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Lewis Hamilton camina por el 'paddock' del Circuito de las Américas. Clive Mason (AFP)
Hamilton enfila el camino de baldosas doradas
GP de Estados Unidos

Hamilton enfila el camino de baldosas doradas

El británico busca este fin de semana su quinto título mundial, que conquistará si gana en Austin, uno de sus circuitos predilectos

david sánchez de castro

Jueves, 1 de enero 1970

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Lewis Hamilton lleva unos días en su salsa, en Estados Unidos. Pocos escenarios le gustan más al líder del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, que tiene a tiro conquistar su quinto título y aumentar aún más un reinado que, este año, ha visto tambalearse ligeramente. Y es que Ferrari empezó todo lo bien que debía, pero ha acabado sucumbiendo a su propia idiosincrasia, hasta el punto de que han pasado de ser grandes candidatos con Sebastian Vettel en estado de gracia, a quedarse fuera de juego a falta de cuatro carreras y con el alemán seriamente cuestionado.

Las cuentas de Hamilton son relativamente sencillas. Si consigue hacer lo que hizo en las dos últimas campañas, ganar, y Vettel es tercero o peor, se proclamará campeón del mundo e igualará la mítica marca de los cinco títulos de Juan Manuel Fangio, aunque el 'Chueco' logró su quinta corona con más de 46 años y Hamilton lo hará con poco más de 33. Esta es una de las múltiples opciones que hay, si bien al británico se le ha puesto muy de cara: le vale el mismo resultado que ha logrado en 10 de los 17 grandes premios disputados esta temporada.

Hamilton salió de Suzuka con 331 puntos (exactamente los mismos que el año pasado a estas alturas), con 67 de ventaja sobre Vettel. Si suma ocho puntos más que el de Ferrari, Hamilton se proclamará campeón del mundo de nuevo. El alemán aún puede darle la vuelta a la situación, pero tendría que producirse una hecatombe: ganar las cuatro carreras que quedan (Estados Unidos, México, Brasil y Abu Dabi) y que Hamilton no lograse más de siete puntos en esas cuatro carreras. Con estos mimbres, es complicado que Vettel consiga evitar el alirón del piloto de Mercedes.

El piloto de Stevenage, además, ha ganado en Austin en las dos últimas temporadas, y está convencido de que las condiciones del circuito se adaptan a la perfección a un W09 que se ha vuelto a revelar como el coche a batir este año, después de esa sospechosa pérdida de rendimiento de Ferrari en cuanto les colocaron ese doble sensor para medir la entrega de energía de las baterías. Los de Maranello no sólo han perdido en las últimas carreras la posición preponderante de la que gozaron al principio del año, sino que tienen en Red Bull una amenaza importante. «El podio es una opción muy seria», advirtió Daniel Ricciardo, que ya sabe lo que es subirse al cajón de Austin: fue tercero en 2014 y en 2016.

Precisamente, por culpa de su compañero Max Verstappen, hay un ligero cambio en el circuito de Austin. El exceso de gusto del holandés por aprovechar la zona externa de la pista estadounidense ha hecho que los comisarios pongan unas barreras de goma más altas en las escapatorias de las curvas. Esas 'bananas' evitarán que los pilotos intenten estirar las trazadas, bajo riesgo de accidente.

Alonso volverá a EE UU... de vacaciones

Si para Hamilton es una carrera especial, para Fernando Alonso también. El español tiene una relación de amor incondicional con Estados Unidos, especialmente desde que en 2017 disputó las 500 Millas de Indianápolis y fue acogido como un héroe por el público de la Indy. Es precisamente en este campeonato donde tiene puesta la mira el asturiano, en su incansable búsqueda de la Triple Corona.

La incógnita de la temporada 2019 es una de las que aún quedan por descubrirse para Alonso. Lo único que es seguro es que tendrá más tiempo para sí mismo. «No tendré 21 carreras de Fórmula 1. Tendré mucho más tiempo. Vendré más de vacaciones a Estados Unidos», bromeó el asturiano. Sin embargo, sigue sin soltar prenda acerca de su posible aterrizaje en la IndyCar. McLaren continúa negociando para ver cómo pueden volver al campeonato norteamericano por excelencia, y tienen a Alonso en sus planes. El español tiene, de momento, atadas las últimas carreras con Toyota para la presente supertemporada del Mundial de Resistencia, que acabará en una nueva participación de las 24 horas de Le Mans de 2019. «Las 500 Millas son muy atractivas, pero no sé si la correré el año que viene. Todavía estoy trabajando para el plan para la próxima temporada, y cuando lo tenga atado, os lo diré», dejó caer Alonso, postergando la decisión.

Antes quiere cerrar la temporada y su trayectoria en Fórmula 1 con un buen sabor de boca, dentro del amargor general en McLaren. Después de dos carreras sin puntuar y con sendos decimocuartos puestos, quiere volver a la zona de puntos. aunque sea algo francamente difícil.

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