El filial colchonero pasó por encima del Linares
Los azulillos solo pudieron aguantar 47 minutos y después fueron cayendo uno tras otro los cinco goles
Ángel Mendoza
Domingo, 14 de enero 2024, 22:14
La primera parte, eso fue lo que pudo aguantar el Linares jugando de tú a tú al filial del Atlético de Madrid. Los azulillos son ... un equipo cogido con pinzas, solo había que mirar el banquillo, y cuando el rival lo manda a la lona la primera vez, no tiene capacidad de reacción para reponerse, menos aún para remontar.
Además, acabaron el partido con uno menos, con los jóvenes colchoneros divirtiéndose y dejando el Linares la imagen de un equipo inferior que le viene acompañando toda la temporada. Eran 3 partidos clave en el arranque de 2024 para tener esperanza real en la permanencia, los dos primeros han terminado en derrota y solo ha llegado un fichaje, que no estuvo.
Conjura de las dos plantillas antes del comienzo del partido. Para los madrileños era importante sostener su regularidad y evitar el empuje que el Linares había demostrado en los últimos encuentros, mientras que para los mineros todo lo que no fuese sumar sería otro paso atrás en el objetivo de la salvación.
Apostó David Campaña por meter a Berlanga como lateral de largo recorrido para tener más profundidad en las bandas. Aunque al principio fueron los jóvenes colchoneros los que llevaron más peligro sobre la portería de Samu, el Linares pronto se repuso y tuvo dos buenas llegadas.
Primero con una carrera con espacio de Llorente, acertó Campaña en que iba a ser un encuentro que se podía decidir en las transiciones. Recorte en la frontal y pegada potente que no cogió puerta. Después fue Perejón en una acción en el área y remate que salvó la defensa para mandar a córner.
Al cuarto de hora, acciones para la moviola con un acercamiento por la izquierda de Jabari, centro y remate de cabeza en el segundo palo de Nabil, se fue el balón a la parte baja del hombro de Berlanga y el equipo local pidió un penalti que el colegiado no apreció como tal. Esta vez la suerte sonrió a los azulillos en la decisión.
En la siguiente, Cala hizo diabluras en el área, cayó derribado ante el cuerpo con Molina, melé de jugadores, Niño derribó a Molina cuando iba a despejar, disparo de Cala que acabó en el fondo de la red, pero el colegiado señaló la falta previa al central.
Después de algunos minutos en los que el Linares tuvo más la pelota, pero no encontró la forma de llegar al área, el Atlético de Madrid volvió a acercarse con peligro con un disparo de Cala en el primer palo, que repelió con los pies Samu Casado. Respondió Perejón en la frontal, disparo que mandó a córner el meta local.
Más clara fue la del minuto 27, Perejón haciendo de extremo, se metió en el área, le ganó la carrera a Mariano y definió con poco ángulo para que Iturbe salvase el tanto por abajo. Basándose en una excelente concentración defensiva y saliendo a la contra con pocos hombres pero buenas individualidades, el fabuloso partido de Perejón, daba la sensación de que los mineros podían conseguir el ansiado gol en cualquier error colchonero.
La afición linarense en sus casas, y los pocos que se atrevieron a viajar a Madrid, se asustaron cuando Hugo Díaz se echó la mano al tobillo y pidió asistencia. El máximo goleador de los azulillos hizo una primera parte de desgaste defensivo importante.
Y antes del descanso, Berlanga salvó el 1-0, un centro de Salim El Jabari tras marcharse de tres defensores en la izquierda, cabezazo en el segundo palo de Nabil y el dorsal 11 del Linares metió la pierna sobre la línea de gol para evitar el tanto.
Se rompió el Linares
Se le puso el partido cuesta arriba al Linares. Salieron los canteranos colchoneros lanzados en busca del gol y después de un primer acercamiento con disparo fuera de Cala, en la siguiente su disparo chocó en Molina y se quedó muerto junto al punto del penalti, por donde se coló Ndiaye para controlar con el pecho y ponerla pegada al palo izquierdo de Samu Casado.
Siguió apretando el equipo rojiblanco, Rentero sacó otra acción muy clara en el área chica. El Linares se quedó con 10 entonces por la expulsión de Javi Rentero en el minuto 51. Se le fue Abde en carrera y, para evitar el gol, se le ocurrió darle un empujón por detrás cuando el atacante iba a pisar el área. Casi penalti, por centímetros, roja directa para el defensor, falta en la frontal por encima del larguero.
Decisión arriesgada de Rentero, que evitó un gol, pero puso más difícil el empate. David Campaña quitó a Hugo Díaz, metió a Marín de central, no estaban Tano ni el recién firmado Martínez. Sirvió de poco la acción arriesgada de Rentero porque en el 54 llegó el 2-0 de El Jabari, que remachó un balón muerto repelido por Casado tras un disparo potente de Cala.
En el 60 salvó bajo palos el cuarto Perejón y en el 64 lo hizo Samu Casado evitando el gol en un cabezazo a bocajarro de Marco
Ya con el 2-0, el equipo de Luis García Tevenet estaba tranquilo y se dedicó a divertirse. Eso, con chavales que tienen tanta calidad, es letal. Cala le robó el balón a Molina en el mediocampo, avanzó metros, nadie le tapó, Marín le dio metros, así que levantó la cabeza y armó la pierna para poner un misil en la escuadra. Gol de los que se ve en los videojuegos y que supuso el 3-0.
Campaña dio descanso a los titulares, pensando ya en el partido contra el Mérida. Se fueron Berlanga y Corral, entraron Oyón y Teddy. Guerrero y Mestanza entraron por los colchoneros, se fueron Ndiaye y El Jabali. Los colchoneros no ganaban en casa desde diciembre y estaban goleando.
En el 60 salvó bajo palos el cuarto Perejón y en el 64 lo hizo Samu Casado evitando el gol en un cabezazo a bocajarro de Marco, que atrapó en dos tiempos, pero en la siguiente no desaprovechó Mestanza un fallo defensivo para marcar a placer el 4-0.
Los últimos 15 minutos fueron un mero trámite para los colchoneros. Llorente intentó el gol del honor en acción personal, se plantó delante de Iturbe y salvó el meta con el cuerpo. La respuesta fue un centro desde la derecha de Nabil que se paseó sin que nadie acertase a despejar, apareció en el segundo palo sin oposición Abde para empujar el 5-0 sin oposición.
Para el Linares era una agonía cada minuto. Los locales ya jugaban por diversión más que de forma organizada, hasta el pitido final. Cada semana se le pone más cuesta arriba el objetivo a los mineros.
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