El desamor de Bamba Fall con Alicante

El Centro de Tecnificación de Alicante no es el lugar más cómodo para la Fundación CB Granada desde su creación. Los rojinegros acumulan cuatro derrotas en sus visitas al rival de este próximo domingo, tanto en LEB Plata como en Oro, donde coincidieron por primera vez el curso pasado, con clara victoria alicantina por 85-67 tras un huracanado primer cuarto de los locales, que dejaron resuelta la contienda con un voraz 35-16.

Sin embargo, y pese al interés por resarcirse en el feudo alicantino que tendrán varios de los miembros del Covirán, hay un jugador en el seno de la plantilla granadina que tiene grabado a fuego el duelo de esta jornada desde que se publicó el calendario de competición. El pívot Bamba Fall, MVP de la LEB Oro el pasado ejercicio en las filas del Lucentum, jugará por primera vez en la que fue su casa, en lo que sin duda será, y esto va mucho más allá del manido tópico de los reencuentros, un duelo muy especial para él.

Hace un año por estas fechas, la relación entre el africano y Alicante era idílica. El pívot jugaba su primer curso en España y lo hacía formando junto al eléctrico base Justin Pitts la que era probablemente la mejor pareja de la categoría. La velocidad del estadounidense y la presencia del hoy nazarí no dejaron de reportar beneficios a un equipo que, pese a ser recién ascendido, se convirtió en la revelación. Pitts –y el veterano Pedro Llompart– tomaron a Fall como su mejor socio para dar lecciones de cómo jugar el bloqueo y continuación, siendo una constante amenaza para el resto de equipos de la competición.

Cuando la pandemia de coronavirus detuvo súbitamente la liga en marzo, el senegalés era el dominador del curso. 14 puntos, 8'6 rebotes, 2'3 tapones y 20'5 de valoración en su impactante estreno español. Mientras, el HLA Alicante sumaba nueve victorias consecutivas y era cuarto en la clasificación. Fue uno de los equipos más afectados por el parón, y de hecho, de los que más interés tuvo en retomar la competición, pues se veía con opciones reales de lograr el salto a la ACB.

Pese su rendimiento allí, Bamba Fall será recibido el domingo con recelo. Es fácil entender que se convirtió en objetivo número uno en la planificación de los de Rivero, que jugaron todas las cartas posibles –y alguna imposible– para retener a su referente. Desde difundir un supuesto acuerdo para disuadir a otros equipos de ofertar hasta jugar al desgaste. Las semanas que llegaron una vez que se supo que la temporada quedaba cancelada no fueron sencillas para el jugador, atrapado en Alicante sin poder regresar a su país. Inicialmente, las conexiones entre Senegal y España fueron mínimas, pero cuando se restablecieron e incluso Fall encontró apoyo en la embajada senegalesa para regresar, el club levantino no le facilitó la tarea de encontrar un vuelo, tratando de alargar su estancia en la ciudad con el objetivo de acabar convenciéndole para que renovase antes de marcharse. Mientras pasaban los días, Fall –que no salió de Alicante hasta entrado julio–, temeroso del virus y necesitado de volver a su hogar por motivos personales y profesionales, se recluyó en su piso y, como dijo recientemente a este periódico, puso su futuro «en manos de mis agentes».

Pero para la directiva alicantina la carta a jugar era convencer al jugador directamente sin dar mucha cancha a los representantes. Una baza que acabó saliéndole mal a un Lucentum que en declaraciones de varios portavoces ha lamentado que Fall «cambiara de opinión varias veces», dando a entender que comprometió verbalmente su continuidad, lo que el senegalés y su entorno desmienten. El pívot terminó hastiado tras uno de los veranos más difíciles de su vida. Así, especialmente cuando emergió una potente oferta desde Granada, la reacción alicantina, llegando a realizar una propuesta arriesgada –prácticamente fuera de mercado– indicó un interés real en Fall, pero llegó demasiado tarde y el senegalés acabó en Granada.

Los números este curso de Bamba Fall –10'1 puntos, 6'3 rebotes, 1'5 tapones y 14 de valoración– de momento son inferiores a los de su etapa levantina, hecho más o menos previsible. No ser nuevo en la liga reduce el factor sorpresa, al tiempo que el Covirán no tiene un base tan eficaz para el 'pick and roll' como los alicantinos. Sin embargo, su presencia genera una enorme atención en la cancha y está haciendo la vida más fácil a los Costa, Murphy o Bropleh. Eso sí, si por Fall fuera, su gran partido este curso será el del domingo. Motivación no le faltará.