteban García, máximo responsable de la moto de Bradley Smith y que ganó con Viñales el Mundial de Moto3 de 2013. Con un punto clave señalado por las dos partes del 'box' -sobre todo por la de Rossi-: la electrónica.

«En mi opinión Yamaha ha fallado en la manera de encarar la nueva centralita, porque la nueva centralita única la hizo el organizador del campeonato para tratar de disminuir la electrónica, para tratar de disminuir las diferencias entre las motos oficiales y las no oficiales, pero sobre todo para tener carreras más bonitas y menos perfectas, por decirlo de una manera. Yamaha se lo ha creído. Dijo 'ok, es justo'. Y por el contrario los demás no se lo han creído, han encontrado la manera de hacer esta centralita como la libre». Una explicación, la de Rossi, con una velada crítica sobre su fábrica, famosa (para lo bueno y para lo malo) de ser poco amiga de cambios trascendentes y más tendente a un desarrollo conservador.

Inmovilismo de Yamaha

«De los problemas de electrónica hablo con Yamaha desde agosto del año pasado, desde Austria. En realidad hasta mayo no vimos demasiados cambios; ahora, por lo menos, están de acuerdo conmigo, hay más gente trabajando en esto», indicó Rossi. Ese empujón que no llega tiene, además, el límite del cambio reglamentario pensado para 2019, por el que se espera redefinir el desarrollo de esa centralita -elemento fundamental de las MotoGP- para estandarizar tanto el continente -el hardware- como el contenido -el software-. Algo con lo que, en cierta medida, ya están trabajando las dos fábricas más nuevas, Aprilia y KTM, y Ducati, experta en exprimir los reglamentos con una filosofía mucho más osada que la de las casas japonesas.

En Yamaha no creen demasiado, y por detrás es difícil vislumbrar más peligros para Márquez, que en el segundo escalón de potenciales rivales tiene a las Ducati oficiales: a la de Andrea Dovizioso, el señalado al principio de curso, a 77 puntos; y a la de Jorge Lorenzo, el segundo piloto que más ha ganado este año, a 80. Dos pilotos cuya convivencia, por otra parte, comienza a agriarse.

Y es que el mallorquín respondió desde Brno con dureza a unas declaraciones de Dovizioso al diario Marca, en las que este aseguraba que Ducati no había contratado a Lorenzo para ganar dos carreras. «Sinceramente estoy un poco harto de esta situación. Cuando yo estaba en dificultades y él ganaba, yo estaba debajo del podio aplaudiéndole. Ahora, según él, mi método no es bueno. Pues yo creo que con mi método no me ha ido mal en mi carrera. He conseguido tres mundiales de MotoGP y 46 victorias. En mi segundo año en Ducati estoy siendo regularmente más rápido que él. Quizá tendría que estudiar su método... En su mejor temporada ha hecho segundo cuando le ha salido todo perfecto, porque si no está cuarto o séptimo normalmente», estalló.

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