Covirán Granada
Una montaña rusa donde predomina la derrota a su paso por la éliteEl objetivo del club granadino es recuperar el gen ganador que le permitió disfrutar de cuatro ascensos
El Covirán pasó un auténtico calvario por la Liga Endesa. El paso del equipo granadino por la élite le ha supuesto padecer una auténtica montaña ... rusa, con algunas elevaciones pero predominio de caídas súbitas, expresadas en rachas largas de derrotas y dinámicas negativas de resultados, algo que era, hasta alcanzar la máxima división, inédito en la entidad nazarí.
Pablo Pin, que ha mostrado un enorme desgaste, más mental que físico, durante la temporada ya finalizada con el descenso a Primera FEB como penúltimos, consideró que el ejercicio fue «muy duro», aunque los cursos anteriores, tanto el del estreno en la Liga Endesa como la campaña anterior, se saldaron también con mucho sufrimiento y permanencias de infarto en la última jornada. La primera, dependiendo del triunfo del Real Madrid sobre el Betis, y la segunda, de una remontada a través de Rousselle sorprendente, en un partido prácticamente perdido ante el Gran Canaria en el Palacio.
El entrenador granadino, que duda sobre su continuidad en Granada y que pide «unos días para reflexionar y descansar la cabeza» antes de tomar la decisión, se refirió al gen ganador del Covirán, uno de los grandes propósitos a recuperar por el equipo de la ciudad de la Alhambra. Pin dijo que «el perder tanto no nos hace un equipo perdedor, somos un club ganador», al tiempo que aludió a la impecable trayectoria por divisiones inferiores como la LEB Plata y Oro.
La pretemporada ya presentó muchas dudas e incertidumbres sobre la plantilla confeccionada, defensiva y peleona, pero falta de talento y calidad ofensiva, también carente de una referencia interior clara y contundente, diseñada para formar un bloque sin estrellas, sacrificado y de pundonor. Se le ganó a un UCAM Murcia relajado pero saltaron las alarmas al perder con el Coruña en el Trofeo Diputación de Armilla. Ya, en Liga, un difícil calendario con palizas ante Barça, Unicaja y Tenerife produjo la esperanzadora victoria en Fontajau. El Covirán sacó fuera tres de los nueve triunfos cosechados, aplastando alGirona y al Breogán, más el de Zaragoza. Sin embargo, tras caer en Andorra, el tropiezo en casa ante el Bilbao le dejó abajo.
Aunque reaccionó en noviembre, perdió en Manresa con la primera polémica arbitral y la serie de tres éxitos –sobre Coruña, Breogán en Lugo y Joventut– fue la mejor de la campaña, lo que le impulsó fuera del descenso.
Lástima que tuvo al Baskonia contra las cuerdas y un triple 'in extremis' de Dylan Ennis le condenó en Murcia. Lleida y Gran Canaria fueron rodillos y dio buena imagen ante el Madrid. El Valencia fue inaccesible y ganó al Zaragoza, al que superó dos veces como al Girona y Breogán (seis éxitos, unidos a Joventut, Manresa y Coruña para sumar los nueve totales).
Quejas arbitrales
En Badalona volvieron las quejas arbitrales, aunque se cumplió ante el Girona en el Palacio y llegó el parón de la Copa y la ventana FIBAcon amplia derrota en Vitoria.
En la reanudación de marzo, y tras la plaga de bajas, llegó el punto de inflexión al ejercicio, con dolorosas y graves decepciones ante UCAM Murcia y Lleida en casa, ésta última de triste recuerdo arbitral. El equipo se descolgó al no recuperar rápido en Bilbao, ceder en Málaga un partido dominado por 14 puntos, y con los huesos Valencia, Tenerife y Barça, hasta hundirse del todo en Coruña.
La distancia que le separó de la salvación fue de tres victorias y la remontada llegó demasiado tarde. Ganó tres de los cuatro siguientes encuentros, al Manresa, en Zaragoza y al Breogán, con clara derrota de por medio en Las Palmas, pero la visita al Movistar Arena certificó el descenso, sin nada en juego ya con la visita del Andorra al Palacio.
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