La Fiscalía ve indicios de delito en la gestión del exdirector de antidopaje

Terreros fue destituido de su cargo el pasado 26 de enero después de que una funcionaria de la Celad presentase una denuncia interna por «el uso irregular de fondos públicos para el abono a empresas privadas de servicios de tomas de muestras realizados con un solo agente de control (la agencia alemana Professional Worldwide Control, PWC)» -según la ley deberían ser dos agentes-, «resultados analíticos adversos sin sanción», «concesión irregular de autorizaciones de uso terapéutico con efecto retroactivo» y «concesión irregular de habilitaciones de agente de control».

La investigación llevada a cabo por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes desembocó en el despido de Terreros tras la amenaza a España de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y en el nombramiento al frente de la Celad de Silvia Calzón como nueva directora de la Celad. El Gobierno ya sentenció a Terreros el pasado 5 de enero, tras destaparse el escándalo de presuntos positivos de atletas que fueron tapados por parte de la agencia española antidopaje y de presuntas irregularidades en el control y sanción del dopaje.

«Debe ser la Fiscalía la que aprecie si existen indicios racionales de la comisión de algún delito», recordó el 5 de enero el Consejo Superior de Deportes (CSD). El organismo que preside José Manuel Rodríguez Uribes exigió entonces la dimisión de Terreros y anunció que, en caso de no producirse, como así fue, él y la ministra de Educación y Deportes, Pilar Alegría, propondrían su cese «ante el cariz de los acontecimientos y del daño reputacional al que se expone el deporte español y nuestro sistema de control». Tres semanas después se hizo oficial la destitución de Terreros.

La Fiscalía considera que la gestión de Terreros, al frente de la Celad desde 2017, es susceptible de ser delito, y en caso de confirmarse, presentará una querella en los tribunales de justicia, con lo que el médico aragonés pudiera ser imputado por los hechos denunciados. La vía para que Terreros se siente en el banquillo por presuntas irregularidades en la agencia antidopaje que debe velar por la limpieza del deporte español está por tanto más cerca de abrirse.