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Presión sobre Junior Robinson. RAMÓN L. PÉREZ
Cuando la defensa gana partidos
LEB Oro

Cuando la defensa gana partidos

El Covirán 'seca' de nuevo a Robinson, máximo artillero de la Liga, para atar una victoria que le otorga la permanencia virtual en la categoría

JUANJO MARTÍN

GRANADA

Domingo, 27 de enero 2019, 23:53

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Los equipos entrenados por Pablo Pin siempre han poseído un marcado acento en sus virtudes defensivas. El técnico granadino se ha habituado a construir cada año su plantilla por los pilares que le sostienen en pista trasera, mientras que los progresos en la delantera suelen llegar más tarde en el tiempo. Los resultados obtenidos a lo largo de las temporadas, además de en la actual, avalan esta práctica. El Covirán no ha acusado en ningún momento el salto a la LEB Oro y ha mostrado en la mayoría de encuentros un nivel competitivo más que aceptable. Esa tendencia por quemar energías atrás se ha evidenciado no sólo en global -quinta mejor defensa de toda la Liga-, sino que se ha subrayado en los encuentros en los que tenía enfrente a una clara amenaza en el tiro.

Ya en la primera vuelta demostraron los nazaríes su inspiración a la hora de 'secar' a los cinco principales artilleros de la categoría. Jhornan Zamora acabó con 3/11 en tiros de campo en el tropiezo inaugural del Ourense en Granada (68-64). Luego, Junior Robinson pasó de promediar 40 puntos en sus dos primeras jornadas a quedarse en apenas 15 cuando se enfrentó a los rojinegros, quienes se llevaron el triunfo de Mendizorroza (84-90).

Después le tocó el turno a Tyson Pérez, estrella del Canoe que firmó 18 puntos en el Palacio pero en ningún momento logró liderar a la escuadra madrileña a un resultado positivo (87-60). Una semana más tarde fue Aleix Font quien sufrió en sus carnes la defensa granadinista. El escolta del Barça B se quedó en nueve puntos, si bien en su caso no se echó en falta una mayor aportación al ganar el filial azulgrana ese choque (78-60).

Más recientemente, el alero del Palencia Stephen Vasturia -tercer máximo anotador de la LEB Oro- sí alcanzó su media anotadora frente al Covirán al finalizar con 19 puntos, aunque sus porcentajes de acierto disminuyeron. Además, los hombres de Pin completaron un partido tan serio que ni así lograron los castellanos doblegarles (76-79). Ese 'top-5' de estiletes ofensivos ya padecieron el férreo marcaje de los rojinegros en la primera vuelta, por lo que sus entrenadores se afanaron por generar mejores situaciones para cambiar esa dinámica una vez rebasado el ecuador liguero.

Gonzalo García de Vitoria, 'coach' del Ourense, consiguió que Zamora sorteara la red defensiva de Pin y que el hispano-venezolano fuese una pesadilla con sus 20 puntos y seis triples. El escolta puso en un serio aprieto a los nazaríes con su inspiración desde la larga distancia, incluida una canasta de tres que metió a tabla. Empero, Zamora erró tres tiros en el último minuto que podrían haber impedido el trabajado triunfo del Covirán (80-83).

Freno a la revolución

El pasado sábado fue el turno de nuevo para el Araberri de Antonio Herrera, por lo que el antiguo mentor del técnico granadino elaboró durante la semana movimientos en pista delantera que le concedieran una ligera ventaja a Robinson, máximo anotador de la Liga con más de 21 puntos por encuentro. Herrera reservó inicialmente al estadounidense, quien entró mediado el primer cuarto y tardó poco en revolucionar el duelo.

Sus inverosímiles lanzamientos y su afán por mirar al aro desde mucho más lejos de los 6'75 metros ratificaron el carácter impredecible de un jugador que sorprende en primera instancia por su reducida presencia física (1'65 metros de altura) y después lo hace por su habilidad para desbordar por velocidad en acciones de bloqueo directo, que luego remacha con lanzamientos o con asistencias a algún pívot en cómoda posición para encestar. Robinson sumó once puntos en el segundo cuarto disputado en el Palacio, incluidos dos triples al filo del descanso que mantuvieron con vida a los alaveses (40-38).

El jugador de Carolina del Norte había sentado las bases para ser una vez más el referente de su equipo, pero no esperaba que la pizarra nazarí planteara un antídoto sumamente eficaz. Tras hacer una primera labor de desgaste Josep Pérez y Manu Rodríguez en individual, la zona ideada por el cuerpo técnico de Pin, en la que los dos pivots salían al paso de Robinson para cerrar cualquier vía de pase o penetración, le frenó por completo tras el intermedio. Pese a que el Covirán descuidó así la defensa del rebote defensivo, detenerle al inicio de cada posesión permitió a los anfitriones sacar mentalmente del partido a la estrella del Araberri.

La eficacia de la estratagema fue tal que Robinson no pudo ni mirar el aro con el reloj en movimiento en el tercer acto -sólo dos tiros libres en su haber-, mientras que en el último período lanzó dos veces, ambas sin acierto, con el choque ya decidido. La defensa nazarí rayó la perfección para sumar una nueva víctima en su cuenta, en la que esperan añadir otra vez a Tyson Pérez, principal peligro de un Canoe al que se medirán los rojinegros este viernes a domicilio (20 horas).

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