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Miguel Ángel Moyá lamenta el gol de Pablo Sarabia.

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Miguel Ángel Moyá lamenta el gol de Pablo Sarabia. Afp
Cuartos | Vuelta

El Sevilla noquea al Atlético con las armas del enemigo

El equipo de Montella alcanza las semifinales porque manejó todos los detalles ante un rival que ha encajado nueve goles en Liga y cinco en esta eliminatoria

Ignacio Tylko

Martes, 23 de enero 2018

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«La Copa es ilusionante y seguimos con el mismo pensamiento. La eliminatoria ahora está mejor presentada para el Sevilla, pero hay partido y siempre soy optimista», reconoce Diego Pablo Simeone escapando de las críticas por los dos pinchazos consecutivos del equipo en el Wanda Metropolitano. Además de la derrota copera y el empate ante el Girona, se ha criticado su mala gestión en los cambios: demasiado abierto en Copa, excesivamente conservador en Liga. «El otro día ustedes (los periodistas) creían que Costa salió porque pensábamos en el partido del Sevilla sin saber que estaba lesionado. Los que opinen que falta ambición no conocen a nuestros futbolistas. Seis años compitiendo en la mejor Liga del mundo, siempre cerca de los poderosos Madrid y Barcelona. Esos son nuestros chicos. No es fácil mantener la regularidad en el tiempo y ellos lo han conseguido. Me siento orgulloso. Son la fuerza de este equipo y la crítica existirá siempre», explica el Cholo, que confirmó que Moyá seguirá de titular pese a su error en el 1-1 de la ida.

Lo que es innegable es que al Atlético le está faltando gol esta campaña (es su ejercicio menos goleador en Liga desde que Simeone asumió el cargo) por lo que la ausencia por lesión de Diego Costa, su delantero más en forma, lastra a los rojiblancos en su misión de remontada. «Esté Costa o no hay que ganar. Siempre por encima de las individualidades está el equipo. El partido nos obliga a ir en busca de lo que necesitamos y sólo hay que pensar en ganar», recordó Simeone, que ha ganado ya al menos en dos ocasiones en el Pizjuán con resultados que le valdrían para pasar a semifinales (1-3 en 2013 y 0-3 en 2015).

«Esté Costa o no hay que ganar, siempre por encima de las individualidades está el equipo y sólo hay que pensar en ganar»

SIMEONE

El liderazgo ofensivo recaerá en Antoine Griezmann, que marcó el sábado tras mes y medio sin hacerlo en Liga, que no está siendo tan determinante como en otras campañas. Kevin Gameiro, que regresa al Pizjuán, o Torres le acompañaran arriba. Además, Cholo parece que usará dos extremos (Correa y Carrasco) abiertos para evitar la primacía de «la sociedad Banega- Nzonzi que está funcionando bien» para lograr sacarles de «su posición cómoda en el medio».

Vitolo vuelve como suplente

‘Vitolo’ regresa de nuevo a Sevilla, tras hacerlo con Las Palmas después de su rocambolesca salida veraniega, pero en principio verá desde el banquillo a su ex equipo, que parece haberse recuperado en una semana de la depresión en la que habitaba después del derbi (3-5). «Es un jugador muy bravo, un grandísimo jugador, pero no me siento capacitado para pedirle a la afición que se comporte de una manera u otra con él. Lo que le pido es que nos anime a nosotros», se limitó a decir Vincenzo Montella.

La victoria en Cornellá confirma las buenas sensaciones vividas en la ida con el mismo once, aunque las declaraciones son de prudencia y respeto al Atlético. «El fútbol aquí es como en Italia, una semana eres el mejor y otra eres el peor. Lo importante es no perder el equilibrio», recuerda el técnico italiano que parece que, pese las pruebas con Pizarro o Geis, insistirá con Franco Vázquez junto a los citados Banega y Nzonzi. «Lo importante es tener la mentalidad y el espíritu, y sentir el calor de la afición. Esto será muy importante y los jugadores lo necesitan», explicó Montella sobre un Sánchez Pizjuán que rozará el lleno.

«No tenemos que pensar en esta ventaja que tenemos y sí en el partido, que va a ser muy físico»

MONTELLA

Es posible que haya alguna rotación por acumulación de minutos y Ben Yedder tendría opciones por Muriel. «No sé si llegará a los 20 goles, pero para eso también tiene que marcar goles feos, no sólo bonitos como el del otro día», bromeó el transalpino antes de recordar que «no tenemos que pensar en esta ventaja que tenemos y sí en el partido, que va a ser muy físico. No pienso en la ventaja que tenemos, ojalá piense en esto sólo en los últimos cinco minutos del partido».

Sufrió en un buen tramo del primer tiempo pero el Sevilla volvió a manejar mucho mejor que el Atlético los detalles, fue mucho más resolutivo en ambas áreas y consumó la sorpresa para convertirse en el primer semifinalista de Copa por un global de 5-2. Enorme mérito de Vincenzo Montella, capaz de revitalizar a su equipo en cuestión de una semana, y segundo golpe terrible en la línea de flotación de Simeone, que ya fracasó sin paliativos al caer en la fase de grupos por no poder ganar al Qarabag. Sintomático, y determinante, que Oblak sólo haya encajado nueve goles en 20 jornadas de Liga y que, sin embargo, en dos partidos del torneo del KO el cuadro de Vincenzo Montella le haya hecho cinco a Moyá. Y casi todos más por errores propios que por virtudes ajenas. Impropio en el equipo del Cholo, que cayó con su propia receta, la de manejar los tiempos, ser concreto en las ocasiones y no errar en defensa.

