Baloncesto
Un Covirán Granada ahogado sin espaciosLa poca generación exterior, paliada con Costa, y la falta de un '4' tirador, dificultan sobremanera los ataques
Granada
Domingo, 2 de noviembre 2025, 11:44
Más allá de por las dificultades que generó no saber hasta bien entrado julio en qué categoría jugaría el equipo, la confección de la actual ... plantilla del Covirán Granada asumió el pasado verano algunos riesgos que el tiempo se está encargando de convertir de problemas de notable importancia.
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En el baloncesto moderno, aparte de los conceptos claves clásicos que siempre han obsesionado a los entrenadores, como puede ser el control del rebote o las pérdidas, existe un anglicismo que genera multitud de horas de estudio, visionado de vídeos y charlas. En una cancha que tiene el mismo tamaño desde hace décadas (28x15 metros) y que ocupan jugadores cada vez más grandes, conseguir que los ocupes logre un buen 'spacing' es casi como para Indiana Jones encontrar el Arca de la Alianza.
Dicho concepto hace alusión a la correcta ocupación de espacios sobre la pista, y es sin duda uno de los grandes problemas que el Covirán está arrastrando en lo que va de temporada, por mor de su peculiar configuración de plantilla. En la misma, la apuesta por Matt Thomas dejó al equipo un cojo en la generación exterior –el plan inicial de Ramón Díaz era fichar un '2' más 'jugón', no tanto un tirador puro–, mucho más cuando Micah Speight no ha respondido a la confianza puesta en él. En este sentido, el club ya ha reaccionado con cierta premura y el reciente fichaje de Lluís Costa ha comenzado a aliviar esa situación.
Mientras, otra de las incógnita que generó el verano, y que ahora está siendo un verdadero problema, es la ausencia de un tirador de nivel en el juego interior. Los dos 'ala-pívot', Luka Bozic y Beqa Burjanadze, son tiradores correctos, pero ni mucho menos especialistas, y a ello se le une que los tres '5' del equipo rojinegro son jugadores estrictamente de pintura, sin capacidad para anotar más allá de a dos metros del aro. En ese escenario, la zona rival siempre está colapsada y el ataque de los de Ramón Díaz demasiado ahogado. Obviamente el Covirán tiene un serio problema con el paupérrimo rendimiento de Zach Hankins, pero una mejor versión del estadounidense tampoco podría ocultar que el 'spacing' tiene muchas dificultades. Ante la poca generación exterior, uno de los planes es usar el poste bajo, principalmente con Bozic, para iniciar los ataques, pero al equipo ya le han leído la matrícula y al croata cada vez le cuesta más crear desde ahí.
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Y así, sin claridad en ataque y con una defensa que no se encuentra –99 y 95 puntos encajados en Lleida y Lugo–, el Covirán zozobra en el arranque. Lo único positivo del actual escenario es que a primeros de noviembre hay tiempo para cambiar fichas. Pero eso, claro, cuesta dinero. Toca elegir 'susto' o 'muerte'.
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