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Curro Segura asiste al transcurso de un partido de Gigantes de Guayana como también el devenir de los acontecimientos en Venezuela. G. G.
Un suspiro granadino en la crisis de Venezuela
Baloncesto

Un suspiro granadino en la crisis de Venezuela

La continuidad del técnico Curro Segura en Gigantes de Guayana dependerá del nivel de colapso que sufra el país y no se demore en exceso el inicio de la Liga

SERGIO YEPES

GRANADA

Sábado, 5 de agosto 2017, 01:01

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Que en Venezuela se viva una profunda crisis que se ha recrudecido después de que el presidente Nicolás Maduro convocase la Asamblea Nacional Constituyente que golpeó el Parlamento de mayoría opositora es algo que ya trasciende de los contextos político y social. E incluso de sus propias fronteras. Al punto de que acaba rebasando las de la provincia de Granada y termina por alcanzar a uno de sus más prestigiosos técnicos en el plano deportivo: el de baloncesto, Francisco 'Curro' Segura (07/04/1972). Y todo, a consecuencia de que la «situación de inestabilidad» que se vive en aquel país que curiosamente «tiene riqueza en muchos ámbitos» amenaza con crear un colapso a todos los niveles que se está viendo acentuado por los perjuicios económicos que suscitó en primer término.

«Te recomiendan que sólo vayas a sitios seguros o que no salgas de noche a pasear»

El tema está en que Gigantes de Guanaya, el conjunto en el que el motrileño comenzó a trabajar el 24 de enero de 2016, «quiere que vuelva» en base al buen trabajo que también realizó a partir del 14 de febrero de 2017, que es cuando inició su segundo ciclo. Y el tema está también en que eso es algo ante lo que el preparador se muestra «encantado», pues lo cierto es que «mi interés sería continuar» para así poder prolongar la que se trata de su cuarta singladura en el extranjero. Ahora bien, «el problema que puede existir es que el inicio de la competición -en la Liga Nacional- se retrase mucho», sienta en el aire su continuidad profesional y así tenga que estar a la expectativa de «cualquier otra oportunidad que pueda surgir», lo que en último término podría suponer que «decidiera fichar por otro club diferente». Y ese condicionante,de la mano también con el hecho de que Gigantes no esté en muy buena situación financiera, no sólo le impediría el intento por mejorar la eliminación en las semifinales de una de las dos conferencias existentes en la categoría -la Oriental- con que saldó el último curso, sino que también interrumpiría el master acelerado que ha venido recibiendo en todo tipo de desequilibrios desde un pupitre 'privilegiado'. Al haber vivido en un hotel junto al resto de los componentes del plantel se ha sentido «en una burbuja». Pero eso no quita para que haya percibido desde la cercanía la naturaleza y consecuencias de uno de los principales focos de conflicto en América Latina.

«No hay fechas ni calendario»

«En principio, se supone que la FIBA -la Federación Internacional de Baloncesto- obligaría (a la Venezolana) a arrancar el campeonato en octubre, pero no se sabe si va a ser así o no. De momento, no hay fechas ni calendario. Y lo normal es que el inicio se posponga por la situación que vive el país», contextualiza el preparador, quien afirma que «quisiera continuar» al mando del equipo del estado de Bolívar pero al par reconoce que «ahora mismo no sé qué es lo que va a pasar». Es más, desliza que todo queda «supeditado al tema de las fechas» pese a que se siente capacitado para elevar el listón en una competición a la que reconoce una calidad creciente. Y que dice que constituye todo un islote con respecto a la realidad que le rodea por «las altas inversiones» de que suelen disfrutar los equipos.

«En la Liga regular quedamos cuartos. Y en las rondas eliminatorias para decidir el campeón de conferencia fuimos eliminados (por Guaiqueríes de Margarita) en el sexto partido de la semifinal (4-2). Y aunque claro que nos habría gustado llegar a la final quedamos satisfechos con el rendimiento. Tuvimos muchos lesionados, muchas bajas importantes», refresca el ex del 'Cebé' Granada al repasar una competición en la que «no trasciende» que «algunos clubes sean dirigidos por personas relacionadas con el gobierno». Y en la que se queda al margen la crisis económica porque «al cambio, las entradas cuestan uno o dos euros». O porque «la gente ve el baloncesto como una válvula de escape». Pero, sobre todo, porque «hay fuertes medidas de seguridad».

Especialmente, «en los pabellones», donde Segura comenta que se crean «grandes ambientes». Aunque también en los protocolos y dispositivos a los que quedan sujetos los clubes. Y es así cómo el entrenador comienza a percibir que hay muy mal clima a la vuelta de la esquina del hotel en el que reside y generalmente encuentra «todo lo que necesitamos». «Nuestro equipo -que tiene nueve años de existencia y es conocido como 'Los Colosos del Sur'- está acompañado por escoltas en todos los viajes. Y también en el gimnasio en el que entrenamos», introduce para después aseverar que para no tener que confirmar que Venezuela es el país más peligroso de Sudamérica también hay que seguir al pie de la letra unas seria dindicaciones. «Al llegar te dan unas ciertas normas básicas para evitar que puedastener problemas. Por ejemplo, te recomiendan que sólo vayas a sitios seguros y vigilados. O que no salgas a la calle a pasear de noche», que es cuando se podría encontrar de bruces con una realidad inquietante.

En su primera etapa a orillas de la desembocadura del río Caroní ya pudo refrendar que «hay gente que está dispuesta a dormir haciendo colas cerca de los supermercados con tal de tomar posiciones y poder abastacerse al día siguiente». Pero es que en esta segunda etapa, marcada también por las declaraciones en las que el directivo Ángel Hernández reconocía que Gigantes se encontraba en una «situación económica delicada», el estratega corroboró que «hay veces en las que no se encuentran cosas que son básicas».

Sin duda, un drama de enormes proporciones para una nación a la que desea un rápido restablecimiento con independencia de cómo se resuelva su situación particular. «Espero que todo esto acabe y que pronto haya una solución. Que gobierne quien gobierne lo haga de la mejor manera posible para todo el mundo. Venezuela es un país donde me he sentido valorado, querido y la verdad es que le deseo lo mejor», concluye con un suspiro sentido.

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