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Carriço (i) y Lucas Pérez, durante el partido de Riazor. EFE
El Dépor mereció más ante un Sevilla más pendiente de la Copa
Jornada 33

El Dépor mereció más ante un Sevilla más pendiente de la Copa

El equipo de Seedorf dispuso de más ocasiones en el tramo final pero el punto le sabe a muy poco en su lucha desesperada por la permanencia

Ignacio Tylko

Madrid

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Martes, 17 de abril 2018, 00:26

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«El equipo está necesitado de descansar un poco». Vincenzo Montella confesó antes de viajar a Riazor que su equipo debe tomar aire antes de la final de Copa del próximo sábado. En contra de su costumbre, el técnico italiano hará cambios pensando en el Metropolitano. Esa es la prioridad de los andaluces y el Deportivo, que lleva dos victorias consecutivas (Málaga y Athletic) por primera vez desde noviembre de 2015, pretende aprovechar la situación para seguir soñando con la salvación. Este duelo de la trigésima tercera jornada de LaLiga es una final de vida para el cuadro blanquiazul, que tras recortar tres puntos al Levante debe seguir rompiendo registros: no gana al Sevilla desde la 09-10 (doce partidos en ocho años y medio) y no enlaza tres triunfos desde hace cuatro años y medio. Antepenúltimo con 26 puntos y a cinco de la salvación debe ganar además de confiar que el Levante pinche con el Málaga. «Claro que creemos. Llevamos creyendo toda la temporada. Cuando hemos estado peor, cuando hemos estado a más puntos, cuando la situación era más negativa, nosotros hemos seguido creyendo», reconoce Borja Valle, goleador en San Mamés. No es fácil pero la misión hace sólo siete días parecía utópica.

Seedorf está pendiente de la recuperación de Adrián López, autor de cuatro de los seis tantos del Depor, y que sufrió un doloroso pisotón en Bilbao que le obligó a ser sustituido. De no estar apto, Borja Valle parece tener más opciones que Florin Adone para estar en punta. Vuelve tras su sanción Guilherme, que pugna por un puesto con Borges y Krohn-Dehli. Por contra parece que Fede Cartabia y Sidnei serán baja como Bóveda y Muntari. Riazor lucirá una buena entrada, ya que el club regala una localidad a cada abonado para llevar a un acompañante y sorteará 25 camisetas de jugadores de la plantilla firmadas por Mauro Silva, Seedorf y el futbolista que regale la elástica.

Mientras, el Sevilla parece guardar sus pocas fuerzas para el fin de semana. El equipo de Montella, poco amigo de las rotaciones, está pagando su desgaste en la 'Champions' y la Copa y lleva cinco partidos sin ganar, con sólo 2 puntos sumados de 15 posibles que le han situado séptimo. Y eso que uno de ellos llegó ante un rival directo como el Villarreal tras remontar pese la expulsión de Ben Yedder, sancionado este martes. El partido es una «final por Europa en LaLiga» en plena la Feria de Abril. Ganar la Copa tiene el premio directo de la Europa League, objetivo que podría llegar en Liga pero supone un desgaste mayor para una plantilla casi sin batería de energía. Así, Montella podría hacer una revolución en el once y dar descanso a teóricos titulares como Navas, Escudero, Sarabia, Banega, Franco Vázquez, Muriel o Lenglet, que suena como posible refuerzo del Barcelona. «Es campeón de cabeza y en el campo, creo que él puede en un futuro jugar en un equipo muy grande como el Barcelona pero tiene en el Sevilla todavía algunos años», dijo el técnico. Así los fichajes de invierno como Layún, Roque Mesa, Sandro o Arana, esos que hicieron que Oscar Arias criticara la gestión del italiano, podrían tener minutos. Incluso el joven del filial Carlos Fernández podría acompañar a Correa, que no jugó el sábado o Nolito. Montella sabe que la temporada será calificada de muy buena o muy mala dependiendo de la Copa: «Es verdad, esto es el fútbol en todas partes. Tenemos que estar equilibrados para afrontar esta situación. Es muy difícil competir en tres competiciones. Hemos competido en Champions con récord histórico del club, hemos competido en la Copa y hemos sufrido un poco en LaLiga hasta ahora. Estamos en la final, peleando en LaLiga y hemos hecho una gran Champions sin mí y conmigo».

