Un tipo con estirpe que vino a Granada a ganar
El alero de Llucmajor ha sido pieza clave en el Covirán, mostrando un físico y dominio técnico dignos de la categoría superior
Granada
Martes, 31 de mayo 2022, 00:45
Cuando Pere Tomàs decidió el pasado verano fichar por el Covirán buscaba principalmente una cosa: ganar. Se había hartado de ser cola de león. 382 ... partidos en ACB engalanan el currículum del internacional español, formado en la cantera del Joventut. Pero su último lustro fue duro. Es cierto que casi siempre fue referencia nacional allá donde estuvo, habitual fichaje para los jugadores del Supermanager ACB en Manresa, Bilbao o San Sebastián, pero no lo es menos que acabó quemado de la zona baja y de acumular varios descensos.
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Por eso, cuando recibió la propuesta por tres temporadas del Covirán –a imagen y semejanza de la de su 'socio', Lluís Costa–, lo tuvo claro. Con 31 años, a punto de los 32, y aunque su vitola era de ACB, probar en la LEB en un equipo con aspiraciones que le aseguraba una estabilidad y muchas victorias a corto plazo, sonaba bien. Tomàs se ha hartado de decirlo este año, en público y, lo que tiene mucho más valor, también 'off the record': «Estaba cansado de perder tantos partidos». Necesitaba esa ilusión que ha encontrado en rojinegro.
La adaptación del balear a Granada fue casi inmediata. Pronto se encontró a gusto en la ciudad –donde ahora pasará la mayor parte del verano– en la que su hermano menor, estudiante de Filosofía en la UGR, le hizo de 'cicerone'. Y en el equipo, aunque le tocó eso de 'descubrir la LEB', tan usado entre los que llegan nuevos a la categoría. Pero su calidad pronto marcó diferencias y su temporada ha demostrado su nivel: 11'2 puntos con casi un 40% en triples y 4'7 rebotes dentro de un perfil que siempre antepone lo colectivo.
Física y técnicamente es un alero de otra categoría. Su 'bomba inteligente', el triple que lanza sin bajar el balón, una 'delicatessen' técnica al alcance de muy pocos. Y cuando los tiros no le entraron, durante un bajón tras la Copa Princesa, encontró la forma de ayudar en la pintura. Como cuando le falló el abductor en el partido en Castellón. Forzó, jugándose una lesión grave, para ganar en el 'día D', como lo hizo en la fiesta ante Almansa. Ganar mola más que nada y a Pere Tomàs, al fin, le tocaba vivirlo.
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