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Aro pasado ·

Tanto el Covirán como el 'Raca' han de dar más de sí con tal de cumplir sus respectivos objetivos de este curso

Juanjo Martín

Granada

Martes, 8 de octubre 2019, 08:06

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El primer fin de semana en el que el baloncesto granadino ha tenido una doble cita para los proyectos punteros no pudo tener peor saldo. El Covirán desperdició una buena ocasión de estrenarse a domicilio al dejar escapar la victoria por su pobre desempeño en Huesca, lo que motivó las duras críticas de Pablo Pin hacia su colectivo por la falta de concentración en todo el choque, y especialmente en el tramo final, con todo por decidirse (71-70). La escuadra nazarí desea al menos igualar la excelencia del pasado curso y, aunque estemos al principio, no puede permitirse según qué deslices.

Ganar a domicilio en Oro siempre resulta arduo, pero lo es menos en un arranque en el que los rojinegros gozan de la ventaja de conocerse sobradamente entre los integrantes de la plantilla. El revés en Huesca supone un aviso de que se le requiere más para cumplir sus objetivos en esta temporada, un mismo mensaje que también recibió el Hafesa 'Raca' en su puesta de largo en Liga Femenina 2.

Caer a manos del Barça (68-82), un equipo construido para estar arriba, entra en el apartado de lo lógico, si bien el resto de la jornada deparó una serie de resultados que evidenciaron la posible fractura que puede haber en este grupo B entre los clubes catalanes y el resto. Aun así, Maribel Piñar tiene asuntos más urgentes de los que preocuparse, como introducir un punto de serenidad en pista delantera. Faltó elaboración y sobró anarquía ante las azulgranas, aspectos que requieren una intervención inmediata mientras el paso de las jornadas comprueba si existe o no esa brecha con Cataluña.

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