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Antonio Bueno defendiendo una acción del CDE Melistar durante el partido de ayer. ANA TEBA
El Martos tropieza en casa con el colista
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El Martos tropieza en casa con el colista

Los pupilos de Toni García protagonizaron una mala segunda parte donde destacó la falta de juego ante un efectivo Melistar que igualó el duelo. Los jienenses desaprovecharon su renta inicial y acabaron cediendo un empate en el segunda parte

ANA TEBA

MARTOS

Domingo, 22 de octubre 2017, 03:09

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El fútbol llegó a la Ciudad de la Peña el sábado, con la visita del Melistar para disputar la décimo segunda jornada de la liga. Un partido esperado por la afición, que esperaba recibir a su equipo tras las dos victorias consecutivas que el equipo blanco había cosechado frente al Maracena y al Atarfe.

El árbitro pitó y pronto llegó el gol. El portero visitante, Jesús, puso el balón en juego con un pase corto, un pase que Simón previó, cortó y se hizo con el balón para dirigirlo hasta el borde del área, donde tiró raso, esquivando al portero y realizando el 1 a 0 del partido.

A partir de ahí, el Martos se hizo dueño y señor del partido, atosigando a su rival en su mitad del campo, y acercándose a la portería de Jesús, buscando el segundo lo antes posible. Vitu la tuvo en las botas en el minuto 18. Tras una parada de Jesús, el jugador blanco cogió el balón en el área pequeña, lanzando alto y perdiéndose por detrás de la portería visitante.

Tras unas cuantas llegadas del equipo local, se produjo una que pudo haber cambiado la historia de este duelo. Tras un lío en la portería que sacó Jesús de línea de gol, y el rechace lo recogió Sanabria, con lo que parecía el pecho, y lo mandó dentro de la portería. Aunque el colegiado pitó, y no el gol, sino que se acercó a Sanabria y le sacó amarilla por mano, anulando el que pudo haber sido el segundo gol del equipo local.

Por su parte, la afición, tras la polémica jugada, abucheó al colegiado, mostrando su insatisfacción con la decisión del colegiado malagueño.

En el 39, el Melistar cogió las riendas del partido y se plantó frente a la portería de Pozo dispuesto a rascar algo de este encuentro. Tras un lío en el área el balón entró, sin embargo, el asistente levantó la bandera, anulando el gol por fuera de juego. Esto no quedó ahí, y el Melilla, con la ocasión, ganó en autoestima, volviendo a tener una clara ocasión en el 42, que sacó Pozo evitando el empate.

Antes del descanso, y con el minuto 45 ya cumplido, Antonio Bueno cabalgó con el balón buscando la portería. Terminó lanzándola, lejos y rasa, pero el esférico se perdió por el poste derecho de Jesús. Por su parte, el Melistar no iba a ser menos, por lo que apuró hasta el último segundo el descuento del primer tiempo y Farid disparó hacia la portería blanca, haciendo que Pozo tuviera que intervenir para que no terminara en gol.

Ya en la segunda parte, el Melistar fue el que salió con el guión bien aprendido. Los pupilos de Felipe Sánchez adelantaron las líneas, y pusieron a los locales contra las cuerdas. Desubicados en el campo, las ocasiones pasaron a ser para los visitantes, que cada vez se acercaban con más insistencia a la portería de Pozo. Con esta nueva propuesta, el partido se volvió lento, sin jugadas y dejando que los visitantes volcaran todos los factores a su favor.

Tras realizar varios cambios, el Martos volvió a tener un destello en el minuto 68, cuando Martínez cogió el balón y se atrevió a lanzar el esférico desde fuera del área. Un potente disparo que, aunque apuntaba maneras, se terminó por ir fuera, cerca del poste izquierdo del cancerbero visitante.

En el minuto 75, el Melistar alcanzó su recompensa. Tras un centro de Moha, Renzo tira, la rechaza Pozo que vuelve a engancharla Renzo para que, empujándola, entrara a la portería poniendo las tan buscadas tablas en el marcador. La afición, al recibir el gol, calló, y acordaron que el empate había sido merecido. Tras esos instantes de silencio, la grada se animó, e intentó trasladar oxígeno a los suyos, en esos 15 minutos que aún restaban para que el colegiado pitara el final.

En los últimos diez minutos, el Melistar siguió intentándolo, tanto que tuvo otra en sus pies. De nuevo Renzo cogió el balón, pero Pozo, atento a la jugada, paró el disparo, sin que la ocasión llegara a más.

El equipo local dio señales de seguir en el campo, y volvió a acercarse a la portería visitante. Tras algunas ocasiones, llegó otra polémica jugada. Mori, en el área, cogió el balón, y tras intentar conducirlo, terminó en el suelo. El árbitro corrió hasta los jugadores, con la amarilla en la mano, que terminó mostrándosela al jugador local ante la incredulidad de la afición que deseaba que el colegiado pitara penalti a favor de los blancos.

Los ánimos se caldearon y el cabreo no disminuyó al ver el descuento añadido y cómo los jugadores del Melistar llevaban el partido hacia donde querían: a perder tiempo. Los nervios de la afición y la presión del cronómetro corriendo se hizo notar en el césped hasta la última jugada, en un córner para el Martos que no logró coger nadie y se perdió por línea de fondo mientras el árbitro pitaba el final del encuentro.

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