La fatiga y el desatino en la prórroga fueron claves
El Covirán apenas anota seis puntos en los cinco minutos extras mientras Jeremiah Hill aparece como el factor sorpresa decisivo del Betis
Jose Manuel Puertas
Granada
Lunes, 5 de diciembre 2022, 00:20
Dentro del desacierto general con el que, salvo en el tercer cuarto, se desempeñó el Covirán ayer, la prórroga resultó especialmente dolorosa para los de ... Pablo Pin. A la misma se había llegado, con empate a 60, después de Jeremiah Hill primero sufriera un tapón de Alex Renfroe y posteriormente fallara su postrero tiro sobre la bocina. Lo que posiblemente no imaginaba el Palacio de los Deportes es que iba a ser precisamente el escolta verdiblanco el que acabara sentenciando la segunda victoria bética del curso.
Porque de los 14 puntos de Hill en el encuentro, hasta 8 llegaron en el tiempo extra. El norteamericano fue el más clarividente en la cancha y seguramente quien mejor gestionó la fatiga. Hill tocó a rebato –incluso buscó un poderoso mate que habría sido la sentencia y que no acabó entrando– y una vez que el Betis logró una mínima ventaja ya fue pan comido para Shannon Evans cerrar un resultado incluso doloroso para el Covirán por un mal 'basket average' de 10 puntos en contra.
En todo caso, lo cierto es que los rojinegros hicieron méritos para acabar hincando la rodilla. El nivel de acierto en la prórroga fue dantesco –2/11 en tiros de campo, con 0 de 8 en triples–. Desde luego pesó la fatiga, con los de Pin sin encontrar caminos hacia el aro –solo Prince Ali lanzó de dos puntos en la prórroga– ni viendo la forma de meter balones en la zona a Cristiano Felicio para acabar abusando de un lanzamiento triple que no les acompañó en casi ninguno de los 45 minutos (6/35 en total, para un triste 17%).
En el momento decisivo, las piernas pesaron y las muñecas temblaron. El Covirán se desangró también en el tiro libre, con un 1 de 6 impropio desde la línea (0/2 de Ali y 1/4 de Pere Tomàs). Con esos registros, es prácticamente imposible ganar un partido en la Liga Endesa, y el Betis acabó llevándose el gato al agua en un duelo en el que los verdiblancos fueron 'los menos malos' para tomar oxígeno en la pelea por la permanencia.
Retorno victorioso al Palacio del granadino Pablo Almazán
Por segunda vez en su carrera, el alero granadino Pablo Almazán volvió a jugar ayer en el Palacio de los Deportes. Y como sucediera en la primera, en la temporada 2018-19 en la LEBOro, acabó llevándose el gato al agua con un Betis muy necesitado ante el Covirán.El capitán verdiblanco, que tuvo a la inmensa mayoría de su extensa y baloncestística familia repartida por las gradas del pabellón del Zaidín, disputó 13 minutos en los que anotó 3 puntos que, eso sí, llegaron en un momento relevante. Su triple al inicio del último cuarto terminó de voltear el marcador (50-52) tras la notable reacción del Covirán en el tercer periodo, que había puesto a los sevillanos contra las cuerdas.
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