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Carlos Corts penetra por la zona en busca del aro del Palencia. :: lof
Con diez se juega mejor que con doce
LEB Oro

Con diez se juega mejor que con doce

El Covirán se sobrepone a las mil maravillas de las bajas de Eloy Almazán y Joan Pardina para poner un broche de excelencia a su gran primera vuelta

JUANJO MARTÍN

GRANADA.

Domingo, 13 de enero 2019, 01:49

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Ya lo avisó Helenio Herrera, histórico entrenador de fútbol, cuando pasó a la posteridad su frase de que «con diez se juega mejor que con once». Lo que quizá no conocía el técnico argentino era su aplicación al deporte de la canasta. Pablo Pin hizo apología de ese postulado el pasado viernes, cuando supo dirigir a un mermado Covirán hacia una enorme victoria en la cancha del Palencia (76-79).

El técnico, confeso amante de las largas rotaciones y de emplear a los doce integrantes de su plantilla, tuvo que recomponer sus preferencias para desplegar un elevado nivel de juego con sólo diez hombres, al tener que amoldarse a las significativas bajas de Almazán y Pardina. Después de varias semanas infiltrando al barcelonés, el cuadro rojinegro se había quedado sin aleros altos en la antesala de una de las visitas más complicadas de la temporada, a un Palencia que aspira a todo y que peleará a buen seguro por subir a la ACB en los 'play offs', si es que no logra desbancar del liderato al ahora mismo imparable Betis del granadino Curro Segura.

El club castellano-leonés afrontó el duelo ante los nazaríes con una ligera opción de meterse en la final de Copa, pero obligado a resarcir a sus aficionados después de sus dos tropiezos seguidos contra Ourense y Melilla. Sin embargo, se topó con una resistencia mayor de lo pensada por parte del Covirán, que jugó muy bien sus cartas para estar siempre metido en el partido y la mayor parte del tiempo por delante en el electrónico, aunque no fuese por un margen amplio.

Poco le importó que Iriarte retornara de su sanción un tanto frío -el único visitante que no anotó-, pues la escuadra rojinegra manejó bien el ritmo del encuentro gracias a la presencia de dos 'pequeños' en su quinteto. El agujero en el perímetro quedó así perfectamente taponado, aunque fueron necesarios dos cuartos para que el equipo se ajustara a esa formación. Nueve balones perdió el Covirán en la primera parte, una tendencia cortada de cuajo en el tercer acto, en el que sólo extravió una posesión. Los de Pin terminaron el partido con apenas trece posesiones desperdiciadas, lo que habla bien del manejo de balón y de su control en las líneas de pase, especialmente tras el descanso.

El tándem formado por Josep Pérez y Carlos de Cobos gozó de una extensa participación en el choque, siendo el malagueño el único que rebasó la treintena de minutos en pista (32) al ser el más valorado del equipo (11 puntos y 22 de valoración), siendo el valenciano el segundo jugador más empleado (25) por el técnico granadino. Ambos contaron con el apoyo de Corts, nuevamente letal con sus lanzamientos lejanos (ocho puntos), a la hora de llevar a buen puerto la nave rojinegra, sobre todo en momentos de zozobra como el 8-0 de los palentinos al iniciarse el tercer cuarto.

Rápida réplica

La respuesta granadina no se hizo esperar y se produjo con un parcial de 5-15 en el que buena culpa tuvieron Alo Marín y Álex Bortolussi. Ambos alcanzaron una importancia capital en este partido, en el que tuvieron que añadir a su repertorio de facetas la labor de 'parchear' la falta de un '3' puro. Con el argentino jugando abierto se logró ensanchar una pista en la que se movieron con más soltura los interiores, mientras que el gaditano guardó lo mejor de su repertorio para el final.

En el momento más caliente del enfrentamiento ante el Palencia, Marín destacó anotando ocho puntos consecutivos en el último período. El escolta no ha vivido un arranque de campaña sencillo al tener a muchos compañeros por delante suya en la rotación, pero ha sabido esperar su momento y actualmente es uno de los exteriores más en forma del Covirán, con 12'3 puntos de media en sus últimos cuatro encuentros. El natural de San Fernando parece haber finalizado su adaptación a la LEB Oro y ahora mismo es igual de relevante que la campaña pasada, en la que brilló con luz propia en numerosos partidos, incluida la final de Copa LEB Plata.

Si la irrupción de Alo fue fundamental para el triunfo del Covirán, no resultó menos importante la constancia de Sergio Olmos. El pívot, que entre semana reconoció a IDEAL su malestar por la falta de respeto arbitral al ser el más castigado con las personales de toda la Liga, recuperó crédito con respecto al trío de colegiados y pudo así mostrar su talento ante Otegui -otro de los interiores consagrados de la categoría- y Cvetinovic. El alicantino marcó diferencias en la pintura cada vez que ingresó en la cancha hasta rubricar una excelente estadística de 18 puntos (9/13 en tiros de dos) y 5 rebotes para 16 de valoración.

La pluralidad de pilares sobre los que apoyarse facilitó la ruta del Covirán hacia su décimo triunfo, lo que supone un magnífico broche a una primera vuelta que concluye en sexto lugar tras la derrota de anoche del Melilla. Los nazaríes no sólo se han librado de pagar la novatada en su primer curso en Oro, sino que se han ganado el derecho a soñar con algo más que la simple permanencia gracias a un rendimiento por encima de lo previsto, incluso en partidos como este último en Palencia con sólo diez jugadores en nómina.

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