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Instante del partido entre Covirán Granada y Marín Peixegalego. FERMÍN RODRÍGUEZ
Covirán Granada - Marín Peixegalego | Sentimiento de redención en mente
LEB Oro

Victoria del Covirán Granada ante el Marín Peixegalego

El conjunto nazarí logró una importante victoria por 83-56, en un encuentor que controló de inicio a fin

Juanjo Martín

Granada

Sábado, 12 de octubre 2019, 01:42

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Elevadas son las expectativas –y a la vez exigencias– que se han colocado esta temporada sobre los hombros del Covirán Granada. La enorme explosión del curso anterior ha tenido muchos ecos, siendo el menos placentero el que obliga a bordar una temporada al menos tan buena como la anterior. De ahí a que en la atmósfera de la escuadra rojinegra se haya detectado de nuevo la presión, que ha sido constante en el pasado y que ahora redobla con fuerza para compelerles a rondar con más fuerza si cabe el ascenso a la ACB.

Ese sentimiento forzoso de rayar a gran altura no ayudó la pasada semana, en la que el Huesca provocó la primera derrota de la temporada (71-70) tras un mal rendimiento global de los nazaríes, que durante estos días han realizado un ejercicio de autoanálisis para evitar más tropiezos como el sufrido en tierras aragonesas. Allí no se jugó bien y, aun así, se tuvo la oportunidad de sumar una segunda victoria que finalmente no llegó. Así se creó la primera fuga en el globo llenado por la ilusión de estar arriba. No obstante, la campaña acaba de empezar y queda mucho camino por recorrer.

Eso es lo que piensan todos los equipos, especialmente los que han encajado sendas derrotas en ese inicio y que aún no conocen el triunfo. Uno de ellos resulta sorprendente, pues todo el mundo coloca a Palma en las quinielas por el ascenso y, de momento, todavía no ha despegado (0-2). Otro conjunto que arrastra ese mismo balance es el Marín, rival esta tarde del Covirán en el Palacio de los Deportes (18.30 horas).

El conjunto gallego, que espera recuperar hoy al lesionado Orellano, es un recién ascendido y de ahí que no hayan extrañado sus tropiezos en Valladolid (82-66) y en casa frente al Cáceres (64-75). Sin embargo, desde el club rojinegro se alejan por todos los medios posibles de cualquier exceso de confianza. En ese sentido, precisamente la derrota en Huesca ha podido venirles bien para ahuyentar la euforia y convencerse de que, sin trabajo duro, nadie va a regalarles un puesto en los próximos 'play offs'.

Lo que sucedió la última semana ya es pasado, como asegura Pablo Pin. «Tenemos que mirar adelante y hacer un buen encuentro ante Marín», expresa el técnico con la intención de pasar página y reanudar la tarea de convertirse en un gran equipo. El Covirán repite casi todas sus piezas, si bien necesita volver a construirse como bloque. Lógicamente su proceso será más rápido que el del resto, pero no por ello se trata de una misión ya terminada, como se ha podido comprobar.

En el encuentro de esta tarde repetirá ausencia David Iriarte, con permiso del club por el fallecimiento la pasada semana de su padre. El jugador continúa en Mallorca y se espera que regrese en los próximos días. Sin el ala-pívot pero con un fuerte sentimiento de redención, el Covirán intentará mantener su condición de invicto en el Palacio, por donde hasta ahora sólo ha desfilado un oponente (Delteco), pero fue de enjundia. En ese choque se evidenció el mayor rodaje como bloque, una condición que será bienvenida en la visita del Marín.

El conjunto gallego es «bastante bueno a nivel físico. Por fuera tiene un base que conoce bien las competiciones FEB como Noguerol. Además, Saunders y Badmus pueden ser dos de los mejores aleros físicos de toda la Liga. Por todo esto, debemos llevarnos el partido a nuestro terreno», comenta Pin. El granadino cree que la clave residirá en «estar concentrados, así reduciremos los errores tontos que provocan parciales en contra. También tenemos que mejorar los detalles básicos de nuestro juego, como el balance defensivo, el rebote y la solidez en el uno contra uno, así como mejorar el ritmo en ataque». El Covirán tiene el reto de convertirse en el equipo más duro de la LEB Oro y para ello no puede permitirse otro traspiés, y menos en el Palacio ante un enemigo que parte como candidato a pelear por sortear el descenso.

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