El Covirán confía en el Palacio para evitar caer en el pozo

Así, o el Covirán Granada gana ya o pronto se verá en una situación preocupante, hasta podría caer en un descenso que ha visto de lejos desde el inicio de la temporada. Ahí queda el dato de que ganó 5 partidos en 8 jornadas y desde entonces sólo uno, al colista, donde hasta energúmenos han amenazado a Óscar Quintana en las redes sociales.

Pablo Pin cuenta con toda la plantilla a su disposición, trece hombres sin Felicio y Todorovic, por lo que tendrá que hacer un descarte. Ramón Vilà, Jacobo Díaz y David Iriarte no han contado en las últimas citas, el balear precisamente entrenó mal por molestias físicas, al igual que Youssou Ndoye, aunque ambos están listos y no hay bajas extras.

El entrenador granadino reconoce que «puede que haya más presión porque la distancia, en relación a los que van por debajo nuestra, es menor, se ha acortado, pero no era lógico que el Baxi Manresa estuviera con solo tres victorias, hace nada fue finalista de la Champions League, actualmente juega en Europa; tampoco era normal la situación del Zaragoza, con la inversión que ha realizado, lo extraño era lo de antes y lo normal, lo de ahora, que las cosas estén igualadas. Si el descenso no se decide al final y estamos salvados antes será increíble, todos los equipos están más rodados en la segunda vuelta, ninguno ya juega mal, han subido el nivel y por eso nuestra obligación es mejorar».

Del Gran Canaria, resalta que «es de las plantillas mejores construidas de la Liga Endesa, está muy compensada, tiene dos 'cincos' que se complementan muy bien, que son grandes finalizadores, todos sus pívots, con Inglis de refuerzo como más interior y Shurna, por fuera, resultan sólidos también en el bloqueo directo y a nivel defensivo, corren muy bien la pista, al ser finalizadores esto da al Gran Canaria una dimensión mayor, por tener bases muy buenos y que pasan bien el balón, además de tiradores, les vi muy solventes en el último partido de Eurocup contra el Trento, efectivos por encima del aro».

A pesar de todo, el técnico nazarí considera que «fue una buena semana de trabajo, para construir a partir de los minutos positivos ante el Baskonia, que los hubo, con el foco de seguir progresando y pulir cuestiones defensivas, como el rebote».

La pasada derrota en el pabellón Fernando Buesa Arena sacó a relucir otra vez las costuras de un Covirán que está lejos del equipo veloz y alegre del principio de la temporada, en su descargo que no está Cristiano Felicio y que Luke Maye tampoco tiene las sensaciones de antaño, le falta ritmo, frescura física, pillar la forma... y no se muestra fino en los tiros, en Vitoria lanzó y hasta ni tocó el aro.

Las principales carencias del Covirán se centran en el rebote defensivo, las pérdidas de balón y la incapacidad para mantener la concentración durante los 40 minutos de juego. El regalo de posesiones y balones fue un factor más controlado en Miribilla y Vitoria, así lo confirman las cifras ante Bilbao y Baskonia, donde el desperdicio se redujo a 12 y 10 en cada encuentro. Empero, Pin resalta que más que el número es que no sean pérdidas con castigo, de canasta fácil del rival, las absurdas, esas no las perdona. Y eso volvió a ocurrir en Álava, como servir en bandeja la pelota al adversario tras saque de fondo. A ello hay que sumar los momentos de desconexión, fases puntuales en los que 'se desaparece' mentalmente.

Pin aclaró que no echó la bronca a Pere Tomàs, «solo hablamos», se dirigió al alero en un tiempo muerto del Buesa Arena y, rápidamente, le dio la mano. «Entrena bien, no es casual que 'Pera' haya acumulado 400 partidos en la ACB, tiene que aprovechar esos tiros abiertos, su experiencia es importante». Tomàs ahora sí cuela lanzamientos que hace liberado, cosa que el americano Mike Moore, que se definió como más 'tres' que 'cuatro', no consigue ni en la posición de alero.