Del ilusionante espejismo a la tragedia griega

Parecía el Covirán rebelde ante la evidencia, o inconsciente de que acabaría cayendo de maduro, pero lo cierto es que, a lomos del gran partido de Noua, Ubal y Bamforth, al menos logró generar cierto 'runrún' en la parroquia del campeón copero con ese 52-64 mediado el tercer cuarto.

Pero la realidad es cruda, y terminó pasando lo que tenía que pasar en el momento en que Unicaja se puso a un nivel defensivo parecido al que se le presupone. El Covirán acabó deshilachado y a merced del equipo del momento. Y lo peor, salió malherido del Carpena, donde el principal objetivo, ante la evidencia de que ganar era una quimera, era no aumentar el parte de bajas.

A tres minutos del final, la desgracia se cebó aún más sobre el equipo rojinegro. Agustín Ubal, que jugó en Málaga su mejor partido en varias semanas, sufrió una lesión de rodilla que pinta a ser grave. Pablo Pin anunció una afectación del ligamento lateral de dicha articulación... en lo que casi sería la mejor noticia, pero que no dejaría de tener al uruguayo varias semanas parado. Las pruebas dirán más, pero negros nubarrones se ciernen sobre el futuro del Covirán.