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Entrada a canasta rodeado de jugadores del equipo sevillano. FERMÍN RODRÍGUEZ
A una galaxia de distancia
Baloncesto

A una galaxia de distancia

El Betis, aupado por Obi y Bropleh, repite dominio ante un Covirán intermitente en defensa

JUANJO MARTÍN

GRANADA

Sábado, 22 de septiembre 2018, 02:17

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El Covirán encajó anoche la tercera derrota consecutiva de su pretemporada, en la que tras los triunfos iniciales sobre el Murcia de LEB Plata ha encadenado tres sinsabores a manos de rivales de Oro. Canoe y Betis por dos veces -la última anoche por 71 a 79- se han encargado de llenar de anotaciones la libreta del cuerpo técnico nazarí, sobre todo con respecto a la falta de concentración y a la fría salida a pista. Eso fue lo que le ocurrió ayer frente a los hispalenses, quienes se encontraron con un inesperado regalo en forma de parcial. El 2-13 nada más empezar se convirtió en una losa que sepultó las esperanzas granadinas de meterse en la final de la Copa de Andalucía, en la que los béticos se enfrentarán al Unicaja tras evidenciar en el Palacio de los Deportes que se encuentran muy por encima de los rojiverdes, prácticamente a una galaxia de distancia.

La condición de favorito para el ascenso quedó refrendada ante la hinchada nazarí por una escuadra bética que dio sensación de poder romper el encuentro en cualquier momento a poco que pisara el acelerador. Teniendo en cuenta que al granadino Curro Segura aún le faltan los lesionados Pablo Almazán, Stainbrook y Marcius, este Betis transmite con claridad el mensaje de que está dispuesto a cumplir los pronósticos que le colocan en el primer puesto de la tabla.

La endeblez del Covirán en esos primeros compases del duelo posibilitó que los visitantes obtuvieran una renta de la que ya no se desprendieron. Las canastas sin oposición del Betis despertaron las iras de Pin, que puso firmes a sus hombres en un tiempo muerto del que salieron más repuestos. Un 'gancho' de Olmos supuso el inicio de una tímida reacción que quedó diluida a base de golpes del contrincante. Los verdiblancos hallaron buenas situaciones tiro y sólo erraron cinco lanzamientos en el primer cuarto, por lo que se dispararon en el electrónico (15-26) por mucho que De Cobos añadiera algo más de filo en ataque desde la posición de escolta, siendo Pérez el dueño de la batuta.

El arreón final adecenta la imagen de los locales, que llegaron a estar veinte puntos abajo

Los nazaríes saltaron al parqué mucho más entonados en el segundo cuarto y forzaron la llamada al orden de Segura a sus filas. Esa pausa no aminoró a los locales, que se colocaron a seis puntos (25-31) tras una canasta más adicional de Rubio. El catalán supo generar ventajas en el poste bajo y los aficionados recobraron la ilusión de enfrentarse al Unicaja en la final, sin importar el hecho de que no sólo había que ganar este segundo partido, sino además remontar los quince puntos de desventaja de la ida.

En ese instante reaparecieron los hombres importantes del Betis, entre ellos Obi Enechionyia, Jhonny Dee y Thomas Bropleh. Entre los tres foráneos se encargaron de estirar nuevamente la ventaja por encima de la decena, una labor en la que contaron con la inesperada ayuda puntual de los colegiados, que escamotearon una canasta a tabla de Almazán y luego le señalaron pasos en un robo al capitán nazarí. La grada del Palacio rugió sin importar que se tratara de un amistoso en vez de un choque oficial, pero ni así logró evitar que el esfuerzo de los nazaríes se deslizara por el sumidero.

Acallados a base de tapones

La historia de esta semifinal no se alteró demasiado tras el paso por vestuarios, dado que el Betis aprovechó para reagrupar energías y electrocutar a los anfitriones. La figura de Obi fue clave en ese sentido, pues cualquier reducto de fe por darle la vuelta al electrónico la ahuyentó el nigeriano a base de manotazos, los mismos que empleó para colocar tres tapones seguidos a De Cobos y Manu Rodríguez. La alta cantidad de 'gorros' en tan poco lapso de tiempo -por no hablar de su espectacularidad al ponerlos muy arriba- minó la moral del Covirán, que encajó un revés tras otro hasta verse veinte puntos por debajo (38-58). El Betis se relajó en el tramo final de ese tercer período y los nazaríes lo aprovecharon para reengancharse con un parcial 10-2. Dos triples de Corts y Pérez lideraron esta intentona que fue abortada por el triple sobre la bocina de Borg (48-63).

Pin insistió con un cuarteto que utilizó a menudo en Plata -Corts, Almazán, Borto y Wright-, siendo Pérez quien recibiera la tarea de dirigirlo. Esa formación apretó las clavijas en defensa y colocó en algunos apuros a los hispalenses (59-67). La opción de anotarse al menos la victoria en el amistoso volvió a surgir sobre la mesa para regocijo de la parroquia granadinista. El regreso de Guille Rubio otorgó un punto más de agresividad en ataque y la proeza de la remontada se rozó hasta que el pívot de Tarrasa se la jugó de tres de 'trailer', es decir, nada más llegar al otro lado de la cancha.

Ese fallo, unido a un par de lanzamientos mal seleccionados, fulminaron de manera definitiva a los nazaríes, que pese a la derrota y a la imagen de inferioridad ante el Betis supo arrancar un gesto de aprobación a sus seguidores. A Pin ya sólo le resta un amistoso más, que tendrá lugar el próximo día 29 ante el Canoe. Será la segunda oportunidad para que los rojiverdes se congratulen con su masa social y les dediquen una victoria que restaure antes del inicio liguero su moral, lastimada por el dominio de un Betis que está en otra dimensión.

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