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Los rojillos saludaron a su afición al término del partido. ANTONIO ROSILLO
Torreperogil: el hábito de ganar en casa
Fútbol

Torreperogil: el hábito de ganar en casa

Los torreños se alejan cada vez más del descenso tras vencer a un rival directo

DIEGO JOSÉ GONZÁLEZ

TORREPEROGIL

Lunes, 17 de diciembre 2018, 00:41

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In crescendo. Así va a terminar el año un Sporting que no sólo ha escapado de los puestos de peligro tras cuatro victorias consecutivas en su feudo, sino que se halla ya instalado en la zona templada de la tabla y a base de triunfos está dando la razón a quienes nunca, ni en las peores rachas impuestas por el calendario, dudaron de que los de Torres traducirían en la clasificación su competitividad y su verdera jerarquía en este Grupo IX.

El 2018 futbolístico en el Abdón Martínez se cerró a lo grande, con una victoria 2-0 frente al Atarfe Industrial que de no ser por el desacierto local en los últimos metros y por la actuación del portero visitante Fidel hubiera derivado en goleada. Esta vez los rojillos superaron al penúltimo de la tabla, equipo con más mimbres de lo que su puntuación arroja, en una tarde preinvernal made in La Loma, con densa niebla, algo de lluvia y tractores volviendo de la aceituna campando por la cercana N-322 en obras.

La principal novedad del once de Torres fue alinear al torreño Sergio Moreno como central acompañando a Padilla, volviendo a confiar en Sabaca en la medular y en Montes, Virgilio y Pocho para el ataque, en un bloque que conoce a la perfección a lo que juega y cómo ejecutarlo y cuya homogeneidad provoca que no se echen en falta las bajas de bastiones importantes, como para este domingo pudieron ser las de Bauti, Jorge o David Romero.

Vencieron los perogilenses en su estadio, lo cual no es noticia, entre otras cosas porque dominaron el choque desde sus albores, lo cual tampoco es ya para reseñar. Además, el Sporting es un equipo en pleno crecimiento que cada vez juega mejor. Como muestra, el 1-0. Triangulación en la medular con pase en profundidad de Virgilio para que Pocho, el más rápido y listo de la clase, batiera en la salida a Fidel.

Los locales olieron la sangre granadina y se lanzaron a la yugular de su rival para resolver el encuentro. Fidel tuvo que salvar los muebles visitantes repeliendo a bocajarro lo que se cantaba como el segundo en botas de Montes, pero no pudo hacer lo propio cuando tras un rechace, Borja, con un magistral golpeo de balón coló su chut desde el balcón del área al fondo de las mallas. Con un 2-0 que reflejaba lo visto (un decir, con tanta niebla) en el cesped, se llegaba al descanso.

Tras el asueto nada cambió: ni la niebla ni la ambición rojilla. Virgilio pudo sentenciar el duelo en los primeros minutos, con sendos chuts a quemarropa abortados milagrosamente por el arquero visitante Fidel.

El Atarfe Industrial no conseguía trenzar ni siquiera alguna combinación que pudiera inquietar lo más mínimo el arco de Pozo, quien probablemente vivió el partido más plácido desde que arrancó la temporada. Por contra, el Sporting mantenía el dominio territorial y jugaba con el marcador al paso de los minutos, mientras que la niebla desaparecía paulatinamente.

Torres movió el banquillo refrescando la delantera con la inclusión de Ángel y Sergy. El linarense pudo ampliar la cuenta en una jugada individual que no logró materializar, en lo que constituiría la última ocasión para que los locales ampliaran el marcador. Mansamente el combate murió y los tres puntos se quedaron en el zurrón de un CD Torreperogil que aventaja en 6 puntos a los equipos que marcan el descenso y que no para de crecer para regocijo de una afición fiel e ilusionada que sigue soñando.

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