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Pardina trata de superar el marcaje de Rubio durante el entrenamiento de ayer en el Palacio. F. R.
Los equipos de demolición de Pablo Pin
LEB Oro

Los equipos de demolición de Pablo Pin

El rendimiento defensivo del Covirán fue excelente ante Robinson y 'Tyson' Pérez. El reto ahora es Font, el líder del Barça B

JOSÉ MANUEL PUERTAS

GRANADA

Jueves, 1 de enero 1970

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Por esos caprichos de los calendarios, el Covirán Granada va a tener que medirse a tres de los jugadores más en forma de la LEB Oro de forma consecutiva. Son esos nombres marcados en rojo en la agenda de los aficionados para disfrutar de su juego y que siempre requieren un esfuerzo extra por parte de sus rivales. Si no anularlos completamente, sí al menos ser capaces de limitar sus números, empeorando sus porcentajes, aunque su estadística global puedan terminar siendo lustrosa.

Así, tras superar con éxito la prueba a la que sometieron a la defensa nazarí en las dos últimas jornadas Junior Robinson, eléctrico base del Araberri, y Tyson Pérez, diamante en bruto del Canoe, llega el momento de tener enfrente a Aleix Font, talentosísimo escolta catalán que lidera al Barça B de Diego Ocampo y que viene de destrozar a la defensa del Melilla Baloncesto, en la que ha sido la gran sorpresa de la cuarta jornada, con los azulgranas venciendo en la ciudad autónoma por un rotundo 63-95, destacando Font con 33 puntos y 8 triples de los 11 que intentó.

En todo caso, si una idea tiene clara en su libreto Pablo Pin es que el éxito, tanto en defensa como en ataque, pasa siempre por el colectivo por encima de lo individual. Una coralidad necesaria aún más si cabe esta temporada para afrontar el salto de categoría, en una LEB Oro donde la plantilla granadina no es tan superior a sus oponentes como resultaba habitualmente hace un curso.

Por tanto, y aunque la base del éxito ante Robinson, que se quedó en 15 puntos ante los granadinos cuando promediaba 40 en los dos primeros encuentros de Liga; y Pérez, que acabó luciendo 18 puntos y 9 rebotes pero estuvo muy por debajo de su nivel en el tercer cuarto, cuando el Covirán encarriló el duelo, estuvo en la enorme concentración defensiva de los de Pin para ejecutar el plan establecido. Sí cabe destacar a algunos nombres que tuvieron trabajo extra en dichos emparejamientos, encargados de demoler el rendimiento del referente rival.

En la visita a Vitoria, los encargados de bailar con la más fea fueron Alo Marín y Carlos de Cobos. Pin apostó por emparejar al menudo Robinson, una auténtica centella de 165 centímetros, con dos defensores que le superaban claramente en altura. Evitó de esta forma que pudiera lanzar cómodamente unas suspensiones que se habían mostrado letales en el arranque de temporada y encomendó al resto, muy especialmente a la batería interior, la solidaridad necesaria para, cuando el base desbordara a Marín y Carlinhos, llegar rápidamente a la ayuda y cerrarle el camino hacia el aro, colapsando la zona. Una estrategia que precisa de máxima concentración en las ayudas y que resultó eficiente ante al americano, que en esta pasada jornada volvía a irse a los 25 puntos ante el Real Betis, de nuevo muy por encima de su registro frente al Covirán.

El pasado domingo, frente al Real Canoe, el gran reto sin embargo era parar a uno de los mejores interiores de la Liga, pasando el foco en los hombres grandes, que muy especialmente en el tercer cuarto, bordaron la faena que se les pedía desde el banquillo. En la primera mitad 'Tyson' Pérez se encontró cómodo, como muestran sus 11 puntos y 4 rebotes, manteniendo a su equipo a sólo tres de los locales en el ecuador (35-32).

Fue sin embargo a partir de ahí cuando el Covirán lució fondo de armario y músculo ofensivo, convirtiendo el tercer cuarto en un calvario para el hispano-dominicano. Pin volvió de vestuarios con la pareja Wright-Rubio, que llevó el duelo en la zona a una máxima exigencia física donde Pérez comenzó a sufrir. No tardarían en darle el relevo Olmos y Bortolussi, con el rosarino encargado de mantener el sufrimiento de la estrella rival, bien apoyado con varias ayudas de Joan Pardina cada vez que el de Canoe lograba alguna ventaja al poste.

Pareja más compleja

Probaría incluso Pin con la pareja más compleja, Olmos-Wright, dos cincos puros en los que Wright volvió a ser la pesadilla de un 'Tyson' al que el tercer cuarto se le hizo larguísimo, prácticamente sin oxigeno, ahogado por la intensidad granadina. Cuando el de Santo Domingo fue sustituido por su entrenador, a 1:46 del final del tercer cuarto, sólo había podido lanzar una vez a canasta en la pintura. Muy indicativo es el dato de sus tres pérdidas de balón en esos ocho minutos, forzadas todas ellas por la demanda extrema a la que le sometió la defensa nazarí. Desquiciado, incluso falló los dos tiros libres que tuvo, para acabar con paupérrimo 2 de 7 total. Tras treinta minutos, el marcador se había disparado hasta un 59-44 esclarecedor. Nuevamente, misión cumplida para la estructura defensiva.

Un engranaje para el que el reto este sábado volverá a estar en el perímetro. Aleix Font viene de ser un martirio para Melilla y es el tercer máximo anotador de la LEB Oro, con 19 tantos por noche. Desde sus 196 centímetros, es uno de los líderes de la añada española de 1998 y calidad le sobra. Es el nuevo reto de los equipos de demolición de Pablo Pin.

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