Edición

Borrar
Ernesto Valverde, durante el partido que midió al Barça contra la Real Sociedad. Javier Etxezarreta (Efe)
La nueva lesión de Dembélé 'ayuda' a Valverde a mantener su exitoso 4-4-2
Análisis

La nueva lesión de Dembélé 'ayuda' a Valverde a mantener su exitoso 4-4-2

El francés tiene para otro mes de baja y el técnico, que tampoco puede contar todavía con Coutinho, retrasa su gran decisión: modificar o no un sistema que le funciona

P. RÍOS

BARCELONA

Lunes, 15 de enero 2018, 17:38

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Ousmane Dembélé, que reapareció a principios de enero después de tres y medio de baja por lesión muscular, estará entre tres y cuatro semanas más en la enfermería por culpa de una rotura fibrilar del semitendinoso de la pierna izquierda, sin afectación de la cirugía que se le realizó en septiembre en el bíceps femoral. El nuevo contratiempo, triste para el delantero francés y sus compañeros, permite, sin embargo, a Ernesto Valverde mantener su exitoso 4-4-2 sin presiones externas en un momento en el que Coutinho tampoco puede jugar por lesión.

Al técnico le pitaron los oídos en el banquillo de Anoeta, con el entorno barcelonista cuestionando su decisión de sentar a Iniesta y de colocar juntos a André Gomes y Paulinho en un centro del campo con poco toque y ya con un 4-4-2 descarado pese a la presencia de Dembélé como suplente. Lo justificó. Quería que el portugués ayudara a Alba en la banda izquierda, por donde atacaban sin desmayo Xabi Prieto, Odriozola y Canales, éste a pierna cambiada. Como el 1-0 de Willian José llegó por ahí, no se puede decir que su idea tuviera éxito. También argumentó que quiso ahorrar a Iniesta el esfuerzo muscular en un césped pesado por la lluvia, señal de que le cuida tanto como Luis Enrique, aunque al asturiano se le machacó por ello. Este lunes se supo que el de Fuentealbilla es duda por una sobrecarga en el sóleo, Curiosamente, el extécnico también cargó con la cruz de dar demasiadas oportunidades a André Gomes. Sigue sin convencer a los barcelonistas, pero Valverde también cuenta con él. No era tan raro Lucho.

El Barça se siente ahora tan a gusto jugando con un 4-4-2 que comienza a ser difícil de imaginar cómo pueden tener cabida Coutinho y Dembélé en partidos de cinco estrellas, cuando Valverde suele ser más precavido. Messi y Luis Suárez son fijos, como Busquets y Rakitic, cada día jugando más juntos casi en doble pivote. Paulinho se ha ganado una plaza e Iniesta, siempre que esté en condiciones, jugará de inicio. El brasileño y el francés han costado 300 millones entre los dos (fijos más variables). Menuda papeleta para Valverde, que si comienza a prescindir de Iniesta para que juegue Coutinho pasará como el técnico que le invitó a irse a China. De momento, con el Barça vivo en Copa, hay partidos para todos a la espera de que se recupere de su lesión el ex del Liverppol. Este miércoles, en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Espanyol, se suponen rotaciones, pero Dembélé será baja. Yerry Mina, recién aterrizado, seguramente tendrá que esperar.

La tercera mejor marca del club

Con 16 victorias y tres empates, el Barça ha cerrado la primera vuelta con 51 puntos, una cifra inimaginable en aquel agosto depresivo y la tercera marca en la historia del club tras los 55 puntos con Tito Vilanova (2012-13) y los 52 con Pep Guardiola (2010-11). En ambos casos, el equipo azulgrana se proclamó campeón de Liga, un título, que, como mínimo, está más encarrilado todavía tras la espectacular remontada en Anoeta ante la Real Sociedad (2-4).

La victoria en un estadio que deja de ser maldito 10 años después conllevó un premio honorífico añadido. El conjunto de Ernesto Valverde ya es el único club invicto de las grandes competiciones europeas porque el domingo cayó el Manchester City de Pep Guardiola en la Premier League ante el Liverpool (4-3). De hecho, no conoce la derrota desde la Supercopa de España a mediados de agosto. Ya son 29 partidos entre Liga, Copa y Liga de Campeones.

Lo de Anoeta fue un golpe de efecto no sólo para los rivales, sino también para los propios jugadores del Barça. Pese al plan de Valverde, que funcionó con 10 minutos iniciales muy buenos y con llegadas, la Real Sociedad se colocó 2-0 en un abrir y cerrar de ojos, confirmando todos los malos presagios que se anuncian cuando los culés pisan ese césped. Por unos minutos, las caras recordaron a las de temporadas pasadas, casi resignándose a no poder cumplir una misión imposible ante un equipo de Eusebio Sacristán ya crecido y mejor con el marcador a favor. Pero apareció otra vez Paullinho, con ocho goles, para aprovechar una asistencia de Luis Suárez antes del descanso. Y con otro ánimo, el Barça ya fue una apisonadora en la segunda parte, con el uruguayo demostrando que su sufrimiento al inicio de temporada por unas molestias en la rodilla valió la pena: doblete espectacular, 2-3 y sentencia de Messi con una falta envenenada desde su casa. El argentino cierra la primera vuelta con 17 goles y Luis Suárez, con 13.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios