Unicaja Costa de Almería vuelve a la zona de confort tras un año en el lodo

De hecho estuvo fuera de puestos de playoff en tres jornadas, la 5ª, la 6ª y la 7ª, acumulando tres victorias y cuatro derrotas. Sin embargo, en esas tres jornadas, pese a que ganó dos partidos, la igualdad era tal que la derrota en la primera del trío de partidos –frente a Melilla– le hizo 'acomodarse' en la novena posición. Y ya no dio pie con bola hasta el tramo final de la competición, en su fase regular, en la que acabó siendo sexto y soñó con lograr la quinta posición. Un puesto impropio de un equipo que llevaba desde 1997 situado entre los mejores.

Ahora, el acierto en los fichajes y la confección de un grupo homogéneo ha permitido ver el vaso medio lleno, con dos victorias en otras tantas jornadas, la primera frente a un rival que creará problemas a los que pretendan estar arriba y que es alternativa de poder, como lo demuestra que el curso pasado acabó en quinta posición –mejor clasificado que el equipo blanquiverde–.

Carlos Carreño se ha 'encontrado' un equipo con sólido, primero desde el aspecto mental, que reacciona a las vicisitudes que les pone cada partido, que crece y crece con los 'golpes' en contra. Seguramente, nadie pone en duda el trabajo de equipo, pero también es cierto que no dejan de destacar, una jornada más, los 'ejes' con los que gira el equipo y que no son otros que el colocador brasileño Paulo Renán Bertassoni y el opuesto canadiense Matt Neaves. El primero tiene el prodigio en las manos y una cabeza fría que permite que el resto ataque en situaciones de ventaja. El segundo es un jugador efectivo como lo demuestra el 71% de efectividad, firmando 15 puntos de ataque sobre 21 intentos, tres errores y sólo un balón bloqueado en el partido del sábado.