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Alo Marín entra a canasta en el partido ante Cáceres. ALFREDO AGUILAR
«Estoy intentando hacer cosas sin importarme demasiado equivocarme»
LEB Oro

«Estoy intentando hacer cosas sin importarme demasiado equivocarme»

Alo Marín repasa las causas de su gran momento de forma, que le han convertido en un clave para el Covirán en las últimas jornadas

JOSÉ MANUEL PUERTAS

GRANADA

Viernes, 18 de enero 2019, 00:24

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Una de las mejores noticias que le ha traído el nuevo año al Covirán Granada es el momento de forma de Alo Marín. Y es que el escolta, tras un irregular comienzo de temporada, se ha convertido en los últimos cuatro duelos de los de Pablo Pin en uno de los puntales rojinegros, siendo además especialmente relevante su concurso en las dos recientes victorias en Palencia y ante Cáceres en el Palacio. En ellas, más allá de los 11,5 puntos promediados, su impacto sobre la cancha ha sido considerable, como consecuencia de la elevada moral con la que el de San Fernando juega ahora mismo.

Tanto es así que admite a IDEAL que «hace mes y medio cambié el chip», consciente de que su rendimiento estaba por debajo de su potencial y prometiéndose a sí mismo ser «más agresivo y mirar más al aro, no encasillarme tanto en los sistemas sino leer mejor lo que estaba pasando, porque no estaba disfrutando y cuando mejor se juega es cuando se disfruta».

Los resultados quedan a la vista, pues el escolta promedia 12,4 puntos en los cuatro últimos juegos, cuando apenas llegaba a los 4 tantos por noche en las trece primeras jornadas ligueras. En la valoración el dato es aún más esclarecedor: Marín suma 56 puntos en esos cuatro envites, cuando hasta entonces había alcanzado un exiguo total de 24. Pero más allá de la fría estadística, Alo ha vuelto a sentirse importante en el esquema granadino. Quizá a ello ayude la baja de Eloy Almazán, precisamente ausente ante Prat, Bilbao, Cáceres y Palencia.

Marín reconoce que «cuando sales sabiendo que vas a tener más minutos tienes más confianza y pesan menos los fallos» aunque añade también que «es normal que en la temporada haya altibajos, y ahora estoy intentando hacer cosas sin importarme demasiado el equivocarme». En definitiva, se encuentra más suelto a la hora de jugar y tomar decisiones. Y se nota.

Quizá el peor momento de la temporada le vino en Castellón, cuando se quedó sin jugar por decisión técnica en la séptima jornada. Fue la primera vez en toda su carrera que no saltaba a cancha sin mediar causa física. «En aquel momento estaba cegado y no lo entendí, porque consideraba que estaba entrenando bien», se sincera. Sin embargo, recuerda como «Pablo (Pin) me llamó y me aclaró que no había visto el momento de sacarme, pero que siguiera trabajando igual». Una conversación que le ayudó, pues Marín reconoce ser alguien «que se come mucho la cabeza» por lo que aquella charla le sirvió para «seguir entrenando con confianza esperando cambiar las cosas».

Desde luego, los resultados están a la vista, y quizá banalizar un poco la situación fue otro factor que ayudó en la mejoría de Alo. «En esos momentos a veces te presionas mucho, pero si llegas a un punto en el que piensas que si fallas no pasa nada, que no te estás jugando la vida, las cosas salen mejor», afirma. Un estado mental que le ha hecho recuperar la sonrisa y volver a mostrar ese jugador creativo en ataque y especialista en desatascar la defensa rival que bien mostró el curso pasado.

No puede obviarse tampoco que el escolta debuta esta temporada en la LEB Oro, tras una amplia experiencia en EBA y LEB Plata. Sin embargo, reconoce no haber notado demasiado el salto de categoría, aclarando que «me resulta casi más fácil jugar en Oro». Basa su argumento en que «si bien la toma de decisiones tiene que ser más rápida y hay que estar más acertado en el tiro, si tienes claro lo que tienes que hacer, cuándo pasar o tirar, casi me resulta más fácil jugar en Pro por la ocupación de espacios que hay».

Eso sí, aclara que el salto físico entre ambas categorías es notorio. «Todo el mundo es más grande, más fuerte y más rápido, por lo que en defensa hay que estar al 100% constantemente porque en cualquier momento te pueden buscar las cosquillas», declara. Además, reconoce que seguramente su mayor margen de mejora esté aún en la pista trasera, ya que «quizá lo que más me cueste es estar concentrado todo el rato en defensa, porque en ataque al final es más divertido y simplemente intento dejarme llevar».

Labores defensivas

Sin embargo, cuestionado precisamente por la tarea defensiva, y por cómo se ha encontrado emparejándose con aleros altos ante las bajas de Almazán y Joan Pardina, sorprende. «Realmente me cuesta más defender a escoltas anotadores que a aleros grandes, porque al ser más rápido y gustarme bregar y colocarme al rebote, me resulta más fácil. Sin embargo, perseguir a un anotador es más complicado», reconoce.

Ahora, con la fluidez en el juego de nuevo en el día a día, Marín es ambicioso para los próximos meses, tanto para él como para el equipo. «Aunque no sería un fracaso no lograrlo, tras ver la primera vuelta, pensamos que podemos jugar el 'play off'», admite, valorando que «nos hemos dado cuenta de que podemos competir todos los partidos».

Eso sí, para alcanzar ese reto habrá que dar un nuevo giro de tuerca al nivel del equipo, empezando por los inminentes duelos ante rivales directos como Ourense y Melilla, que pueden ser claves para el futuro inmediato. «Hay que tomarse la segunda vuelta como si ya estuviéramos en el 'play off', jugando cada partido como si lo fuera, y desde luego hacernos fuertes en casa es fundamental», sentencia el de La Isla. En 2019 las cosas le van viento en popa y no quiere volver a variar ese rumbo.

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