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Sergio Olmos y Alo Marín comparten un rebote. RAMÓN L. PÉREZ
Una obsesión llamada rebote
LEB Oro

Una obsesión llamada rebote

El Covirán es el cuarto mejor equipo en capturas, según la estadística avanzada | Cada vez que el equipo granadino dominó a su rival bajo el tablero se llevó la victoria, y sucedió al contrario cuando no lo hizo

JOSÉ MANUEL PUERTAS

GRANADA

Miércoles, 31 de octubre 2018, 00:36

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Si una seña de distinción clara tiene el estilo de Pablo Pin es la permanente intención, casi podría decirse que obsesión, en controlar el rebote en los duelos del Covirán. En sus comparecencias técnicas antes y después de los partidos, y también durante la semana, el granadino suele hacer hincapié de forma muy habitual en ese dominio de los tableros, algo que, junto con la reducción al máximo de las pérdidas de balón, le permite aspirar a controlar el ritmo de los partidos.

Y es que el rebote en el baloncesto moderno posibilita en buena medida, en definitiva, decidir a qué se está jugando en cancha: el famoso control del tempo del juego, tan habitual en los discursos de los técnicos, en no pocas ocasiones está basado en la captura del mayor número de rechaces posibles.

Por ello, no es casualidad que en las plantillas que elige Pin haya jugadores con buena capacidad reboteadora. No ya solo los pívots, a los que esa característica normalmente debería ser inherente, sino muy especialmente en los exteriores, buscando precisamente que el mayor número de efectivos posibles puedan aportar en dicha tarea.

Así, resulta indiscutible que jugadores como Alo Marín o Carlos de Cobos tienen un instinto especial para el rebote, superior al del jugador tipo en su posición. También destacan en esa faceta Eloy Almazán y un Joan Pardina que, sin ir más lejos, es actualmente el líder reboteador nazarí, con cinco capturas por partido. El alero catalán, que entra en los ojos del espectador por su lanzamiento de tres, también aporta ese componente oscuro de solidaridad tan necesario para un equipo en lo que al rebote se refiere, así como en sus ayudas defensivas en el poste bajo, donde sus más de dos metros son de gran valor ante las torres rivales.

Y el hecho es que hasta ahora, los acontecimientos dan la razón al técnico granadino. Al menos así lo demuestra la estadística avanzada, cada vez más utilizada en el deporte profesional, como bien puso de manifiesto la película 'Moneyball', protagonizada en 2011 por Brad Pitt. Según un estudio al que ha tenido acceso IDEAL del colaborador de Solobasket y ex adjunto a la dirección deportiva de Bilbao Basket, Igor Minteguia, el Covirán es uno de los mejores equipos en el aspecto reboteador en lo que va de temporada en la LEB Oro.

Tras las cinco jornadas celebradas, la investigación analiza el porcentaje de rebotes de cada equipo, tanto totales como defensivos y ofensivos. Es decir, de cada 100 rebotes, cuántos captura cada equipo y cuántos concede al rival. En el caso de los nazaríes, su defensa de los rechaces del tablero propio es notoria, como indica el que hayan capturado un 74.2% de todos los posibles, concediendo sólo un 25.8%. Un dato que sitúa a los de Pin como el tercer mejor equipo de la liga en cuanto a rebote defensivo, sólo por detrás del Iberojet Palma, con un 75.1%, y del Chocolates Trapa Palencia, líder destacado con un 77.8%. El peor equipo de la competición es el CB Prat, que sólo captura un 62.9%.

En lo que se refiere al rebote ofensivo, los nazaríes también forman parte de los mejores hasta la fecha, ocupando el quinto puesto al conseguir un 32.1% de segundas opciones, apartado en el que domina el Real Betis Energía Plus con un 36.2%. Es curioso el dato de los verdiblancos, tercer peor equipo en su propio tablero, y ampliamente el mejor en el tablero rival.

Mejores cifras

Las otras escuadras que mejoran a los de Pablo Pin en estos cinco partidos son Força Lleida, Carramimbre Valladolid y Chocolates Trapa Palencia que, seguramente no por casualidad, son los tres primeros clasificados de la liga, todos con cuatro victorias y solo una derrota. Sí llama la atención el caso del Levitec Huesca, con ese mismo balance de cuatro partidos ganados, y que sin embargo es el peor equipo de la LEB Oro en rebote ofensivo, con una tasa de apenas el 22.2%.

Finalmente, en cuanto a rebotes totales, el Covirán es el cuarto mejor posicionado según los datos de Minteguia, con un 53.3%, tan solo superado por Palencia, Lleida y Melilla. Es decir, los granadinos están logrando más rebotes de los que están concediendo, muestra del buen hacer y el hincapié de la plantilla en este aspecto. Y es que hoy día el rebote es fundamental para el éxito en el juego del baloncesto. Sin ir más lejos, los de Pin han superado a su rival en este apartado cada vez vencieron: 30-28 ante Ourense, 28-22 frente a Araberri y 36-22 en la holgada victoria ante Canoe.

En el lado contrario, las dos veces que han hincado la rodilla, cedieron también el aspecto reboteador: 33-30 en la visita a Melilla y 43-40 el pasado domingo frente al Barça B. Quien quiera puede creer en casualidades, pero la obsesión de Pablo Pin por el rebote tiene un motivo, y los datos estadísticos así lo demuestran.

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