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José Antonio Padilla recorriendo los últimos metros de la prueba sevillana, acompañado de sus hijas para atravesar la línea de meta.
José Antonio Padilla no conoce límites
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José Antonio Padilla no conoce límites

El linarense de 44 años acabó subcampeón en el Ultraman-Toroman de Sevilla | La prueba de 507 kms se dividía en tres días con natación, bicicleta de montaña, mtb y carrera

ÁNGEL MENDOZA

LINARES

Martes, 7 de noviembre 2017, 00:34

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Lleva 7 años compitiendo en triatlón, en 2016 se propuso correr su primer Ultraman, el Toroman de Sevilla, y la experiencia fue tan buena (quedó séptimo) que José Antonio Padilla se estuvo preparando durante todo el año para correr la segunda edición. A sus 44 años, ha quedado subcampeón de una de las competiciones de atletismo más duras de Europa, cruzando la meta de la mano de sus hijas.

Aún tienen su mente los últimos instantes de la cita sevillana y repasa las fotos de ese momento mientras habla para IDEAL.

«Esto no se logra de la noche a la mañana y sin el apoyo de toda la familia -afirma-. Hay que tener la cabeza muy bien amueblada, es el 70%, porque por muy bien preparado físicamente que estés, cuando el físico cae, la cabeza es la que debe funcionar para seguir adelante. Mis hijas y Marina, mi mujer, son también triatletas y viven esta carrera, son parte del equipo, en la meta acabamos todos llorando de emoción».

Han sido la guinda a 12 meses de dura preparación. «Este año tenía dos objetivos. El primero era bajar de 10 horas el Ironman de Victoria y el segundo acabar lo mejor posible el Ultraman. En la primera mejoré mi tiempo pero se me resistió, en el Ultraman tenía la experiencia del año anterior y me daba miedo confiarme, en una competición de tantas horas puedes pagarlo».

Como subir el Everest

El Toroman se celebró en la sierra norte de Sevilla, entre Grazalema, Cazalla y Brenes, en una zona de pantanos con un microclima particular. «Era como subir el Everest por la distancia y los 7000 metros de desnivel que acumulas. Lo llevaba todo controlado, cualquier imprevisto, hasta bici de repuesto, conmigo viene un equipo de gente sin la que no sería posible hacer la prueba», cuenta el linarense.

10 kms de natación en un lago y 125 kms de bicicleta de montaña con 1.800 metros de desnivel, 12 horas como límite para completarlos, esa fue la primera etapa.

«Hacía muchísimo calor, pero yo me sentía beneficiado porque en Linares hay días que he llegado a entrenar a 46 grados. Los corredores del norte lo pasaron peor, yo funciono bien aunque haga calor extremo por el clima de Linares. Ese día salí el primero del agua y acabé segundo en la general», recuerda.

El segundo día hizo 295 kms en bicicleta de carretera, y ahí sufrió un infortunio que acabó demostrando por qué el linarense es un atleta hecho de otra pasta.

El segundo día se perdió con la bicicleta 5 kms y remontó desde el último hasta el segundo puesto de la general

«Me perdí durante 5 kms porque un voluntario me indicó mal. En estas pruebas llevas un GPS y cuando se dieron cuenta que iba en otra dirección, salieron a buscarme para devolverme a la carretera correcta. Cuando llegué, tenía el coche de Protección Civil detrás, me había quedado el último, y fue tal el cabreo que apreté y fui remontando durante las 10 horas de la prueba, hasta que al final entré segundo», cuenta emocionado su proeza.

El último día era una doble maratón de montaña, 89 kms de carrera durísima en plena sierra.

«Había gente muy buena corriendo, uno que había ganado los 101 de Ronda y otro que iba primero. Cuando les vi reventados, andando, les pasé corriendo y acabé consolidando ese día la segunda posición. No podía alcanzar al primero y el tercero intentaba cogerme. Cuando llegué fue a la meta muy emocionante, han sido miles de kilómetros de entrenamiento para esto durante 1 año, 7 días a la semana. Estaba deshidratado, me había bebido 20 litros de agua, pero te sigue faltando agua».

Padilla, presidente del Helios Linares, atravesó la línea de meta con un tiempo de 31 horas y 5 minutos, de la mano de sus dos hijas, triatletas también, igual que su mujer, Marina, que le esperaba detrás de la cinta. Venció Juan Martínez Martínez y tercero fue Ricardo Salomón.

20 días de descanso y vuelta a empezar para el linarense, que ya se pone como meta en 2019 algo aún más duro. «Voy a hacer mi primer Ultraman Non Stop, son 36 horas seguidas durante 3 días con 10 kms de natación, 421 en bici y 84 corriendo, 12 horas límite. Será el 6 de octubre en la Siberia de Extremadura, una zona casi desértica».

José Antonio Padilla no conoce sus límites y los sigue poniendo a prueba cada año.

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