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Así han cambiado estos jóvenes futbolistas.

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Así han cambiado estos jóvenes futbolistas. IDEAL
Fútbol

Una cantera de talento con acento granadino

Se criaron en el Zaidín, en el We, en La Zubia, en el Ciudad y el Granada y hoy defienden los escudos de Real Madrid, Villarreal y Málaga

CÉSAR GUISADO

Jueves, 1 de enero 1970

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Desde entonces ha llovido pero aquel día, interrumpido por una pregunta un tanto impertinente, el ojeador de uno de los 'grandes' del fútbol español la supo despejar sin apartar su mirada del partido de selecciones provinciales del que estaba tomando notas. «Cuando un club como el Barça o el Madrid se lleva a un niño de Granada, de lo primero que se da cuenta su nuevo entrenador es que el chaval no sabe ni desayunar antes del entrenamiento», apuntó. Afortunadamente, ha llovido.

El fútbol provincial se despereza con fuerza pero no se subió al tren que sí cogió Almería o Málaga hace una década. En el Oriente presumen con orgullo del paso de Diego Capel y por supuesto Isco es el gran embajador del Atlético Benamiel. Sin hablar de la gestión de las escuelas sevillanas, punteras a nivel nacional y cuna europea de futbolistas. Granada necesitaba profesionalizar sus canteras y esa transformación la lleva abanderando desde hace unas temporadas la nueva hornada de técnicos que vinieron a sustituir con acierto la figura del padre-entrenador. Ahora, prima la formación y la profesionalidad en el banquillo.

Y lo que antes se difuminaba, ahora ilusiona. Pocos se imaginaban en 2013, cuando todavía era alevín y cerraba un acuerdo con el FCBarcelona, que cinco años más tarde Pablo Moreno firmaría un contrato profesional por un millón y medio de euros con la 'Juve'. Pero así fue y los pasos de la gran perla de San Francisco Javier los siguen ocho futbolistas que este año disputan las ligas nacionales con el Real Madrid, el Barça, el Villarreal y el Málaga. Se formaron en el We, en el Ciudad, en el Zaidín, el Atlético La Zubia y en el Granada.

En unos casos, existen acuerdos con los grandes clubes del fútbol nacional para que sean estos los que continúen con la formación de esos talentos que, y esto da para otro debate, no van a encontrar mejor acomodo cerca de casa que un equipo de Tercera división porque en la carretera de Alfacar las puertas de momento no están abiertas al talento local. En otros casos, son los ojeadores de esos grandes equipos los que realizan un seguimiento durante varias temporadas hasta confirmar si el futbolista está preparado para emprender la gran aventura de su incipiente carrera deportiva, una oportunidad que suele llegar con doce o trece años.

Es entonces cuando la madre o el padre del jugador recibe la llamada. Algo así como buenas tardes, le llamamos del Real Madrid, nos gusta como juega su hijo y queremos que ahora lo haga a quinientos kilómetros de su casa. U ochocientos. Y no es fácil gestionar la situación. Muchas carreras se truncaron porque a estas edades, los niños no están preparados. Tampoco lo estarán nunca los padres. Y ese es el gran precio que hay que pagar por tener en casa a una estrella en ciernes.

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