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La justicia anula el plan urbanístico del Wanda

Señala desviación de poder y vulneración de la Ley del Suelo, aunque el Ayuntamiento de Madrid y el Atlético recurrirán la sentencia

miguel olmeda

Madrid

Martes, 31 de julio 2018

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No sale de una y se mete en otra el Atlético. Tras 50 años en el estadio Vicente Calderón, las rayas rojiblancas cambiaron de distrito en el verano de 2017. De Arganzuela a San Blas-Canillejas. Al nuevo Metropolitano, que antes fue el Estadio de la Comunidad de Madrid, La Peineta, y que previamente a su reinauguración estrenó apellido, Wanda, un conglomerado chino.

El traslado trajo al Atlético un estadio vanguardista y una deuda millonaria, que se confiaba subsanar con la venta de los terrenos del Calderón, todavía sin demoler. A Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo las cuentas no les cuadraban. Básicamente porque el antiguo feudo sigue perteneciendo al club, confiante de sacar una cantidad cercana a 200 millones de euros por él.

No han transcurrido ni dos semanas desde que el Ayuntamiento de Madrid aprobase el proyecto de urbanización Mahou-Calderón, primer paso para que el Atlético agilice la venta de los terrenos, y en el club rojiblanco ya se han llevado un revés. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) anuló ayer el acuerdo de la reforma del plan urbanístico de la parcela sobre la que se asienta el Wanda Metropolitano.

El fallo estima así el recurso contencioso-administrativo interpuesto el 24 de febrero de 2017 por la Asociación Señales de Humo contra el mencionado acuerdo. En el procedimiento figuraban como demandados el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, mientras que el Atlético se personó una vez iniciado éste, al oponerse a la demanda.

Según la sentencia, Señales de Humo impugnó el acuerdo de modificación del plan urbanístico del Metropolitano por siete razones, de las cuales el TSJM considera que son seis las que motivan a anularlo.

El primero de los puntos en los que se basa el Tribunal responde a una desviación de poder para favorecer los intereses privados del Atlético en vez de los públicos. La operación sólo habría tenido sentido para dar continuidad al Estadio Olímpico después de ser sede de los Juegos en 2016. Una vez rechazada la candidatura de Madrid -también en 2020-, la modificación del plan sólo responde al deseo del club de contar con la parcela en propiedad.

La justicia esgrime también una desafectación de sistemas generales de interés privado, ya que la nueva ordenación no mejora el bienestar de la población, privada de un polideportivo público en beneficio de un particular; así como una errónea clasificación del suelo, en su totalidad urbano no consolidado.

El TSJM entiende también que en la reforma del plan se incurrió en un «evidente» fraude de ley, con el que se evitaron cubrir las dotaciones sustituyéndolas por dinero. El Ayuntamiento, subrayan los magistrados, podría haber vendido al Atlético una mayor superficie de suelo dentro del ámbito de actuación para que cumpliera con las obligaciones compensatorias marcadas.

Por último, la sentencia refiere la falta de un informe sobre el impacto de género y una vulneración de la ley sobre ruido, para la cual serán imprescindibles un nuevo estudio de incidencia ambiental y un estudio global de movilidad, transporte y accesibilidad. El Alto Tribunal no entra a valorar el punto relativo al aparcamiento del estadio, por el que Señales de Humo reclamaba que debían haberse construido 2.272 plazas en función a los 151.000 metros cuadrados de edificabilidad, en vez de las 1.092 que se llevaron a cabo.

El Atlético cooperará

El Ayuntamiento de Madrid anunció que recurrirá la sentencia y que trabajará «para que el Atlético siga jugando en el Metropolitano sus partidos y no tenga que volver al Calderón». Una hipotética situación que no llegará a cumplirse. Además, el estadio albergará el 1 de junio de 2019 la final de la Champions.

El Atlético también interpondrá un recurso de casación. En el club consideran que la sentencia se debe a fallos formales que habrán de subsanar el Ayuntamiento y la Comunidad, y con el convencimiento «de haber hecho todo lo correcto» se muestran dispuestos a colaborar y aceptar las modificaciones necesarias para que el plan cumpla con la normativa. Defienden, eso sí, que la parcela sobre la que se levanta el Metropolitano -y el propio estadio- es de su propiedad y así está inscrita en el Registro de la Propiedad.

En lo que a la Comunidad se refiere, el presidente Ángel Garrido señaló que actuará «en consecuencia» a la sentencia y deslizó que «quizá las cosas no se han hecho con los plazos debidos» por parte del Consistorio. También se defendió esgrimiendo que al tratarse de problemas con la tramitación previa, su función se limitó a «darle la aprobación definitiva» sin entrar a valorar si anteriormente se habían cumplido los procedimientos establecidos.

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