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Buenaño en uno de sus intentos por marcar. ANA TEBA
Un Almería invicto acaba con la buena racha
Tercera División

Un Almería invicto acaba con la buena racha

El filial rojiblanco sentenció a los marteños con tres goles en un día aciago para el Martos CD | Los de Toni García apenas tuvieron opciones de meterse en un partido en el que el colegiado tuvo mucho más protagonismo del que debería

ANA TEBA

MARTOS

Lunes, 18 de septiembre 2017, 01:00

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El cuadro que presentaba el Ciudad de Martos hacía presagiar una tarde llena de buen fútbol. El buen momento que estaba atravesando el Martos Club Deportivo y la trayectoria de su rival, la UD Almería B, lo avalaban. Los de Toni García buscaban seguir con su buena racha, al igual que su rival, que no conoce aún la derrota en esta temporada.

El gol no tardó en llegar. Un segundo córner fue el detonador del primer gol del filial almeriense. El encargado de rematar, Sofian. En el minuto 6, y tras el revuelo en el área, el jugador rojiblanco enganchó el balón y lo estrelló contra la red local, sin que Pozo pudiera hacer nada para evitarlo.

Malestar con el árbitro

El partido se volvió rudo e incoherente y Sutil fue blanco de todos los golpes que los jugadores visitantes enviaban. A pesar de estar más rato en el suelo que con el balón, el árbitro se centró más en la actividad del banquillo local, que atónito miraba como, una y otra vez, los visitantes atacaban a los jugadores blancos sin consecuencia alguna. La grada también gritaba, indignada, ante la pasividad del árbitro y los asistentes.

El Martos despertó a base de golpes y respondió con algo más de dureza ante las provocaciones del rival, aún así, los visitantes llevaban la voz cantante. En el minuto 20, Lin cogió el balón y, tras derribar al rival, se colocó solo ante Pozo, en un mano a mano en el que el cancerbero local metió una pierna que evitó el 0 - 2. El partido continuó, hasta que en el minuto 22, llegó el segundo gol para el equipo visitante. Óscar jugó en el lateral del área, frente a Pepón, el jugador del Almería aprovechó la ocasión para centrar donde fue Sergio el que encontró el balón, abatiendo a Pozo y sumando el segundo.

El equipo local tuvo que responder, y en el minuto 30 buscó con todas sus ganas la portería. Vitu remató a portería, siendo Javi Muñoz el encargado de sacar la bola en línea de gol, aunque la sensación fue que el balón entró, mientras el linier no estaba bien colocado para confirmarlo o no. En el rechace, Horno la cazó, mandando la bola al poste izquierdo del portero visitante.

La siguiente fue en el 38, cuando Antonio Bueno tuvo otra oportunidad. Posteriormente, tras el saque de córner, Horno fue el que la enganchó, volviendo a chocar la pelota contra el poste y acariciando el gol local.

Intento de reacción

Tras la emoción del momento, tanto la grada como los jugadores se animaron y en el 40 volvió el balón a llegar al campo visitante. Esta vez fue Sutil el que enganchó el balón, desde fuera del área, y la enchufó, rozando el travesaño y perdiéndose por detrás de la portería. La segunda parte llegó como si fuera un partido nuevo. El filial almeriense salió más calmado al terreno de juego y los marteños más cautos por los que pudiera suceder en los próximos 45 minutos.

El Martos lo intentó, aunque no con tanta insistencia y atino como al final de la primera parte. El partido se transformó en una ida y venida de balones, sin ocasiones claras para ninguna de las dos partes. No fue hasta el minuto 67 cuando el Almería, en las botas de Segura, tuvo el tercero. El gol no tuvo discusión, chutó desde aproximadamente 40 metros de la portería, respondiendo Pozo tarde sin poder coger el balón que supuso el 0-3 del marcador.

La siguiente ocasión fue para el Martos. Tras una falta peligrosa, Sutil disparó el balón a la portería de Javi Muñoz, chocando el esférico contra la escuadra, dejando el marcador intacto. Tras tres balones contra la madera, las continuas pérdidas de tiempo y las faltas acumuladas, la tensión aumentaba y el cabreo de la grada también. Fue en el 80 cuando el Martos se quedó con 10, tras la segunda amarilla a Antonio Bueno.

El partido, que se dio por sentenciado, terminó por hacerse pesado antes de terminar. Las faltas continuaron, los parones también y la grada terminó por asumir el resultado, no sin esperarse para acompañar a los suyos hasta el pitido final y despedir entre abucheos y silbidos a los colegiados, con los que no estuvieron de acuerdo en ningún momento. Por su parte, a los suyos les aplaudieron la actuación, mostrándoles su apoyo a pesar del resultado.

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