En un duelo marcado por la sobresaliente actuación de los porteros, el Deportivo mereció más que el Sevilla por su mayor empuje y necesidad. Precisaba ganar su tercer partido consecutivo, algo que no sucede desde 2013, con Fernando Vázquez en su banquillo, para meterle más presión al Levante y seguir soñando con la permanencia, y por eso el empate a nada le deja un sabor muy amargo. Le faltó quizá más osadía en el primer acto, cuando cedió al Sevilla toda la iniciativa, pero en el tramo final desperdició varias ocasiones pintiparadas por la mala elección de sus atacantes, el poste o las grandes intervenciones de David Soria.

Aunque el Sevilla trató de controlar el juego a través de la posesión del balón, las urgencias eran de los gallegos. El equipo de Montella debe crecer en este tramo final de curso para poder asegurarse una plaza en la Liga Europa si no conquista la Copa del Rey, pero es indudable que esa gran final del sábado ante el Barça en el Metropolitano le condicionó en Riazor.

Además del sancionado Ben Yedder y del lesionado Kjaer, en el once de los andaluces no aparecieron titulares fijos ante el Barça como Lenglet, Muriel, N'Zonzi, Sarabia o Franco Vázquez. Destacó la presencia del joven delantero Carlos Fernández, un punta moderno, versátil, de buen toque y mucha movilidad. No se le vio nervioso y sólo le faltó definir algunas de las que tuvo en el primer acto. Dejó un taconazo precioso a Banega, que se lanzó demasiado cruzado, y cerca del descanso no superó a Rubén, el mejor de los locales en ese período, en un mano a mano.

Deportivo

Rubén, Juanfran, Albentosa, Schär, Luisinho, Guilherme (Bakkali, min. 80), Mosquera (Fede Valverde, min. 83), Borges, Krohn-Dehli (Emre Çolak, min. 36), Adrián y Lucas Pérez.

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Sevilla

Soria, Jesús Navas, Carriço, Mercado, Layún, Pizarro, Geis, Banega, Correa (Sarabia, min. 57), Sandro (Muriel, min. 76) y Carlos Fernández (Nolito, min. 67).

  • árbitro Medié Jiménez (Comité Catalán): Mostró amarilla a Banega y Layún.

  • incidencias Partido correspondiente a la 33ª jornada de Liga, disputado en Riazor.

El renacido equipo coruñés, capaz de enlazar dos victorias consecutivas después de 15 partidos incapaz de ganar, sueña todavía con una salvación que ve ahora a cuatro puntos, si bien el Levante recibe el jueves a un Málaga virtualmente descendido. Clarence Seedorf mantuvo el bloque por tercer partido seguido, hasta el punto de que con respecto al equipo que venció en San Mamés sólo introdujo a Guilherme en lugar de Emre Çolak. El turco, sin embargo, tuvo que entrar luego en lugar de Krohn-Dehli, mareado desde un golpetazo inicial con Geis. La misión era jugar bien cerradito atrás, con las líneas muy juntas, y ser vertical en las contras y poderoso a balón parado. Así fue como Albentosa, Lucas Pérez y Adrián inquietaron a Soria.

El choque se rompió más en la la segunda mitad por el descontrol de ambos equipo en el centro del campo. El gol se veía venir, pero los deportivistas, muy precipitados, erraban en el último pase o se mostraban incapaces ante David Soria, y los sevillistas también chocaban una y otra vez contra Rubén, que le hizo una parada de portero de balonmano a Sandro. Aunque Montella tiró de Sarabia y de Muriel para buscar el gol, el partido se cerró con asedio local, tres claras ocasiones de Lucas Pérez y otra de Celso Borges, que lanzó contra la base del poste. Sorprendió que Seedorf no contase con el rumano Florin Andone.

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