El Sevilla encarrilló la eliminatoria en el tramo final del primer asalto en Madrid, cuando parecía contra las cuerdas, y en la vuelta sacó un enorme provecho a los goles anotados en el inicio de cada período. Supo jugar con el resultado y la ansiedad del adversario. Además, encontró a Banega cuando necesitó defenderse con el balón y a Sergio Rico en momentos clave de la segunda parte. El Atlético nunca se rindió pero se mostró romo en ataque, salvo el golazo de Griezmann al cuarto de hora, endeble atrás porque asumió muchos más riesgos que de costumbre y precipitado en el tramo final, preso ya del resultado y de los tres cambios realizados por Simeone que contribuyeron a un desbarajuste táctico. Cayó pronto en un torneo que buscaba y lo hizo sin Diego Costa, lesionado, y sin Vitolo, carne de banquillo.

Montella supo mentalizar a sus jugadores para que salieran presionantes, dispuestos a marcar territorio, a lograr pornto un gol que les diera cierta tranquilidad. La entrada de Navas en el lateral en lugar del lesionado Corchia fue un mensaje claramente de ataque para un equipo que, salvo el reseñado cambio, repetía el técnico italiano por tercer partido en una semana. Sorprendió con ese comienzo fulgurante a un Atlético que quizá se esperaba a un enemigo más timorato. Nada más sacar de centro, los hispalenses tocaron rápido y bien, hasta que Sarabia lanzó un gran centro que golpeó de primeras Escudero para sorpresa de todos los colchoneros, incluido Moyá, que repetió titularidad pese a quedar muy discutido tras el partido de ida.

Sevilla

Sergio Rico, Navas, Mercado, Lenglet, Escudero, Banega, N’Zonzi; Sarabia, Mudo Vázquez (PIzarro, min. 83), Correa (Nolito, min. 87) y Muriel (Ben Yedder, min. 73).

3

-

1

Atlético

Moyá, Vrsaljko, Godín, Giménez (Thomas, min. 64), Lucas, Correa (Carrasco, min. 59), Saúl, Gabi (Fernando Torres, min. 56), Koke, Griezmann y Gameiro.

  • Goles 1-0: min. 1, Escudero. 1-1: min. 13, Griezmann. 2-1: min. 48, Banega, de penalti. 3-1: min. 79, Sarabia.

  • Árbitro Martínez Munuera (Comité Valenciano): Expulsó a Simeone (min. 81). Mostró amarilla a Giménez, Banega, Gabi, Mudo Vázquez, Koke y Navas.

  • Incidencias Partido de vuelta de cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el Sánchez Pizjuán ante 39.918 espectadores. El Sevilla pasa a semifinales por un global de 5-2.

Pese a este nuevo golpetazo al medio minuto de juego, el tercero casi consecutivo del Sevilla en la eliminatoria, el Atlético se rehízo en el primer acto. Es un equipo acostumbrado a competir hasta el límite desde que llegó Simeone, buen conocedor, por otra parte, de la idiosincrasia de los nervionenses. Fue ganando metros, espacios y adueñándose de la situación en el centro del campo porque el croata Vrsaljko era lateral en defensa pero volante cuando su equipo atacaba. Y empataron pronto los colchoneros, fruto de un disparo enorme de Griezmann desde unos 28 metros, tras dejada de su compatriota Gameiro, ante el que nada pudo hacer Rico, demasiado adelantado.

Desde ahí hasta el descanso fue bastante mejor el Atlético, pero sin pegada. El Cholo situó a Saúl en el perfil izquierdo y sus compañeros le buscaron con balones altos y cruzados porque el ilicitano es mucho más poderoso por arriba que Navas. Así llegó otra dejada que Griezmann voleó alto con la zurda. Tuvo otra opción seria el Atlético, pero Gameiro no llegó por muy poco al gran centro de Vrsaljko.

La presión alta de los madrileños dificultaba la salida de balón de su oponente a través de N’Zonzi y Banega. El duelo era una batalla colosal física, táctica y por momentos de juego, aunque había más emoción que fútbol. Unos y otros peleaban a muerte por cada el balón. Sufrían los locales pero tuvieron la ocasión más clara antes del descanso, merced a un centro de Navas y a un cabezazo del Mudo Vázquez. El argentino, jugando entre las líneas enemigas, era el jugador más indetectable para el Atlético.

Se repitió la historia tras la reanudación y esta vez fue un penalti cometido por Saúl al golpear con el hombro a Correa, el que desniveló la contienda. Moyá adivinó la intención, pero Banega lanzó con temple y colocación. Pudo empatar minutos después Correa, el atlético, pero Rico estuvo espléndido y el argentino, como casi siempre, desacertado en el momento clave. Al Atlético le quedaba la gesta, la heroica, ante un Sevilla que supo jugar ya con el tiempo, su afición y el reloj. Ni Torres, ni Carrasco, ni Thomas, ni Saúl de lateral izquierdo, ya a la desesperada, pudieron cambiar la dinámica. Incluso Sarabia culminó su gran noche al culminar una contra. El Sevilla estaba hundido tras recibir una ‘manita’ del Betis pero ahora ve con moderado optimismo el duelo de octavos de la Champions ante el United. Tremendo.

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